Este domingo por la noche un tren de Rodalies ha atropellado a un grupo de unas cinco personas en Montmeló dejando, como mínimo, cuatro personas fallecidas y diversas heridas de extrema gravedad. El atropello ha tenido lugar pasadas las 20.00 h, cuando el grupo ha atravesado las vías por un punto no autorizado para ir hacia un festival de música que se está celebrando en una zona próxima. Ante estos hechos trágicos, el precedente que viene a la mente es la catástrofe ferroviaria que sacudió Castelldefels ahora hace 13 años.
La noche de Sant Joan del 2010, hacia las 23.00 h, un tren atropelló con fatal resultado a un grupo de personas que cruzaban por el medio de la vía de forma temeraria a la estación de tren de Rodalies en Castelldefels. El accidente causó la muerte de 12 personas, y otras 17 resultaron heridas. Las víctimas justo acababan de bajar del tren y se dirigían a la playa para celebrar la verbena de Sant Joan. Un grupo de unas 30 personas decidieron temerariamente atravesar a pie la vía, con la mala fortuna que un tren pasó y atropelló la multitud. La mayoría de las víctimas eran chicos jóvenes de entre 15 y 25 años de origen latinoamericano.
Los tribunales dictaminan a favor de Renfe
En un primer momento, la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) dictaminó que la causa del siniestro fue la invasión de la vía por parte de las víctimas en un lugar no autorizado para cruzar, sin ver que venía un convoy. Después de una década de litigios, donde las familias de las víctimas reclamaban responsabilidades y denunciaban falta de seguridad en la estación, los tribunales exoneraron Renfe y Adif de toda culpa. Algunas sentencias, de hecho, apuntaron que la responsabilidad del accidente fue de las víctimas, por su "actuación imprudente y temeraria", al atravesar la vía.
Los familiares de las víctimas siempre han defendido que entonces había un exceso de pasajeros y aglomeraciones en el andén, que el paso elevado para cruzar en la playa estaba cerrado y que había una falta de iluminación en la estación, de forma que las víctimas optaron por atravesar la vía. También que el tren pasó a una velocidad muy alta, ya que circulaba a 139 kilómetros por hora por la estación.
Entre los más graves de los últimos años
El de Castelldefels fue el cuarto accidente ferroviario más virulento que se ha sufrido en el Estado español durante este siglo, después del de Santiago de Compostela en el 2013, donde murieron 80 personas; el de Valencia en el 2006, donde murieron 43; y el de Chinchilla del 2003, en el cual murieron 19 personas. El entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, declaró un día de duelo oficial a Catalunya después de visitar la zona del accidente y, por su parte, el rey Juan Carlos I canceló la recepción que tradicionalmente organiza la Casa Real por Sant Joan.