Una reciente investigación tuvo lugar para tratar descubrir si los suplementos de aceite omega 3 pueden mejorar la atención en algunos jóvenes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). El TDAH es una condición en la que una persona presenta un patrón marcado de falta de atención o hiperactividad e impulsividad, o todos los síntomas al mismo tiempo, a un nivel que interfiere con el desarrollo y el funcionamiento normal de quien lo padece.
Durante 12 semanas, los científicos estuvieron suministrando a jóvenes voluntarios, altas dosis de ácido graso omega 3, ácido eicosapentaenoico (EPA) o un placebo, según los casos.
Los resultados mostraron que de los participantes que recibieron el suplemento de omega 3, aquellos que tenían los niveles más bajos de EPA en su sangre, mostraron una atención y una vigilancia mejoradas. Sin embargo, no se hallaron tales mejoras en los participantes cuyos niveles sanguíneos de EPA fueron normales o altos. También se identificaron algunas consecuencias negativas de tomar suplementos de omega 3. Las personas con altos niveles de EPA en la sangre que tomaron el suplemento mostraron un aumento en la impulsividad.
Los investigadores sugieren que estos resultados apuntan a la necesidad de que los psiquiatras adopten un enfoque de medicina personalizada al tratar a los jóvenes con TDAH. Al fin y al cabo, los suplementos de omega 3 solo funcionaron en niños que tenían niveles más bajos de EPA en la sangre, como si la suplementación estuviera reponiendo la carencia del citado nutriente.
El estudio
En el nuevo estudio, los científicos del King's College de Londres en el Reino Unido y la Universidad de Medicina de China en Taichung, Taiwán, investigaron el efecto de los suplementos de aceite de pescado omega 3 en la función cognitiva en jóvenes con TDAH.
La investigación fue llevada a cabo por científicos del King’s College de Londres y de la Universidad de Medicina de China en Taiwán. Se trató de un ensayo controlado aleatorio y en el mismo participaron 92 jóvenes con TDAH con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Los jóvenes recibieron altas dosis de los citados ácido graso omega 3, ácido eicosapentaenoico (EPA) y un placebo durante una docena de semanas.
El omega 3 es un grupo de ácidos grasos poliinsaturados que juegan varios papeles vitales en el cuerpo. Ayudan a formar membranas celulares, producen energía y producen moléculas de señalización llamadas eicosanoides. En la investigación, los científicos se centraron en el EPA y otros dos tipos de omega-3: el ácido alfa-linolénico (ALA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
Los resultados del estudio se suman a los de investigaciones anteriores realizadas por el mismo equipo que descubrió que el TDAH era más común en los jóvenes con deficiencia de omega 3.
El tratamiento estándar para jóvenes con TDAH incluye darles estimulantes. Uno de esos estimulantes, el metilfenidato, generalmente produce mejoras (los científicos las describen en términos de tamaños de efecto) de entre 0,22 a 0,42 para atención y vigilancia.
Los resultados del ensayo mostraron que los jóvenes con bajo EPA que recibieron suplementos de omega 3 mostraron mejoras con un tamaño de efecto de 0,83 para la vigilancia y 0,89 para la atención focalizada.
Según los investigadores, “para aquellos niños con deficiencia de omega 3, los suplementos de aceite de pescado podrían ser una opción preferible a los tratamientos estimulantes estándar”. Sin embargo, el equipo también señala que los suplementos pueden tener consecuencias adversas para los jóvenes que no tienen una deficiencia de omega 3.
En todo caso, este nuevo estudio establece un precedente importante para otras intervenciones nutricionales, y sus responsables hablan de poder comenzar a aprovechar los beneficios de una especie psiquiatría personalizada a los niños con TDAH.