Las cocheras son una parte esencial de cualquier red ferroviaria o de otros tipos de transporte público, ya que es el espacio donde se hacen las tareas de mantenimiento, reparación y limpieza de los vehículos, además de utilizarse como espacio de aparcamiento y almacenaje y facilitar las maniobras de convoyes salientes y entrantes. En Barcelona, la red de Metro ha tenido muchas cocheras a lo largo de su historia, y actualmente tiene una decena operativas, la mayoría situadas en los extremos de las líneas en explotación. De las que han quedado fuera de uso y ya completamente desaparecida, hay una singularidad muy específica en la de Lesseps, que ha sido recordada con motivo de centenario del Metro.

sequencia ascensor metro cochera lesseps fundacio tmb
Secuencia del funcionamiento del elevador de la cochera de Lesseps / Foto: Fundació TMB

La cochera de Lesseps estuvo activa hasta el año 1988 y tenía como particularidad que las naves de los talleres estaban situados a pie de calle, donde actualmente está la Biblioteca Jaume Fuster. Eso quiere decir que entre la zona de talleres y los túneles del Metro había una diferencia de cota significativa, de unos veinte metros. Para salvarla, hubo que instalar un ascensor para metros, una obra de ingeniería única que constaba de un gran elevador que permitía subir y bajar los trenes desde el subsuelo hasta la superficie, salvando un desnivel de casi 20 metros y, una vez arriba, de un carro transbordador que trasladaba los convoyes hasta las cocheras y el taller, donde se hacían las tareas de mantenimiento.

Vídeo recreación de una historia desaparecida

Precisamente, en el marco de la celebración del centenario, el web Crònica d'un viatge que recoge la historia centenaria de la red de Metro, ha recuperado las fotografías históricas del elevador en funcionamiento y, además, ha generado una videorecreación en 3D que permite recuperar visualmente el funcionamiento de las desaparecidas cocheras-taller de Lesseps. El vídeo muestra cómo los trenes eran elevados desde los túneles hasta la superficie y trasladados posteriormente al taller mediante un carro transbordador. Para hacerlo posible, se han utilizado planos originales, secciones constructivas, dibujos técnicos, fotografías de archivo y bibliografía especializada, reconstruyendo con fidelidad uno de los engranajes más singulares del metro barcelonés.