Yolanda Díaz quiere ganar tiempo frente al bloqueo de Junts per Catalunya y se da margen para negociar la reducción de la jornada laboral a las 37 horas y media semanales. Es la medida estrella de la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar y todavía cuenta con la oposición frontal de la formación capitaneada a Madrid por Míriam Nogueras, que hace un mes presentó una enmienda a la totalidad contra el texto. La previsión de la Moncloa era que el texto se sometiera al primer examen parlamentario, que hoy por hoy descarrilaría por la oposición de Junts, el PP y Vox (que también han presentado enmiendas a la totalidad), el próximo martes 22 de julio en el último pleno del curso político en el Congreso de los Diputados. Pero finalmente será más adelante.
📝 Junts consuma la amenaza y registra la enmienda a la totalidad contra la reducción de la jornada laboral
“Dado que se trata de una medida importante para el Gobierno, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha decidido dar más tiempo a estos trabajos para que se pueda superar la fase de totalidad en el próximo periodo de sesiones”, anuncian fuentes del ministerio de Yolanda Díaz. Ahora bien, fuentes de Junts per Catalunya consultadas por ElNacional.cat niegan de raíz que ellos hayan pedido “más tiempo” o “posponer el debate de la ley”, subrayan que su posición es la misma que el primer día y aseguran que no ha habido avances en las negociaciones. “Son ellos los que deciden no llevarla al pleno porque la perderían”, esgrimen. “No hemos decidido ni pedido nada y menos tiempo”, insisten.
Así mismo, fuentes conocedoras de la reunión próximas al Gobierno justifican que la votación no sea la semana que viene porque el momento político “no es el adecuado”. “El debate de la jornada tiene que estar centrado en la jornada y no en otros intereses mediáticos”, justifican. Por su parte, en las redes sociales, Foment del Traball, la principal patronal catalana, ha valorado “positivamente” que Junts por Catalunya haya hecho un “ejercicio de coherencia” y “mantenga su posicionamiento tan relevante para la economía productiva”.
“No votaremos esta ley si no se reescribe de cero”
Desde el Ministerio de Trabajo aseguran que este martes se han reunido los dos equipos negociadores en un encuentro que “se enmarca en los trabajos y contactos con las diversas fuerzas políticas” para la tramitación parlamentaria del proyecto de ley y que es “continuidad de los trabajos que el ministerio y Junts han desarrollado a varios niveles”. Ahora bien, es una reunión que desde las filas juntaires no confirman.
Según la versión del equipo de Yolanda Díaz, Junts ha recordado su “interés en proteger las PYMES, los autónomos y los trabajadores de Catalunya que se enfrentan diariamente con impedimentos que dificultan su actividad y crecimiento” y ha insistido en que la ley “no es posible sin consenso” y tiene que ser una “oportunidad para las pymes” y “recoger todas las peticiones”. “Requiere, en todo caso, de tiempo y seguir trabajando”, subrayan las mismas voces desde el Ministerio. En paralelo, fuentes de Junts consultadas por ElNacional.cat enfrían las expectativas del Gobierno: “La fijación de la posición está hecha desde el primer día. No votaremos esta ley si no se reescribe de cero con cambios muy importantes en el contenido”.
No es la primera vez que el Gobierno maniobra para echar atrás una votación. La decisión de Yolanda Díaz recuerda la que tomó María Jesús Montero hace diez meses cuando retiró la votación del techo de déficit, que tenía que ser la primera piedra de los presupuestos generales del 2025, para evitar repetir la derrota de julio. Posteriormente, nunca se ha sabido nada más de aquella negociación y semana tras semana Junts ha negado que se hayan abierto nuevas conversaciones sobre esta cuestión.
La “viabilidad de las pymes” se puede ver “gravemente perjudicada” por una “imposición rígida”
El texto de la enmienda a la totalidad de Junts argumenta que la “viabilidad de las pymes” se puede ver “gravemente perjudicada” por la “imposición rígida” de la reducción de la jornada y advierte que, “en lugar de fomentar la creación de empleo”, puede acabar traduciéndose en una “destrucción de puestos de trabajo”. Los juntaires alegan que los “mecanismos para ajustar los tiempos para trabajar mejor” se tienen que establecer en el marco de los convenios colectivos y avisa que “fiar la solución de las carencias” del mercado laboral a la reducción por ley de la jornada laboral “puede comportar el efecto contrario al deseado”.
“El impacto de la imposición por ley de la reducción de la jornada laboral será desigual tanto sectorial como territorialmente y donde mayores dificultades generará será en la micro, la pequeña y la mediana empresa”, añade el texto. Finalmente, los juntaires instan el Gobierno a “abrir un proceso de diálogo social real y riguroso” que “permita evaluar todas las implicaciones de una reforma de esta envergadura” y lo invita a presentar una nueva propuesta “basada en la flexibilidad y con un enfoque equilibrado y gradual que dé respuesta a las diferentes realidades”.
Míriam Nogueras, en mayo: “Propusimos hacer una negociación antes de que se aprobara el texto y nos encontramos la puerta cerrada”
Hace dos meses y medio, después de que Yolanda Díaz expresara que había “margen” para la negociación, Míriam Nogueras lamentó que no había sido posible: “Nosotros propusimos hacer una negociación antes de que se aprobara el texto y nos encontramos la puerta cerrada. Los que no han querido negociar son ellos”, dijo en una breve comparecencia ante los medios de comunicación. La portavoz de Junts en el Congreso denunció que la propuesta “se ha negociado solo con el lobby sindical español”, “aprieta a los de siempre” y “pone en riesgo muchos puestos de trabajo”. Fuentes de la formación eran muy críticas con el texto: “Es infumable e inaceptable. Han aprobado la ley para tener un titular, pero la realidad es muy diferente”, alegaban. “Han hecho una ley que saben que nosotros no podemos aceptar de ninguna forma. No se puede cambiar nada porque no podemos aceptar ningún punto”, verbalizaban las mismas voces.