El cuarto nanosatélite impulsado por el Govern de Catalunya despegará en octubre desde la base de Vandenberg, en California, con lanzamiento a cargo de la empresa SpaceX de Elon Musk. El dispositivo, denominado 6GStarLab, será el primer laboratorio abierto en órbita baja dedicado a la investigación y experimentación en el ámbito del 6G en Europa. La misión abre la puerta a una nueva era en la conectividad global, permitiendo pruebas abiertas y flexibles tanto a empresas como a centros de investigación.
El satélite ha sido desarrollado con tecnología íntegramente catalana por un consorcio liderado por la empresa Open Cosmos y la Fundación i2CAT, y se ha completado en un tiempo récord de nueve meses. El proyecto ha contado con una financiación de 1,65 millones de euros provenientes de los fondos europeos del Pla de Recuperació, Transformació i Resiliència, a través del Ministeri per a la Transformació Digital i de la Funció Pública. Open Cosmos, que ya había participado en la construcción de otros nanosatélites catalanes como el Menut, ha asumido por primera vez la fabricación y validación completa del dispositivo desde Barcelona, utilizando una sala blanca equipada para controlar condiciones ambientales como la temperatura y la humedad y evitar cualquier contaminación que pueda afectar al funcionamiento del satélite en el espacio.
A competir con la industria espacial americana y china
El 6GStarLab es un CubeSat modulable que ya ha sido plenamente testeado y está a punto para ser enviado a los Estados Unidos para el lanzamiento. Si todo va según lo previsto, el satélite empezará a operar a partir de enero del 2026. Según Rafael Jordà, consejero delegado de Open Cosmos, "se trata de un satélite pionero en tecnología 6G que permitirá poner a prueba nuevos protocolos y capacidades". Jordà ha destacado la oportunidad que representa para Catalunya: "Estamos invirtiendo para ampliar la producción y atraer los principales proyectos de telecomunicaciones y observación de la Tierra de Europa".
La infraestructura creada ayudará a establecer las bases de la sexta generación de tecnología móvil (6G), que promete conexiones más rápidas, latencia mínima y una amplia gama de aplicaciones innovadoras. Esta tecnología puede contribuir a mejorar las comunicaciones en zonas rurales y aisladas, dar apoyo a servicios como la telemedicina y la educación a distancia, y reforzar la prevención de desastres naturales, la movilidad autónoma y las comunicaciones seguras, clave en un contexto de crecientes amenazas de ciberseguridad. El director general de la Fundació i2CAT, Sergi Figuerola, ha remarcado que la misión quiere "validar una tecnología que podría ofrecer cobertura global y actuar como complemento de las redes terrestres". "Hay un gran potencial de conocimiento al replicar en el espacio lo que ya tenemos a la Tierra", ha añadido.
"Hito histórico para la industria espacial catalana"
La Generalitat ha impulsado hasta ahora tres nanosatélites, como la Enxaneta y el Minairó, enfocados en la conectividad, pero este nuevo proyecto supone un salto cualitativo al incorporar la capacidad de experimentación abierta con tecnología 6G. El conseller de la Presidencia, Albert Dalmau, ha calificado el hito como "histórico para la industria espacial catalana", subrayando que "nos posiciona como los primeros en Europa en disponer de tecnología abierta para la experimentación en 6G". El objetivo final es integrar las redes 6G terrestres y espaciales para ofrecer una conectividad global y continua, imprescindible para garantizar servicios de banda ancha a escala mundial. Con esta iniciativa, Catalunya consolida su papel en el sector emergente del New Space y se abre a captar talento y proyectos internacionales en el ámbito de las telecomunicaciones y la exploración espacial.