El cáncer es uno de los grandes males de nuestros días. Y dentro de los distintos tipos, el cáncer colorrectal es el más común y el segundo más mortal después del de pulmón. La incidencia está aumentando en Europa, especialmente en la población menor de 50 años, lo que tiene bastante alarmados a los especialistas. Entre otras cosas porque el cribado de este tumor se inicia a los 50 años aproximadamente. En España, se diagnostican alrededor de 45.000 personas cada año, de las cuales un tercio no supera la enfermedad.

El mayor problema reside en que esta forma de cáncer, en ocasiones, no tiene síntomas obvios en sus etapas iniciales, lo que puede dificultar el diagnóstico temprano. ¿Esto qué significa? Pues que las personas enfermas no tienen la oportunidad de comenzar el tratamiento adecuado antes de que el tumor crezca y se extienda. Por estas razones, los investigadores buscan continuamente mejores formas de comprender los factores que impulsan la aparición del tumor así como sus detección temprana.

Científicos

Un equipo de especialistas de los Hôpitaux Universitaires Henri Mondor y la Universidad Paris-Est Créteil, en Francia, ha llevado a cabo un estudio con ratones en el que ha demostrado que un desequilibrio en la microbiota del intestino, llamada disbiosis –que conlleva la pérdida de masa bacteriana beneficiosa–, está relacionada con la aparición del cáncer colorrectal.  

Este hallazgo ha ayudado a los investigadores a desarrollar un análisis de sangre capaz de detectar los cambios epigenéticos (expresión génica) que, a su vez, están asociados con la disbiosis y el desarrollo de tumores.

El estudio

Los científicos estudiaron 136 ratones a los que trasplantaron muestras de heces frescas recolectadas de nueve personas con cáncer colorrectal esporádico –el más común, que no está relacionado con la herencia familiar– y muestras de heces frescas de nueve individuos sanos. Luego, 7 y 14 semanas después de los trasplantes, los investigadores realizaron un análisis en los ratones para comprobar cualquier cambio que se hubiera producido.

Pues bien, los ratones que habían recibido trasplantes de heces de pacientes con cáncer presentaban disbiosis y habían desarrollado lesiones precancerosas. Los investigadores también descubrieron que estos ratones tenían un número anormalmente alto de genes hipermetilados, una característica típicamente asociada con tumores cancerosos. Cuando realizaron análisis similares para personas con cáncer colorrectal esporádico, los investigadores encontraron el mismo vínculo entre la disbiosis y los cambios anormales en la expresión génica.

Muestra sangre

El próximo reto es desarrollar un análisis de sangre no invasivo para diagnosticar el cáncer colorrectal en estadio temprano, en personas que no presentan síntomas. De momento, los expertos ya han ideado una prueba para evaluar el nivel de hipermetilación de tres genes diferentes en el genoma bacteriano, en la que han implicado genomas bacterianos de 1.000 personas sin síntomas y a punto de realizarse una colonoscopia para detectar tumores cancerosos. Los investigadores analizaron los niveles de hipermetilación de los tres genes en el análisis de sangre. Los resultados han sido esperanzadores, aunque todavía queda mucha investigación por delante.