En un mundo digitalizado al máximo en el que vivimos, donde las redes sociales se han convertido en un altavoz al alcance de todos, los mensajes de odio difundidos por internet se han convertido en un arma contra las personas. Las instituciones buscan vías para luchar contra esta lacra y la Generalitat ha dado un paso adelante para combatir estas prácticas. Catalunya desplegará un sistema de detección y seguimiento de discursos de odio digital en colaboración con el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) y se ha comprometido a gestionar administrativamente las denuncias de odio ante las autoridades competentes para que estos delitos no queden impunes. Para poder hacerlo, contará con una herramienta que se llama ALERTODIO, que permite registrar y analizar de manera sistemática contenidos racistas, xenófobos o discriminatorios difundidos en internet. Una herramienta que el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones cede al ejecutivo catalán para poder hacer un seguimiento en línea de los mensajes de odio a través de monitorización de las redes sociales.
Convenio pionero con el ministerio de Igualdad
El president de la Generalitat, Salvador Illa, y la ministra Elma Saiz Delgado, han firmado en el Palau de Pedralbes el primer convenio entre la Generalitat y el Gobierno de España para monitorizar el discurso de odio en línea, en un acto en el que también han participado el OBERAXE y la consellera de Igualdad y Feminismo, Eva Menor Contador. Se trata de un acuerdo pionero que sitúa a Catalunya como la primera comunidad que formaliza un convenio de esta naturaleza. La aplicación ALERTODIO monitoriza los mensajes a través de palabras clave y, tal como ha destacado la ministra Elma Saiz, se ha convertido en una herramienta muy útil para identificar estos discursos de odio: ha detectado 52.000 mensajes de odio, 35.000 de los cuales en los últimos 30 días, en todo el estado. El sistema compartido de monitorización permitirá detectar y analizar mensajes racistas, xenófobos y discriminatorios en internet, se intercambiarán conocimientos y buenas prácticas entre administraciones para el combate de este tipo de discursos y se mantendrá una “coordinación estable” para mejorar la respuesta que se da desde los poderes públicos. Catalunya reforzará su capacidad de producir datos propios y analizar el fenómeno con “herramientas avanzadas y reconocidas a escala europea”, y seguir perfiles que puedan estar cometiendo delitos de tipo penal o que puedan comportar sanciones administrativas a través de la Oficina de Igualdad de Trato y No Discriminación de la Generalitat.
El Gobierno gestionará las denuncias
Saiz también ha remarcado que "el Govern también se compromete con este convenio a gestionar las denuncias ante las autoridades competentes para que estos actos tengan consecuencias". En concreto, será el Departamento de Igualdad y Feminismo quien gestionará administrativamente, ante las autoridades catalanas competentes, las denuncias de aquellos "potenciales contenidos de odio" que se hayan difundido desde perfiles localizados en su territorio e informará de las sanciones impuestas por esta causa a OBERAXE. La ministra confía en que otras comunidades autónomas sigan los pasos de Catalunya a la hora de perseguir los altos datos de impunidad del odio en las redes.
Los algoritmos con efectos nocivos y la actuación de personas que promueven discursos políticos radicales están fomentando una comunidad digital cada vez más hostil y acentúan la percepción de inseguridad en internet. La ministra, que ha mantenido encuentros con plataformas como X, Meta, Tik Tok o Youtube para que mejoren su eficiencia en la retirada de contenidos denunciados, ha lamentado que todavía solo el 40 % de estos mensajes se borran y que los tiempos no se acortan. "No puede pasar una semana desde que se reporta a la plataforma un mensaje para su retirada y se elimina el contenido en la red. Lo que pasa en las redes sociales tiene su traslación a la vida real. No se puede repetir lo que vivimos en Torre Pacheco (Murcia)", ha recordado. “No podemos ser espectadores pasivos del odio”, ha insistido la ministra
Los jóvenes, los más vulnerables
Tanto la ministra como Illa han defendido los valores democráticos y de diversidad que la xenofobia y el racismo amplificados en las redes sociales ponen en peligro, discursos con especial calado entre los más jóvenes. Saiz ha remarcado que "Catalunya siempre ha sido tierra de acogida" y que 1,4 millones de personas que viven en su territorio nacieron fuera de España (una de cada seis). Asimismo, ha recordado que estas cifras, "más que un desafío, implican un activo estratégico", ya que, ha señalado, en octubre más de 600.000 trabajadores que cotizaban a la Seguridad Social en Cataluña eran extranjeros.
Las redes no pueden ser un espacio sin ley
El presidente Illa ha alertado del viraje preocupante de las redes sociales desde su surgimiento hasta la actualidad: “Hace 20 años quizás pecamos de ingenuidad y no nos dimos cuenta de lo que venía, o no nos hicimos las preguntas que hoy tenemos el deber de hacernos. ¿Quién hay detrás de las redes sociales? ¿Qué intereses económicos hay?”, ha cuestionado. El presidente ha defendido que regular las redes no es atacar la libertad de expresión, sino garantizar la convivencia y los derechos humanos. "Las redes no pueden ser un espacio sin ley", ha dicho. "Al hablar de discursos de odio hablamos de hostilidad dirigida a una persona por ser quien es", ha reflexionado Illa, que ha lamentado el "viraje" de redes como X (antigua Twitter) en las que "germinan y crecen" los discursos de odio. Más allá, el presidente ha subrayado la importancia de proteger "especialmente" a los más jóvenes, quienes, ha dicho, "se ven abocados durante horas a ver contenido de odio e información manipulada que se constituye como su realidad".
