El Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya (IMLCFC) tiene unidades pioneras en la atención de víctimas de delito, derivadas por juzgados y fiscalías. El Institut también sigue siendo el único en el Estado español que es donante de tejidos de cadáveres a centros hospitalarios públicos, que se trasplantan a personas. En Catalunya, el Institut hace unas 4.500 autopsias anuales, la mayoría por muertes naturales. De estas, unos 3.000 cadáveres se evalúan para donación y la validez se obtiene en unos 150 cadáveres anuales (136 en el instituto de Barcelona y 16 en Tarragona), y cado uno de ellos puede llegar a beneficiar hasta un máximo de 75 personas con diferentes tejidos, según los datos del 2024. Con estas cifras, el Institut se mantiene en el cuarto lugar del ranking de 42 centros donantes de tejido que hay en Catalunya, por detrás del Hospital de Bellvitge (367 donantes), el Hospital Vall d'Hebron (304) y el Hospital Clínic (230). El año pasado se obtuvieron 2.863 tejidos de 2.061 cadáveres de donantes, según la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT), que también anunció un récord en el número de trasplantes: 1.344 casos.

El director del Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya, Eneko Barberia, ha explicado que, aunque haya una declaración previa de voluntades de la persona muerta, "siempre se pide el consentimiento de los familiares" para analizar si se pueden extraer tejidos de su cadáver, para que sean tratados y trasplantados a otras personas. "Con este servicio aportamos valor añadido en un momento que de la muerte podemos dar vida", ha manifestado Barberia. En concreto, el IMLCFC es uno de los centros principales de donación multitejidos: se obtienen varios tejidos para cada donante del Institut y es el principal centro de Catalunya de obtención de tejido cutáneo y musculoesquelético, indica.

Unitat de Mort Sobtada

En esta vocación de servicio abierto al ciudadano, el Institut también creó la Unitat de Mort Sobtada en 2023. De las cerca de 4.500 autopsias anuales que realiza el IMLCFC, unas 2.000 son muertes repentinas. Se explica que en la mayoría de los casos, la misma autopsia permite hacer el diagnóstico de la muerte: origen cardiovascular, mayoritariamente por cardiopatía isquémica. No obstante, se añade un porcentaje muy bajo (unos 200) de muertes repentinas, sobre todo en jóvenes y niños, que quedan sin resolver.

Por eso, desde el Institut se recomienda a las familias, que en casos de muerte repentina de menores de 30 años, se acojan a los protocolos forenses que recomiendan hacer una autopsia con otras pruebas complementarias, para poder determinar si tienen una enfermedad hereditaria. Se han hecho unos doscientos estudios de genética con esta finalidad preventiva.