La 80a edición de La Vuelta a España ya está aquí. Este sábado se ha celebrado la etapa inaugural, disputada entre Turín-Reggia Di Venaria y Novara, y el belga Jasper Philipsen (Alpecin) ha sido el más fuerte en el esprint para convertirse en el primer ganador de etapa, el primer líder de la general y el primer maillot rojo.

Philipsen ha culminado con éxito un excelente trabajo de su equipo en los últimos quilómetros, poniéndole en posición cómoda para rematar la faena ante el británico Etan Vernon (Israel Premier Tech) y el venezolano Orluis Aular (Movistar), quien se ha peleado con los grandes para subir al podio. Los españoles Iván GarcíaDavid González han terminado quinto y sexto, respectivamente.

Philipsen vuela en Novara y no da opción a la sorpresa

La etapa se antojaba ideal para que un velocista tuviera el lujo de llevar el maillot rojo de líder de la general de la Vuelta a España. Así se antojaba y así ha sido, ya que no ha habido sorpresas. Si había algún favorito claro, este era sin duda Jasper Philipsen, primer líder del Tour de Francia 2025 y que ha repetido honor en la Vuelta. La etapa ha empezado con la salida en estampida de seis ciclistas. Joel Nicolau (Caja Rural-Seguros RGA), Hugo de la Calle (Burgos Berpellet BH), Reinderink (Soudal), Nico Vinokourov (Astana), Bouwman (Jayco) y Verre (Arkéa) se han repartido los alicientes iniciales, conquistando este último el primer maillot de la montaña tras coronar en La Serra.

La fuga ha empezado a ceder con el paso de los quilómetros, pero el asturiano Hugo de la Calle, campeón de España sub 23 la pasada temporada, ha resistido en solitario hasta que quedaban 38 km, momento en que el pelotón lo ha devorado. A partir de aquí, el pelotón ha marchado unido y a un ritmo muy alto, pero cuando restaba casi un quilómetro, Philipsen ha impuesto su fuerza para ganar la etapa y ponerse el maillot de líder. 

Con esta victoria y merced a su superioridad en el esprint, Jasper Philipsen se coloca como líder de la clasificación general. Sin embargo, es algo anecdótico, ya que, al ser un sprinter, no peleará por ella en ningún momento. El belga, eso sí, recordará esta victoria para siempre, tal y como ha asegurado en la misma meta: "Es un momento especial, supone el maillot rojo. Los compañeros me han colocado perfectamente, he encontrado la distancia y he podido ganar. Ya estrené el amarillo en el Tour, por lo que esta victoria la recordaré siempre".

Este domingo se disputa la segunda etapa entre Alba y Limone Piamonte, de 159,5 km. Jornada llana, pero con el primer aliciente de la presente edición, ya que esta termina en alto y puede ser la primera toma de contacto para los hombres de la general.