Las últimas lluvias y, especialmente los riegos de emergencia que se están desarrollando esta semana, han dado cierta tregua a la agricultura en Catalunya; pero, además de la sequía, hay otro enemigo que quita el sueño a los agricultores: los conejos. Antes atacaban especialmente las explotaciones frutícolas y, ahora, los conejos se ceban también con otros cultivos como las viñas.

conejos1
 

En Verdú

La situación es particularmente grave en Verdú, municipio encuadrado en el territorio de la DO Costers del Segre y en la comarca del Urgell. Según la plataforma Pagesos o Conills, los roedores habrían llegado a comerse hojas y troncos de viñedos y habrían ocasionado desperfectos diversos en medio centenar de árboles del municipio. Las plantaciones de cereal y de fruta siguen siendo también objetivo de los conejos.

conejos sin control
 

La solución, batidas

Para hacer frente a esta complicada situación, la Conselleria d’Acció Climàtica declaró en marzo la situación de emergencia cinegética en 91 zonas de caza de 75 municipios leridanos. Entre septiembre del año pasado y septiembre próximo, la Generalitat espera que puedan abatirse 301.640 conejos. Además, esta primavera se ha aplicado biocida en las zonas más afectadas. Desde la semana pasada, la Federación de Caza reparte medio millón de cartuchos subvencionados por el Govern para que los cazadores puedan combatir mejor una plaga que es ya un riesgo cierto para la agricultura. Los jabalíes, que también causan daños en sembrados y provocan accidentes de circulación, son después de los conejos la especie salvaje que más problemas causa. Desde Unió de Pagesos, se han pedido ya medidas concretas nuevas, puesto que en provincias como Girona ni siquiera la emergencia cinegética decretada ha conseguido que la población de jabalíes se reduzca.