La melatonina es una hormona que produce nuestro organismo y que interviene en la regulación de los ciclos circadianos favoreciendo la relajación y la conciliación del sueño cuando llega la noche. Pero además, en los últimos años ha adquirido una gran notoriedad gracias al incremento en la ingesta de suplementos elaborados con esta hormona por parte de aquellas personas que tienen problemas para dormir.
Generalmente, la melatonina en forma de suplemento se solía prescribir para aquellas personas que viajaban mucho y sufrían jet lag o para los que tenían turnos rotarios en el trabajo. Actualmente, su uso está cada vez más extendido entre los que presentan problemas para dormir, algunos de ellos debido a que su organismo presenta niveles bajos de melatonina durante la noche.
¿Por qué puede ocurrir esto? Puede deberse a varios factores: estrés, la exposición a demasiada luz durante la noche (incluida la luz azul), la falta de luz natural durante el día, el trabajo por turnos o el envejecimiento. Pero el hecho de que se haya puesto de moda también ha provocado que salten las alarmas entre algunos especialistas. La melatonina debe ser un fármaco prescrito por un médico, que es quien debe determinar la cantidad que se debe tomar y en qué casos es necesaria o no.
La melatonina es un suplemento cada vez más utilizado para dormir mejor, aunque debe ser prescrito por un médico
Habitualmente se toma comenzando con una dosis baja, alrededor de 0,5 o 1 mg media hora antes de irse a la cama y poco a poco se puede ir aumentando la dosis según considere el especialista. Aunque hay que tener cuidado, por lo que se aconseja tomar la dosis más baja que ayude a conciliar el sueño.
La evidencia actual sugiere que los suplementos de melatonina son seguros, no son tóxicos y no causan adicción. Pero es verdad que algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves, como mareos, dolores de cabeza o náuseas. Además, otra de las razones por las que debe ser prescrita por un especialista es porque puede interactuar con una variedad de medicamentos como los somníferos o sedantes, los anticoagulantes, los anticonvulsivos, los antidepresivos, los anticonceptivos orales, los medicamentos para la diabetes o la presión arterial y los inmunodepresores.
Una de las preocupaciones que ha despertado su uso era que si se tomaba demasiada melatonina iba a provocar que el cuerpo no la produjera de manera natural. Pero parece que los estudios llevados a cabo hasta ahora demuestran que no afecta a la capacidad de su cuerpo para producirla por sí solo.
La ingesta de melatonina no supone un peligro para que el propio organismo deje de producirla
En cuanto a su uso por parte de niños y adolescentes, todavía se está investigando la idoneidad de suministrarlo según en qué casos. Los estudios parecen demostrar que los niños que reciben melatonina como tratamiento a corto plazo suelen tardar menos en quedarse dormidos, por eso se está analizando qué efectos tienen en aquellos que padecen trastornos del desarrollo neurológico, como TEA y TDAH, pero todavía los estudios no han sido concluyentes. En cualquier caso, nunca se deben administrar sin consultar con el médico.