El tiempo de barbecho es aquel periodo en el cual los campesinos dejan reponer la tierra después de años de cosecha con el objetivo de recuperar y almacenar materia orgánica y la humedad de la tierra. Pues bien, de esta forma ha descrito el secretario general de Junts, Jordi Turull, la situación política de Junts per Catalunya, que, según el dirigente juntaire, busca rearmarse, escuchar y sentir a la sociedad catalana. "Haremos que el tiempo de barbecho se convierta en un tiempo productivo, de esperanza y con confianza para el futuro," ha dicho Turull en el primer consejo nacional del partido del curso político que este sábado se celebra en Figueres. En este tiempo de barbecho que describe Turull hay uno de los árboles frutales que los juntaires buscan hacer crecer en Catalunya: las competencias de inmigración. Este martes que viene, el Congreso de los Diputados vota la delegación de estas herramientas a la Generalitat de Catalunya, para que, en un futuro, el Parlament pueda legislar sobre la materia.
Previsiblemente, este acuerdo entre los juntaires y los socialistas no saldrá adelante, porque, con la aritmética parlamentaria actual, los dos partidos necesitan los votos de Podemos, a quien ha tildado de "racista" una ley que lo que busca es dar herramientas sl Parlament para que legisle sobre inmigración. Si Turull, este pasado martes en Vilanova i la Geltrú, ya acusó a Podemos de preferir que gestione la inmigración el PP y la Guardia Civil que Catalunya y los Mossos, este sábado ha elevado el tono y ha tildado la formación de Ione Belarra e Irene Montero de "catalanófobos y anticatalanistas". "Eso demuestra que la catalanofobia es un hecho transversal del panorama político español. Estamos acostumbrados a PP y Vox, pero ahora Podemos nos llama racistas. Eso no se han atrevido ni a decírnoslo las cloacas del Estado", ha remachado Turull.
Esta semana no ha habido contactos entre la formación podemita y los juntaires porque, según fuentes de Junts, los primeros "no quieren hablar". "Es una cuestión de anticatalanismo. No es una cuestión de traspasos, sino desde donde se piden. O no saben leer la ley, o no conocen Catalunya y los valores del catalanismo con la Catalunya de un solo pueblo", ha dicho Turull, que considera que se volverá a activar "el antas roja que rota para garantizar el atado y bien atado". De esta forma, el secretario general juntaire ha recordado que votarán en contra de esta cuestión conjuntamente con el Partido Popular y Vox y ha advertido que, con más o menos competencias, su partido seguirá defendiendo la nación y la lengua".
Tomarán decisiones en otoño
Precisamente, la delegación de las competencias de inmigración fue una de las cuestiones que se trataron este jueves en la reunión mensual entre el PSOE y Junts en Suiza. Puigdemont, Turull y Nogueras trasladaron su malestar al expresidente del Gobierno Zapatero y les advirtieron que durante este otoño "tomarían decisiones", tal como ya trasladó el mismo líder juntaire al president Illa y a la Permanente de Junts, que, por cierto, vuelve a estar convocada este lunes a Waterloo para abordar la reunión con el PSOE. Precisamente, sobre tomar decisiones se ha referido Turull: "Tendremos que tomar pronto decisiones. Será un ciclo donde Junts será motivo de muchas presiones, estaremos sometidos a una brutal prueba de resistencia y jugaremos la partida que definirá nuestro futuro", ha dicho el número dos de Junts, que considera que de sus decisiones dependerá el futuro de Catalunya. "De nuestros éxitos dependerá de que Catalunya ponga freno a la estrategia desnacionalizadora y anestesiadora del Govern de Illa o esté secuestrado por los discursos que atizan el odio y la división social", ha insistido el dirigente juntaire.
De hecho, por eso también ha advertido que el debate de política general será una "gran prueba", tal como ya subrayó a la misma portavoz juntaire en el Parlament, Mònica Sales, quien exigió que el PSC vote a favor de las propuestas juntaires vinculadas al Acuerdo de Bruselas para combatir el "doble discurso" que consideran que hay entre lo que se acuerda en Suiza y lo que decide al PSC en el Parlament de Catalunya. "Muy pronto, cuando tomemos decisiones complejas y cuandoquiera que empiece un nuevo ciclo, hay que reunir una gran mayoría para una nueva oleada que nos lleve progreso, esperanza y la libertad de los catalanes", ha dicho Turull, que también ha pedido que cuando vuelva Puigdemont tiene que encontrar un partido "conectado al país".
Rebaja de impuestos, multirreincidencia o políticas de juventud
Turull también ha fijado entre las prioridades de la acción política de Junts la protección de la lengua catalana, la lucha contra la multirreincidencia, las políticas de juventud, la desburocratización, la vivienda o la lucha contra las okupacions. "La lengua es el nervio de la nación y la defenderemos más que nunca", ha advertido Turull, poniendo de ejemplo la oficialidad del catalán en la UE, el uso del catalán en el Congreso o que La2 sea íntegramente en catalán. Al mismo tiempo, Turull ha hecho un llamamiento para que Catalunya deje de ser un "infierno fiscal". "Ya es suficiente de aguantar una presión fiscal injusta para aguantar el espolio fiscal", ha reivindicado Turull, que ha criticado al PSC que no acompañe Junts y ERC en la lucha contra el "déficit fiscal" en el Congreso. "Si alguien quiere encontrar la causa de tanta gente de tanto cabreo y frustración la puede encontrar que para pagar las clases medias y trabajadoras son los primeros, pero para recibir una atención adecuada y de calidad siempre son los últimos", ha asegurado Turull, que afirma que por eso reclama la "independencia" con un salario mínimo interprofesional catalán y unas pensiones sujetas al coste de la vida.