Aitana Bonmatí vuelve a sonreír. Lo hace desde la sala de prensa, a la víspera de unos cuartos de final que España afronta en un gran momento y contra un rival especial para ella: Suiza. La selección anfitriona. El equipo contra el cual, en el Mundial del 2023, firmó una de sus mejores actuaciones. Pero hoy Aitana no quiere hablar del pasado: "No quiero comparar. Cada partido es diferente, cada situación también. Suiza ha cambiado y nosotros también".
La realidad más reciente habla de un inicio de Europeo difícil para la catalana, que a solo cinco días del debut tuvo que ser ingresada en el hospital con una meningitis vírica. "Son momentos que te frustran. Te sientes muy bien y, de golpe, te pasa eso. Nunca pensé que no estaría, pero sí que se me podía perder algún partido", admite. Después de salir desde el banquillo en los dos primeros enfrentamientos, Aitana completó los 90 minutos en el tercero, contra Italia, y ahora se siente totalmente recuperada: "Estoy al cien por cien físicamente. Ha sido una reincorporación progresiva, como si fuera una lesión. Se ha hecho lo mejor por mi salud".
La catalana ha pasado un mal momento
La gestión emocional, reconoce, no ha sido sencilla: "Quieres estar, pero te ves un poco lejos. No estoy acostumbrada a eso, pero he aprendido mucho. Los malos momentos existen para sacar lo mejor de cada uno. He sacado a una Aitana con una fortaleza mental muy grande". Un camino interior que ha hecho desde el banquillo, sintiéndose "un poco fuera", pero con el equipo respondiendo con resultados excelentes: tres victorias en tres partidos, 14 goles a favor y 3 en contra.
Ahora espera "sumar más desde dentro", en un partido a vida o muerte contra las anfitrionas: "Tener el estadio en contra nos motiva. El público empuja, pero eso también es presión para ellas". Y advierte que no vale confiarse: "Somos un equipo humilde. No recordamos del pasado. Ahora vienen partidos donde o ganas o te vas. Hay que hacerlo todo para seguir compitiendo".
"Queremos seguir haciendo historia..."
Sobre lo que queda de torneo, Aitana no habla de estadísticas ni cifras: "El fútbol va mucho más allá de los números. Seré feliz si acabo la Eurocopa con buenas sensaciones y habiendo ayudado al equipo. Quiero disfrutar, que hasta ahora no lo he podido hacer mucho. Quiero que se vea Aitana que estoy acostumbrada a ver". En este sentido, ve el equipo preparado para mantener el nivel: "Ahora vienen partidos más difíciles, más competidos. Es donde se ven los grandes equipos. Espero que se siga viendo a España".
España no ha ganado nunca una Eurocopa, pero el sueño está vivo. "Sería un nuevo reto, seguir haciendo historia," dice Aitana, que reconoce que no sabe si es la mejor selección española que se ha visto nunca, pero sí que tiene claro que "ahora viene el mejor". El camino es largo, pero el equipo transmite seguridad: "Ya no somos una selección inexperta. Ahora tenemos este saber estar que antes quizás no teníamos. El partido en sí ya nos motiva. No hace falta nada más".