Durante la pasada campaña electoral, el nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, intentó marcar al máximo las distancias con los socios de gobierno municipal en el anterior mandato, pero una vez ha asumido la alcaldía, ha dejado claro que sus objetivos en materia de urbanismo no difieren mucho de los que desarrollaron los comunes. De los grandes proyectos de transformación de la ciudad, de los que Barcelona en Comú han hecho bandera durante la campaña, Collboni solo ha expresado su intención de frenar los ejes verdes del Eixample -un posicionamiento que ya hizo público en campaña electoral-, mientras que ha dado luz verde a la aceleración de las obras de reurbanización de la Rambla.

Collboni, que el martes desgranó los ejes básicos de su política de urbanismo en el marco de una entrevista en Rac1, ya tomó una decisión estratégica el sábado pasado, justo después de su investidura, al situar las competencias de urbanismo bajo la primera tenencia de alcaldía, la responsable de la cual será Laia Bonet, que se sitúa así como clara número dos del gobierno municipal aunque fue como número tres en la lista electoral -de hecho, Bonet fue la encargada de hablar en nombre del PSC en el pleno de investidura y no la número dos de la lista, Maria Eugènia Gay-. En todo caso, la primera tenencia de alcaldía se ocupará del área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras, Movilidad, Espacio Público y Vivienda, unas atribuciones muy semejantes a las que hasta ahora desempeñaba segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz.

Encabalgar obras en la Rambla

Más allá del contexto organizativo, Collboni ha anunciado su intención de acelerar las obras de la Rambla, una posibilidad que había previsto el gobierno municipal anterior, ya que inicialmente se había programado un calendario que alargaba innecesariamente las obras, con una planificación de cinco fases de dieciocho meses de duración que no empezarían hasta que se hubiera acabado la anterior, cosa que comportaba la llegada de la transformación a Canaletes prácticamente en el año 2030. Encabalgar las obras era una opción que ya estaba sobre la mesa, pero que Collboni ha decidido ejecutar en los primeros días de mandato y ya ha dado la orden a los servicios técnicos de reducir a 36 meses las obras porque se trata "de una de las reformas más icónicas y más trascendentales para recuperar Ciutat Vella".

Via Laietana y tranvía, sin paros

Con respecto a otras reformas principales en curso, como la de la Via Laietana o la de conexión de la red tranviaria por la avenida Diagonal, el alcalde de Barcelona no prevé cambios radicales, sino que se muestra favorable a continuarlas, aunque en el caso del tranvía no ha especificado plazos. Hay que recordar que en cuanto a la Via Laietana, en abril tendrían que haber acabado las obras de la primera fase, entre las plazas de Urquinaona y Antoni Maura, pero todavía no están terminadas. Ahora bien, en la planificación inicial, la segunda fase entre Antoni Maura i Correus quedaba pendiente para este mandato y, por lo tanto, para el actual gobierno municipal. En este sentido, Collboni ha garantizado que la reforma de esta avenida continuará "tal como estaba prevista" para que se convierta en el gran eje económico de Barcelona.

Jaume Collboni no prevé parar las obras de conexión del tranvía por la Diagonal / Foto: Carlos Baglietto

Con respecto a la conexión de tranvías, la finalización del tramo actual entre Glòries y Verdaguer estaba fuera de duda para los socialistas -incluso Xavier Trias aceptaba que no tendría sentido no finalizarlo-, pero Collboni señaló en su momento que la conexión entre Verdaguer y Francesc Macià no tendría lugar en este mandato, cosa que provocó una airada crítica de Barcelona en Comú. Ahora, el alcalde ha asegurado que la obra saldrá adelante pese a no definir calendarios: "¿Como no se tiene que conectar esta infraestructura?", se ha preguntado Collboni como apoyo explícito a conectar el TramBaix y el TramBesòs en los próximos años.

Freno a las supermanzanas

Aunque Collboni prevé continuar e incluso acelerar obras como las de la Rambla, con respecto a uno de los productos estrella del gobierno Colau, el Modelo Supermanzana, este tendrá un frenazo importante. Collboni ya había aclarado en campaña que no tenía intención de desarrollar el programa de máximos de los Ejes Verdes en el Eixample, que contemplaba la pacificación de veintidós calles, de los cuales Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona solo han sido los cuatro primeros, y de momento, la política municipal en este sentido parece que implicará parar estos proyectos y potenciar los interiores de manzana.