Edgar Barrionuevo (Barcelona, 1980) es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte y ha cursado varios posgrados en Nutrición y Dietética, entre muchos otros estudios. En un mundo que nos incita a ser sedentarios y a comer productos ultraprocesados que juegan en contra de nuestra salud, Edgar nos anima a alimentarnos bien, pero también a hacer ejercicio porque las dos cosas van de la mano; aunque, sobre todo, nos aconseja que no veamos la alimentación como una dieta para perder peso porque así nunca la integraremos como un hábito más de una vida saludable. También nos recomienda ir haciendo paradas en nuestro día a día. Según él, una manera de hacerlo es  ayunando porque nos ayudará a depurar nuestro cuerpo, pero también nuestras emociones.

¿Podemos comer cualquier tipo de alimento si hacemos deporte?

Eso es lo que pensaba yo hace unos años, pero la experiencia y la formación me han dicho que no. El concepto de las calorías queda muy limitado y es casi más importante de dónde proviene el propio alimento que las calorías que tiene. Ya puedes hacer todo el deporte que hagas, que si no escoges unos buenos alimentos y hábitos nutricionales, harás ejercicio, pero quizás perderás todo el potencial biológico que te puede ofrecer la combinación del ejercicio con una buena nutrición.

También existe el pensamiento contrario: si comemos bien, no hay que hacer ejercicio.

Exacto. Son las dos grandes patas de la salud de una persona. El cuerpo humano está diseñado para el movimiento. Evolutivamente y genéticamente estamos diseñados para movernos, no para estar sentados en una mesa todo el día y no hacer ejercicio. Eso, al final, nos lleva al estancamiento y a la enfermedad. Tampoco estamos diseñados para absorber toda esta alimentación industrial, ultraprocesada y artificial. Si escoges sedentarismo y mala nutrición se multiplican los posibles riesgos.

La gente utiliza la comida como vía de recompensa y de gestión emocional

¿Qué riesgos tienen para la salud los alimentos ultraprocesados?

Yo soy partidario de saberlo gestionar y de convivir con eso. Toda esta alimentación industrial es muy estimulante porque activa los receptores nerviosos del sabor y también el circuito de recompensa de la dopamina. Entonces, la gente utiliza la comida como vía de recompensa y de gestión emocional.

¿Nos enganchan estos alimentos?

El problema está cuando eso se convierte en un hábito. De vez en cuando, puedes comer algún alimento procesado y es un placer que creo que es importante mantener, pero el problema es cuando eso nos controla. Una cosa es que tú lo controles y la otra que eso te controle a ti.

Si vemos la alimentación saludable como una dieta para adelgazar, no la podré incluir como un hábito en mi vida

Si tienes angustia comes. Comer estos alimentos te genera angustia?

Se tiene que cambiar el chip. Tenemos que empezar a ver la alimentación desde otra perspectiva porque si no lo llevamos mal. Si seguimos viendo la alimentación saludable como una dieta para adelgazar, difícilmente podré incluir eso como un hábito en mi vida. Si no hago un trabajo más profundo, de querer incluir una vida saludable con una perspectiva de expectación y de buen rollo, no conseguiré el éxito.

La mala alimentación y el sedentarismo nos influyen a largo plazo y quizás por eso no somos conscientes de la importancia de adquirir hábitos saludables.

La gente no es consciente del verdadero potencial que tiene una vida saludable porque están acostumbrados a lo que tienen. Se sienten cansados, les duele la cabeza algún día, otros tienen problemas de barriga; pero están acostumbrados y van tirando. Hasta que no pasan una experiencia que te permite comparar, puedes continuar así toda la vida y, sin darte cuenta, tendrás una enfermedad crónica y tú dirás: "me ha tocado, mucha gente tiene cáncer".

Las consecuencias en la alimentación de un estilo de vida insano son a largo plazo

Nos pensamos que pasa sin motivo aparente.

