Como efecto halo se conoce el sesgo cognitivo que, cuando se da, hace que un observador asocie habilidades y características favorables o positivas a un sujeto a partir de una primera impresión y sin disponer de datos suficientes. En sí, no es más que una distorsión vinculada a lo que se denomina criterio de racionalidad limitada, que es aquel mecanismo que en situaciones de riesgo o incertidumbre hace que un sujeto decida a partir de emociones, experiencias y pensamientos para compensar las limitaciones cognitivas, temporales y de acceso a la información. Expertos en comunicación no verbal como José Luis Martín Ovejero consideran que, en el caso de Daniel Sancho, este efecto estaría dándose.

Efecto Halo scaled
 

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Sobre este particular, José Luis Martín, experto en oratoria y en comportamiento no verbal, da por hecho que el efecto halo sí estaría dándose. Lo explica él mismo en un vídeo que ha publicado este 16 de agosto en su perfil de Linkedin y que cualquiera puede consultar.

¿Por qué?

Para Martín Ovejero, el efecto halo es uno de los atajos que el cerebro humano emplea a menudo para, con poca información, llegar a conclusiones que suelen ser incorrectas. Así y por ejemplo, el efecto halo genera situaciones en las que, simplemente a partir de la constatación del atractivo físico de alguien, se le otorgan de manera automática otras cualidades positivas. Así, y por ejemplo, este sesgo cognitivo estaría detrás de las dudas generales acerca de su responsabilidad en los hechos por los que se le va a enjuiciar y su admitida culpabilidad  o, también, en la credibilidad que se le da a las justificaciones que determinados opinadores dan al crimen. En todo caso, quien seguro que fue víctima del efecto halo fue el cirujano Arrieta.