A partir del próximo martes, 1 de febrero, Dinamarca será un país libre de restricciones contra la covid. Aunque el país nórdico se encuentra inmerso con una cuarta ola marcada, como en el resto del mundo, por la variante ómicron, el gobierno del país ha decidido eliminar todas las medidas que se impusieron para intentar controlar la expansión del virus. Los contagios, sin embargo, todavía son de récord.

Esta decisión se ha tomado, según han justificado las autoridades danesas, ante la menor peligrosidad de la nueva cepa y también la elevada tasa de vacunación, que permitirán a los daneses convivir con el virus y entrar en la conocida como "nueva normalidad". Así, como ya ha anunciado que hará el Gobierno una vez pasada esta ola, la covid dejará de ser considerada una enfermedad crítica para la sociedad y caerán todas las medidas hasta ahora vigentes, desde hace casi dos años: no se necesitarán las mascarillas en los interiores, no habrá limitaciones en la restauración ni en la cultura y las discotecas podrán volver a abrir.

En el resto de Europa, excepto el Reino Unido, donde también se ha anunciado el fin de las restricciones, siguen existiendo varios tipos de medidas para controlar la pandemia, esencialmente basadas en el pasaporte covid. Mientras tanto, en Dinamarca estas pasarán a la historia cuando acabe el mes de enero. "Estamos preparados para salir de la sombra de la covid, decimos adiós a las restricciones y damos la bienvenida a la vida que teníamos antes. La pandemia sigue existiendo, pero ya hemos pasado la etapa crítica", ha justificado la primera ministra del país, Mette Frederiksen, en las últimas horas.

Etapa de transición

Para Frederiksen, esta decisión es un "hito" muy importante después de dos años de pandemia y supone el primer paso de la "transición", hacia una nueva fase. Además, quiso destacar que esta no había sido una decisión tomada solamente desde el gobierno, sino que cuenta con la aprobación del comité científico que lo ha ido asesorando desde marzo del 2020. También ha aclarado porque se ha tomado esta decisión ahora, cuando los contagios todavía son muy altos: "Puede parecer extraño y paradójico que eliminemos las restricciones con las actuales tasas de casos diarios, pero nos tenemos que fijar en otros indicadores. Uno de los más cruciales es el de enfermos graves, y esta curva ya se ha roto".

mette frederiksen dinamarca efeMette Frerderiksen anuncia el fin de las restricciones / Efe

Dinamarca ha destacado en los últimos meses para ser uno de los países que más test hace a su población. Según la última recopilación de datos, se han detectado 46.747 positivos en las últimas 24 horas, nueve veces más que hace un año, cuando los daneses estaban inmersos en la segunda ola de la covid. En cambio, la menor gravedad de ómicron ha provocado que haya 938 ingresados en los hospitales, unos 50 menos que entonces. Es una situación similar a la catalana, que con unas cifras de contagios de récord no supera el pico de ingresados en los hospitales.

Además, según han apuntado las autoridades sanitarias, entre un 30% y un 40% de las personas ingresadas fueron hospitalizadas por otros motivos y después dieron positivo en covid. Es decir, son pacientes con covid y no por covid. También se ha reducido mucho la presencia de hospitalizados en las UCI, que baja semana tras semana. Ahora, hay 40 pacientes críticos, hecho que demuestra que la ómicron es menos perjudicial, según Frederiksen.

Vuelta a la normalidad

Ahora, la vuelta a la normalidad se hará en tres fases diferentes. La primera durará hasta la primavera y se mantendrán algunas restricciones para proteger a los grupos de más riesgo, como llevar mascarilla a las residencias. También los no vacunados que quieran entrar a Dinamarca se tendrán que hacer un test. Después, empezará una fase de vigilancia que se alargará hasta el otoño y de preparación para la tercera, que durará todo el próximo invierno. En esta, Frederiksen ya ha advertido que buena parte de la población, si no toda, se tendrá que volver a vacunar.