“Del cónclave del papa al cónclave del PP”. Alberto Núñez Feijóo ha dado el paso y convoca el Congreso Nacional del PP el 5 y 6 de julio en Madrid. La cita orgánica más importante de la formación, que estaba prevista para abril de 2026, servirá para relanzar el partido con la mirada puesta en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2027 y las futuras elecciones generales, sean cuando sean. “Porque no me fío de Sánchez, debemos estar preparados”, ha defendido el líder del PP durante el Comité Ejecutivo que se ha celebrado en Génova. Los rumores sobrevolaban el partido desde que OK Diario reveló la semana pasada que Feijóo lo estaba sopesando y, después de la inquietud que la noticia generó en las filas del PP, Feijóo mueve ficha y lo tira hacia adelante. El último congreso ordinario del PP fue en 2017, todavía con Mariano Rajoy. Posteriormente, los extraordinarios de 2018 y de 2022 sirvieron solo para renovar a la cúpula, con la elección primero de Pablo Casado y después de Feijóo. Por lo tanto, hay muchos debates ideológicos que están pendientes desde hace años que el PP pondrá ahora encima de la mesa. “Tenemos que activar el contador del cambio”, ha anunciado Feijóo. “Vamos a transformar el hartazgo en ganas de cambio y la mayoría social que ya hay en mayoría política. España está esperando y nosotros estaremos preparados”, ha subrayado.
“Estamos a punto de arrancar un nuevo ciclo electoral y vamos a estar preparados”, ha proclamado el líder del PP en su discurso. En el horizonte inmediato, están los comicios en Castilla y León, que serán entre febrero y marzo de 2026, y en Andalucía, que están previstos para junio de 2026. Con el adelanto del congreso, fuentes del entorno de Feijóo alegan que evitan “interferir” en ningún proceso electoral. “España necesita con urgencia un tiempo nuevo y tenemos que estar listos para liderarlo”, ha argumentado Feijóo, que ha verbalizado que su objetivo es “activar el partido, prepararlo para hacer frente en las urnas a Pedro Sánchez y diseñar una alternativa de gobierno definitiva, sólida y decidida”. La fecha elegida, el fin de semana del 5 y 6 de julio, es cuando habrá acabado el periodo de sesiones del Congreso y del Senado para “no distraerse” en la labor de control al Gobierno y para poder “empezar el curso plenamente operativos”.
Adelantar el Congreso Nacional es una idea que rondaba por la cabeza de Feijóo desde hace semanas. El PP reservó el espacio de IFEMA hace dos meses, exactamente el 11 de marzo, sin especificar el motivo, y hace días el líder del PP se lo comunicó a los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar. Esta mañana ha hecho una ronda de llamadas con los presidentes autonómicos y lo ha compartido con el Comité de Dirección, que se ha reunido antes del Comité Ejecutivo. Fuentes cercanas a él justifican que lo que ha llevado Feijóo a tomar esta decisión ha sido el “actual contexto” del Gobierno y del PSOE, con la imposibilidad de aprobar presupuestos, cosa que “profundiza su inestabilidad”, la “situación de deterioro” y la “aceleración” de los procesos judiciales.
Una ponencia política y una modificación de los estatutos
Feijóo ha defendido que, aunque formalmente el congreso será extraordinario porque se celebrará antes de que hayan pasado cuatro años del último, será ordinario “desde el punto de vista de las ideas y del proyecto” para salir de él con una ponencia política marco que defina las prioridades del partido y una ponencia política de estatutos sobre el funcionamiento interno de la formación. “Si nos incomodara el debate, plantearíamos un congreso extraordinario sin ponencias”, esgrimen fuentes cercanas a Feijóo. Después del Congreso Nacional, se tendrían que suceder en cascada los congresos autonómicos. Los prioritarios son los de Castilla y León y Andalucía por la cercanía de las elecciones, pero también estará encima de la mesa el del País Valencià, que se tendría que celebrar en julio y que hace semanas que Génova descarta. También está pendiente el de Catalunya, con el incómodo liderazgo de Alejandro Fernández en juego. El último que se celebró fue en 2018, así que se arrastra desde 2022.
Isabel Díaz Ayuso había puesto prisas a Feijóo: “Cuando ha empezado el runrún, hay que acelerarlo”
Una de las voces más claras en las últimas horas ha sido Isabel Díaz Ayuso, que no ha asistido al Comité Ejecutivo porque tenía un acto con motivo del Día de la Enfermería como presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la líder madrileña, que es una de las figuras con más ascendencia en el PP, era partidaria de convocar el Congreso Nacional en los próximos meses: “Una vez ha empezado el runrún, hay que acelerarlo porque, si no, opina todo el mundo menos a los protagonistas”, ha esgrimido en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum. Después del anuncio de Feijóo, Ayuso ha celebrado en X que el congreso será “oportunidad para convencer a los españoles de que hay un proyecto alternativo al caos” y ha presentado a Feijóo como el “cambio imprescindible” para España.
Jorge Azcón y Paco Núñez, los más explícitos pidiendo el Congreso Nacional a las puertas de Génova
Justo antes de entrar en el Comité Ejecutivo Nacional, los barones del PP han hablado delante de los micrófonos. El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha defendido que la “situación convulsa” invita al PP a “tomar todas las decisiones para reforzarse”. “El desgaste del Gobierno, con la incertidumbre e inestabilidad, requiere que el PP esté preparado”, ha subrayado. Por su parte, el líder del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha esgrimido que un congreso aportaría “impulso, renovación e ilusión” al partido. Fuentes de su equipo defienden que convocarlo en julio o en septiembre sería el “calendario normal” de hacerlo a la mitad de la legislatura y respondería a la “secuencia histórica” de convocarlos a la mitad de la legislatura por “recomponer el partido” de cara al tramo final de la legislatura y “lanzarlo de cara a las elecciones”. En opinión de las mismas voces, el Congreso Nacional serviría para que el partido “saliera más fuerte” y daría un “empuje” y una “ilusión brutal” a la formación. “Nadie estará en contra de Feijóo”, remachan.