Son situaciones que no hemos creado de una forma puntual, sino que hemos estado invirtiendo durante años con nuestros hábitos. Las consecuencias en la alimentación de un estilo de vida insano son a largo plazo. No pasa nada porque tú esta noche comas una pizza y un helado con unos amigos. El problema es cuando lo haces cada día. Según la genética lo notarás antes o más tarde. Cada vez el impacto es más fuerte y estamos viendo la relación directa que hay con los hábitos.

¿El hecho de que cada vez haya más niños que nacen con intolerancia es una consecuencia de eso?

Sí. Ya tenemos niños en España con un índice de obesidad y diabetes brutal. Eso es un dato para alterarnos bastante. Los niños que se pasan el día jugando tienen que ser energía pura.

Eso mezclado con el ansia de jugar con el móvil o la consola también contribuye al sedentarismo de los pequeños.

Son niños sedentarios que se quedan encerrados en casa, jugando a la consola y comiendo patatas fritas y bollería. Eso cada vez afecta a edades más tempranas.

Tener el intestino en unas condiciones idóneas es básico para tu salud emocional y neuronal

¿Influye nuestra salud intestinal a nuestra salud mental?

Eso ya está muy demostrado científicamente. Hay toda una conexión neuronal y endocrina entre lo que es nuestro sistema digestivo y nuestro sistema nervioso central. La relación es directa. Gran parte de las hormonas del bienestar, de la concentración y del poder descansar bien se fabrican en el intestino. Tener el intestino en unas condiciones idóneas es básico para tu salud emocional y neuronal.

¿Cómo se establece este vínculo?

La alimentación que continuamente está forzando tu microbiota intestinal y tu salud digestiva está vinculada con tu salud nerviosa. Estamos viendo como muchas personas con depresión y enfermedades del sistema nervioso tienen una salud intestinal débil y afectada. Ahora, la medicina integrativa empieza a trabajar las depresiones regulando la microbiota intestinal con determinados probióticos. La relación es muy directa.

¿Por qué cada vez hay más personas que tienen el estómago hinchado?

Cada vez, la alimentación es más industrial y más procesada. Si nos fijamos y ponemos un poco de sentido común encima de la mesa, veremos, si comparamos el estilo de vida de hace 50 años con el de ahora, que el cambio es radical. Genéticamente y evolutivamente es un tramo de tiempo muy corto para que nuestro cuerpo tenga adaptaciones. La genética va sufriendo mutaciones para adaptarse al entorno, pero este es el cambio más radical en este corto plazo de tiempo.

Gran parte de los problemas de salud actuales son falta de la adaptación a nuestro entorno

¿Eso nos da problemas de salud?

Gran parte de los problemas de salud actuales son falta de la adaptación a nuestro entorno y una de las grandes bases del entorno es la comida.

¿Se está convirtiendo en un problema social?

Sí, claro. Social y gubernamental. Estamos creando niños diabéticos. Imagínate el coste para el Estado de un niño diabético de 12 años a lo largo de toda su vida. Por eso nosotros intentamos reeducar a la gente, concienciando y ver el estilo de vida y cómo puede ayudarnos a tener una gran vitalidad.

¿Qué hábitos alimenticios y deportivos tendríamos que seguir para disfrutar de una vida saludable?

Podemos hablar de cosas generales, pero el secreto será que cada persona individualice y personalice su estilo de vida. A una persona le puede gustar ir al gimnasio y a la otra salir en bicicleta. La cuestión es que entre tres y cinco días a la semana tengas una actividad programada. Hoy, las opciones son ilimitadas.

Tendríamos que intentar durante toda la semana abrir los menos paquetes posibles y comer alimentos en su estado lo más natural posible

¿Y con la alimentación?

Se tiene que poner mucho de sentido común y darse cuenta de que todo eso tan procesado no es una opción. Tendríamos que intentar durante toda la semana abrir los menos paquetes posibles y comer alimentos en su estado lo más natural posible. Escoger lo que la mano industrial del hombre haya tocado lo menos posible. La calidad es básica.

No es lo mismo ir al supermercado que al mercado o al campesino.

Exacto. No es la misma comida la carne de un pollo que está en una jaula 24 horas al día y con antibióticos, que de otro que está correteando por el campo.

