La alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, no ha tardado ni 24 horas después de aterrizar de su viaje a Colombia para convocar hoy mismo, en pleno domingo, la dirección de Guanyem Badalona para intentar reconducir las tensiones que se han abierto al consistorio a raíz de la desobediencia del Ayuntamiento el 12-O.

Fuentes de la formación política local, en la que participan desde la CUP hasta podemitas y seguidores de Ada Colau, explican que se trata de una "reunión informativa" y aseguran que "a Guanyem hay tranquilidad". Sabater llegó ayer por la noche después de estar cinco días en Colombia a la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales del Congreso de Ciudades y Pueblos Unidos. Fuentes de Guanyem Badalona aseguran que la alcaldesa ha estado "correctamente informada en todo momento" de lo que pasaba en Badalona, pero admiten que nadie había consensuado gestos como el de romper la resolución del juez. El tercer teniente de alcalde, José Téllez, apareció el 12 de octubre ante los medios de comunicación acompañado de otros miembros del gobierno y rompió una fotocopia del documento judicial. Y es la imagen que ha quedado de aquel día.

Algunas fuentes próximas a Dolors Sabater aseguran que la alcaldesa está muy molesta por la decisión que se tomó de abrir las oficinas y romper el auto. Otros aseguran que "a Guanyem no hay fisuras". El cierto es que durante todo el episodio del 12-O en Badalona, Sabater sólo hizo un tuit aquella mañana políticamente correcto y no dijo nada más, en una actitud prudente.

 

"Nos lo hubiéramos podido ahorrar"

Fuentes de Guanyem Badalona admiten en El Nacional que el gesto de romper el auto nos lo hubiéramos podido ahorrar y que es evidente que "no ha gustado a todo el mundo". Especialmente a los socios de gobierno, ERC e ICV. El segundo teniente de alcalde, de Iniciativa, Àlex Mañas, ni siquiera se presentó al Ayuntamiento el 12 de octubre. Ni él, ni la concejala de su mismo grupo, Maria Gallardo. En declaraciones a los medios, Mañas criticó que Badalona se ha convertido en un "circo mediático, que retroalimentan el PP e independentistas". El día siguiente sí que fue a los juzgados para dar apoyo al equipo de gobierno. Dijo que estaba para defender el acuerdo con los sindicatos que permitía no hacer fiesta a los trabajadores voluntariamente el 12 de octubre y cambiarla por otro día. Pero se le veía incómodo y en desacuerdo con sus compañeros de gobierno.

ERC tampoco está cómoda. Pese a defender el hecho de quien quiere o no quiere hacer fiesta el 12 de octubre, los motivos por los que el gobierno decidió trabajar el día de la Hispanidad y dar fiesta a los trabajadores que quisieran, las presiones del entorno de la CUP para no acatar la prohibición de trabajar desde que se conoció la resolución judicial hasta que Téllez rompió el auto han incomodado a los concejales y al partido. Hay cierto malestar, que se hizo evidente el mismo día de la vista en los juzgados. El alcalde accidental, el republicano Oriol Lladó, se desmarcó del gesto de Téllez durante una entrevista en la Televisión de Badalona que recoge el Twitter del programa Badalona 360º.

 

Desde que llega el auto con la prohibición judicial al Ayuntamiento de Badalona hasta que se avisa a los trabajadores y se comparece en rueda de prensa acatando inicialmente la resolución pasan dos horas escasas. El gobierno local anuncia que se toma la decisión de acatar y que Dolors Sabater está al caso vía telefónica justo antes de embarcar en el aeropuerto de El Prat. Los trabajadores reciben hacia las cuatro menos cuarto la comunicación del jefe de recursos humanos que no vayan a trabajar el 12 de octubre. Y a las cuatro en punto comparecen el alcalde accidental, Oriol Lladó, y el tercer teniente de alcalde, José Téllez, contándolo.

El Ayuntamiento anuncia que acata la decisión del juez pero que atenderá a los ciudadanos en la calle. Se toma la decisión porque la resolución judicial afecta a terceros (los trabajadores) y el gobierno no quiere consecuencias judiciales para los trabajadores, y en la calle la actuación política está permitida. Pero entonces se desata la crítica en las redes por la marcha atrás en el anuncio de desobediencia. Desde Francesc Homs, que bromeó con la situación, hasta los propios dirigentes de CUP, que la mañana del 12 de octubre se plantaron a las puertas de las oficinas municipales del Viver para secundar la vía rupturista.

Fuentes próximas al equipo de gobierno explican que la presión de los partidarios de la desobediencia durante la tarde del día 11 de octubre, cuando ya se había hecho público que no se abriria el Ayuntamiento, es intensa. Finalmente, el gobierno sorprendió abriendo el Ayuntamiento y Téllez rompió el auto sin pactarlo con el resto de concejales delante de dirigentes destacados de la CUP Nacional como Eulàlia Reguant, Albert Botran y el exdiputado David Fernàndez.