La publicación de los whatsapps entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos son mero "cotilleo", pero su filtración es un "delito". Así se ha expresado este miércoles el presidente del Gobierno sobre sus mensajes con su antigua mano derecha en la sesión de control a su ejecutivo en el Congreso de los Diputados. Ha sido la primera vez que el líder socialista se pronuncia sobre su correspondencia digital con el exministro imputado en el caso Koldo. Lo ha hecho en respuesta a las preguntas del popular Alberto Núñez Feijóo y del republicano Gabriel Rufián. El primero ha hurgado en la herida que ha abierto este chat, mientras que el segundo ha denunciado que los socialistas son ahora víctimas de la misma ofensiva que ha sufrido el independentismo.

 

El examen parlamentario al Gobierno de este miércoles ha empezado con el cara a cara entre el presidente del ejecutivo y el jefe de la oposición. Feijóo ha recriminado que Sánchez "se implicara en el rescate de una compañía aérea después de que su esposa recibiera una llamada para agilizarlo". Con un tono amenazador que ha indignado la bancada socialista, el líder del PP ha dado "una oportunidad" a su adversario para que dimita. Ha hecho un repaso de algunos de los descalificativos que Sánchez utilizaba para referirse a miembros de su Consejo de Ministros, y ha ironizado diciendo que el PSOE también le tendría que haber borrado a Ábalos el contenido de su móvil, así como se habría hecho, supuestamente, con el contenido del teléfono del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

En su respuesta, Sánchez ha recriminado a Feijóo que el PP monte "un escándalo con una filtración inexistente" —en referencia a la investigación al fiscal general por, presuntamente, haber difundido unos correos incriminatorios de la pareja de Isabel Díaz Ayuso— y "se esté regodeando con una filtración que es un delito". "Quieren ganar por agotamiento y perderán por aburrimiento" las próximas elecciones generales, ha pronosticado el presidente español, que ha denunciado la estrategia de "judicialización de la vida política". Ha acabado su primera intervención haciendo broma del congreso que el PP celebrará en julio: "Usted lo comparó con el cónclave del Vaticano; vigile porque quien entra como Papa sale cardenal; ha convocado esta cita congresual para preparar el partido ante un adelanto electoral; ¿la actual dirección no está preparada? Por muchas piezas que cambien, no cambiará la pieza averiada que no funciona y que es usted".

Después ha sido el turno de Gabriel Rufián. El líder de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados le ha preguntado cuál es el "propósito" de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Ha contestado que es mejorar la vida de los ciudadanos, y ha puesto en valor los buenos datos económicos del país que están eclipsados por el "cotilleo", en referencia a la publicación de sus whatsapps con Ábalos. Entonces, Rufián le ha contestado que la publicación de estos mensajes forma parte de una "ofensiva judicial, policial, digital y mediática" de la que el PSOE ahora es víctima, pero que optó por el "silencio cómplice" cuando la sufría el independentismo y Podemos.

"Y mientras tanto, se reparten los jueces con el PP y comercian con el estado genocida de Israel", ha añadido el líder republicano en Madrid, que ha aprovechado para disparar nuevamente contra Junts per Catalunya por quererse "cargar" la reducción de la jornada laboral porque "son la voz de la patronal". "¿Qué más tienen que hacer la derecha y ultraderecha española y la derecha catalana para que ustedes pasen a la ofensiva?", le ha preguntado Rufián a Sánchez. El presidente del Gobierno, en su respuesta, ha asegurado que "la mayoría de los jueces" de este Estado sí que ejercen su trabajo "de forma imparcial". "Y decir que nosotros hemos tenido un silencio cómplice... disculpe, pero lo hemos estado sufriendo siete años", ha sentenciado el líder socialista.

El Gobierno llevará a los tribunales la filtración de los whatsapps entre Sánchez y Ábalos

Este martes, el Gobierno advirtió que la filtración de los whatsapps entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos "podría ser un comportamiento delictivo". Se expresó así el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en una rueda de prensa en la que dio por hecho que "habrá una investigación" por parte de la justicia sobre cómo han llegado a publicarse los mensajes entre el presidente del Gobierno y su antigua mano derecha. "Si no, iniciaremos las acciones legales pertinentes", avanzó quien es ahora uno de los hombres de máxima confianza del líder socialista.