El problema para muchas personas es el precio de estos productos.

Eso es una excusa fácil. El gran error que mucha gente comete es intentar intercambiar un carro de compra de una gran superficie conocida e industrial por los mismos alimentos de compra ecológica. Si quieres una bolsa de patatas fritas ecológicas será más cara. Pero si lo que quieres es alimentarte de una forma sana y quieres verdura, productos integrales o legumbres no hay mucha diferencia de precio. Y si dejas de comer muchas cosas que no tendrías que comer cada día, podrás invertir el mismo dinero teniendo una alimentación que será mucho más saludable.

El ayuno da reposo al cuerpo y elimina y depura todas estas toxinas

¿Nos beneficia el ayuno?

El ayuno es una gran herramienta que podemos utilizar para depurar el cuerpo de todas estas toxinas que vamos acumulando en nuestro día a día por los hábitos nutricionales, el aire que respiramos, el agua que bebemos y las emociones que tenemos, como el estrés. El ayuno da reposo al cuerpo y elimina y depura todas estas toxinas.

¿Cómo?

Aprendiendo a utilizarlo bien es una herramienta que, con la vida moderna que llevamos, es una manera de hacer una pausa y darle al cuerpo unas vacaciones internas para descansar de todo lo que hemos ido estimulando. Hay muchas maneras de ayunar, pero es un tipo de tratamiento que se puede llegar a convertir en una práctica totalmente cotidiana y habitual si le sacamos esta connotación negativa que tiene.

¿Una práctica cotidiana?

Es una cosa muy natural. Biológicamente estamos diseñados y preparados para ayunae. Gracias a eso estamos aquí. Nuestro antepasado no tenía la tostadora cuando se levantaba por la mañana, ni el supermercado o la panadería debajo de casa, sino que ha sobrevivido gracias a saber ayunar. Hace medio millón de años se levantaban y se ponían a correr para conseguir algo para comer. Ahora estás en el sofá de tu casa y consigues comer sin hacer ni una contracción muscular y somos el único animal que hace eso.

¿Nos tiene que acompañar algún experto cuando ayunamos o lo podemos hacer por nuestra cuenta?

Es muy recomendable. Es fácil, pero es cierto que cuando quieres tener una primera experiencia debe ser guiada por un profesional para poder gestionar cualquier situación que pueda aparecer.

¿El ayuno nos remueve también a nivel emocional?

Se remueven cosas física y emocionalmente. No es lo mismo practicar ayunos con una persona que te puede dirigir para que te dé tranquilidad, que hacerlo solo.

La gente enferma por los excesos y por eso es recomendable hacer una parada

¿Todo el mundo puede hacer ayuno?

Sí, menos las embarazadas, las mujeres que dan el pecho o las que tienen un nivel de masa muscular muy bajo, porque movilizas toxinas. Tenemos que vigilar, pero, en general, es muy recomendable hacerlo. Hoy en día, la gente enferma por los excesos y por eso es recomendable hacer una parada.

¿Y no tenemos el riesgo de que nos pase algo?

En casi todas las religiones, siempre han tenido el ayuno presente como un mecanismo para depurar y llegar al alma. Los niños pequeños, cuando están enfermos, lo primero que hacen es dejar de comer, igual que los animales salvajes.

Hay gente que tiene miedo de hacerlo.

Mucha gente todavía lo ve como una cosa peligrosa.

El agua de mar va muy bien para reconstruir lo que perdemos

¿Tenemos que beber agua de mar?

El agua de mar tiene una composición que es muy parecida a la de nuestro cuerpo y con el ayuno, el agua de mar va muy bien para reconstruir lo que perdemos. Hay gente que tiene dolor de cabeza y con el agua de mar conseguimos reequilibrarlo. En el día a día, también es un buen sustituto al abuso que hacemos tan grande de la sal. Es una herramienta más.

¿Tenemos que ir al mar a buscarla?

No, se debe comprar filtrada porque sino también puede tener muchos contaminantes.