En España tenemos cientos y en el Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica o la República Checa y Polonia, también. Hasta en Italia y Portugal existen instalaciones de este tipo y, gracias a un sistema diseñado por un grupo de investigadores del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, ubicado en Austria y considerado uno de los think thanks especializados en energía más importantes del mundo, podría suministrar energía a todo el planeta. Hablamos, por supuesto, de las minas de carbón cerradas.

Almacenamiento Subterráneo de Energía por Gravedad

El sistema diseñado por los investigadores del IIASA aprovecha la infraestructura de las minas de carbón abandonadas para convertirlas en baterías capaces de almacenar energía suficiente como para alimentar a todo el planeta. Las grandes ventajas de este sistema, además de su tamaño, son dos: jamás pierde capacidad de almacenamiento y permite revitalizar pueblos y ciudades con tradición industrial en los que la revolución verde ha causado estragos"Cuando una mina cierra, despide a miles de trabajadores y esto es devastador para las comunidades que las acogen, porque sólo dependen de la mina para su rendimiento económico. El sistema crearía puestos de trabajo, ya que la mina prestaría servicios de almacenamiento de energía tras el cese de su actividad", explica Julian Hunt, investigador del Programa de Energía, Clima y Medio Ambiente del IIASA y autor del estudio. Con el sistema diseñado, se aprovecha que las instalaciones mineras cuentan con las infraestructuras básicas y están conectadas a la red eléctrica, lo que reduce mucho los costes.  

Pozo Calero
 

¿Cómo lo hacen?

El sistema, explican sus creadores, se ha diseñado para generar electricidad cuando la demanda de energía es más alta. Para ello, se hace descender por los pozos de la mina algún material pesado como, por ejemplo, la arena o, incluso, el propio carbón, para convertir su energía potencial en electricidad mediante un sistema de frenado regenerativo. Cuando la energía es más barata, se vuelve a elevar la arena a un depósito superior utilizando motores eléctricos para volver a recargar la batería.Los únicos equipos que hacen falta son el pozo, el equipo de extracción y un generador.  Cada kilovatio hora sale por entre 1 y 10 dólares por kilovatio hora, mientras que los costes de capacidad energética están en 2.000 dólares el kilovatio. Los investigadores estiman que esta tecnología tiene un potencial mundial de 7 a 70 teravatios-hora, concentrado fundamentalmente en China, India, Rusia y Estados Unidos. La última medición de la Asociación Internacional de la Energía data de 2020 y dice que el consumo mundial de energía ascendió a 24.901,4 teravatios-hora, el equivalente a unos 68 teravatios-hora al día.