Pedro Sánchez ha anunciado este martes el cumplimiento de una batería de acuerdos pendientes con Junts per Catalunya con la intención de reconducir la relación con los independentistas. En dos entrevistas en Rac1 y 2Cat, el presidente del Gobierno ha "asumido" en primera persona los "incumplimientos y retrasos" que el PSOE arrastra con la formación de Carles Puigdemont desde el arranque de la legislatura y ha reconocido que "el diálogo está roto" entre ambas partes. Ante esto, el máximo líder socialista ha afirmado que el Consejo de Ministros aprobará un real decreto ley para facilitar y flexibilizar las inversiones financieramente sostenibles de las entidades locales y los ayuntamientos que tienen que ver con carpetas como, por ejemplo, la vivienda o el agua. También ha afirmado que se ampliará el plazo para la digitalización de los procesos de facturación de las empresas. Y, en futuras reuniones, el ejecutivo aprobará la creación de una partida que ayude a los propietarios ante los impagos por parte de jóvenes o familias vulnerables. Una vez más, se ha comprometido a publicar las balanzas fiscales, además de recordar que la ley contra la multirreincidencia impulsada por Junts en el Congreso de los Diputados ya está en fase de ponencia y, por lo tanto, podrá someterse pronto al examen final del Pleno de la cámara baja.
Hasta ahora, Sánchez se ha desentendido de la ruptura con Junts. Ha hecho como si nada enmarcando todo en un mero gesto. Este martes, sin embargo, después de que fuentes de la sala de máquinas de Ferraz confirmaran que los independentistas ya no les cogen el teléfono, ha dado un volantazo a su estrategia y les ha ofrecido su "mano tendida y voluntad de negociación". "No niego la gravedad de la crisis con Junts", ha reconocido en esta entrevista en la que solo ha dedicado buenas palabras al partido de Carles Puigdemont y al grupo parlamentario capitaneado en Madrid por Míriam Nogueras. "Ha sido un actor protagonista de muchos avances", ha señalado. También ha sido preguntado por la situación personal del president en el exilio. Ha reconocido que la "normalización" plena no se producirá hasta que no pueda volver a Catalunya. Es decir, cuando el Tribunal Supremo se digne a aplicar la ley de amnistía. A pesar de mantener la puerta abierta a una llamada o una reunión en Bruselas con él, ha opinado que ahora "no es el momento", teniendo en cuenta la fragilidad de las relaciones entre socialistas y juntaires.
Los acuerdos pendientes del PSOE con Junts
Ha opinado que el Acuerdo de Bruselas fue "una gran oportunidad" y fijaba el nacimiento de una "etapa importante" en las relaciones entre Catalunya y España. Aparte de los anuncios de Sánchez de este martes, hay otras carpetas que no se desencallan desde hace meses. Se trata de la aplicación total de la ley de amnistía, la delegación de las competencias en inmigración, la reforma de la ley contra las ocupaciones, así como la oficialidad del catalán en la Unión Europea.
El líder socialista ha sido preguntado por las relaciones entre Junts y el PP, ahora que Alberto Núñez Feijóo ha pedido al empresariado catalán que presione al partido de Puigdemont para sumarse a una moción de censura que incluiría a Vox en la ecuación; también después de que en una manifestación con miles de personas en Madrid, el líder de la oposición instara a Junts y PNV a dejar de "tragar". Sánchez no ha querido pronunciarse sobre la eventual moción de censura, pero sí ha dicho que sería bueno que "en un futuro lejano" los populares y los juntaires fueran capaces de llegar a acuerdos, porque sería síntoma de la "normalización" de la situación política.
Financiación singular para Catalunya y presupuestos españoles
Sánchez también se ha comprometido a cumplir el gran acuerdo pendiente con la otra formación independentista catalana que votó en noviembre de 2023 a favor de su investidura, Esquerra Republicana, que también es un socio imprescindible en el Congreso ante la ajustadísima aritmética de esta cámara. Se trata de la financiación singular para Catalunya que el Gobierno pretende reciclar en un nuevo modelo de 'singularidades' para todas las autonomías. "Ofrecerá más recursos a las comunidades y será un sistema multilateral", ha aseverado.
El presidente español ha añadido que hay "una complejidad técnica" para conseguir que Catalunya recaude sus propios impuestos. "Pero es un compromiso adquirido con ERC y hay que cumplirlo; es probable que no se pueda cumplir en su totalidad en los próximos años, pero andaremos por esa vía", ha asegurado.
Que haya avances notables en la financiación singular para Catalunya es una de las exigencias de ERC para dar apoyo a los presupuestos de los gobiernos de la Generalitat y del Estado. Junts, por su parte, da por hecho que no podrá apoyarlos mientras las relaciones con el PSOE estén rotas, sobre todo en un contexto de desinversión crónica en Catalunya, con las balanzas fiscales sin publicar y tantos acuerdos pendientes de cumplir. A pesar de todo, el presidente del Gobierno ha asegurado que presentará las próximas cuentas estatales. "No renunciaremos" a intentar aprobarlos, ha manifestado, además de reivindicar su intención de agotar la legislatura hasta 2027.
