La consellera d’Interior, Núria Parlon, ha avanzado este viernes las primeras medidas de choque para reducir la siniestralidad en la AP-7 a su paso por las Terres de l'Ebre. El plan, que se detallará completamente la próxima semana, incluye una reducción de la velocidad, controles intensivos y vigilancia tecnológica reforzada en uno de los tramos con mayor concentración de camiones de todo el país. Según ha explicado Parlon, la velocidad máxima quedará limitada a 100 km/h para los turismos y a 80 km/h para los vehículos pesados, que además tendrán prohibido adelantar. Estas restricciones irán acompañadas de radares intensivos y controles específicos de los Mossos d'Esquadra, especialmente centrados en el transporte pesado y el estado de los vehículos. También se incorporarán drones para reforzar la vigilancia en determinadas franjas horarias. La consellera ha remarcado que estas medidas complementan las actuaciones estructurales que se están trabajando con el Departament de Territori y el Ministerio de Transportes, pero que hay que actuar con urgencia ante la gravedad de la situación: cada día circulan cerca de 12.000 camiones por el tramo ebrense de la AP-7.

Semana marcada por accidentes graves

Las nuevas restricciones llegan después de otro episodio trágico. El martes, un accidente con tres camiones implicados en l'Aldea provocó un muerto y un herido grave, además de cortar completamente la vía en sentido norte y parcialmente en sentido sur hasta pasadas las once de la mañana. El choque desencadenó el incendio de uno de los vehículos pesados y movilizó a 13 dotaciones de los Bombers de la Generalitat. El aviso se recibió a las 5.25 h y Trànsit ya advirtió que la resolución sería larga, con desvíos obligatorios hacia la N-340 y congestión notable en esta carretera. Este no fue un caso aislado: el fin de semana, otro accidente con un camión cisterna cargado de aceite mineral a la altura de l'Ampolla obligó a mantener la autopista cortada durante cerca de 30 horas, con colas de hasta 13 kilómetros en la vía alternativa.

Una autopista saturada

La situación de la AP-7 es crítica desde hace meses. Solo en los primeros meses de 2025, se han registrado 32 víctimas mortales, mientras que en 2024 se contabilizaron cerca de 700 accidentes. La infraestructura, clave para conectar Catalunya con Francia y el País Valencià, a menudo supera su capacidad teórica —5.200 vehículos por hora— y llega a picos de hasta 7.000. La eliminación de los peajes ha incrementado de manera notable el tráfico, especialmente de camiones, y ha convertido determinados tramos en puntos sistemáticos de colapso, sobre todo los fines de semana. Movimientos vecinales como Mai més peatges reclaman desde hace tiempo más inversión, mantenimiento y medidas de seguridad.

Avisos a los conductores a través de la app de Trànsit

Para la gestión del día a día, Trànsit también ha anunciado que confía tener a finales de verano de 2026 un sistema de avisos para alertar a los conductores de accidentes e inundaciones en la AP-7. Un sistema que funcionará a través de la misma aplicación de Trànsit y que prevé enviar mensajes geolocalizados según la zona del accidente. Cuando se dé una incidencia, alertará a los conductores y los instará a tomar vías alternativas para evitar congestionar la autopista.