Gabriel Rufián ha opinado sobre el 'no' de Junts a Pedro Sánchez, después del intento de acercamiento de este martes por parte del presidente del Gobierno y el portazo de este miércoles de Míriam Nogueras. "No tengo puñeteras ganas de que Santiago Abascal sea vicepresidente", ha dicho el líder de ERC en Madrid, en una entrevista de este miércoles en Rac1. Con estas palabras, Rufián ha criticado la nueva negativa de Junts al PSOE, ya que considera que tal cosa solo acelera el ascenso del PP y Vox al poder. "Todo el mundo es consciente de que la ola que viene es imparable, y lo único que podemos hacer es retrasar la llegada de la derecha y la ultraderecha", ha apuntado
El líder republicano ha asegurado que su planteamiento no le hace en absoluto "español" ni nada similar, y ha dejado claro que nada de esto quiere decir que el PSOE pueda hacer lo que quiera. "El escenario ideal es el de los últimos cinco años, con un PSOE exigido que ha tenido que hacer un montón de cosas que no quería hacer", ha manifestado. En la misma línea, ha recordado que fue cosa de ERC, del BNG, de EH Bildu, así como de la CUP y de Junts, que Albert Rivera no fuera vicepresidente del Gobierno. Y ha insistido: "Unos cuantos grupos parlamentarios obligamos al PSOE a hacer cosas que no quería hacer".
Una tregua con Junts entre reproches
Sobre las últimas noticias de la relación Junts-PSOE, Rufián también ha dicho que "dos ridículos acaban". Por un lado, que "el ridículo de Pedro Sánchez, que hacía ver que no pasaba nada"; por otro, "el de Junts, haciendo ver que no le afectaba votar con el PP y Vox", ya que se prevé que los independentistas sí voten a favor de la batería de medidas anunciadas por el presidente español. En esta línea, ha vuelto a decir que él no vende "mercancía tóxica y falsa" a su gente, "como decir que las leyes del Congreso no afectan a los catalanes".
Pero no todo han sido ataques. El líder de ERC ha asegurado que "la colaboración es impepinable" para llegar a la independencia, tendiendo la mano de nuevo a Junts. Para tender puentes, ha pedido dos cosas "a la derecha catalana": "Le pido respeto hacia nosotros y que respete los resultados electorales". Esta referencia al respeto a los resultados electorales implica que Junts debe aceptar que, de vez en cuando, pierden: "Si no, podemos interpretar que Cataluña no es su país, sino que es su negocio. Como le pasa al PP". La tregua ha sido corta.
Ataques contra Sílvia Orriols
Rufián ha sugerido, un poco a regañadientes, que se podría hablar con Junts sobre algún tipo de frente o acuerdo con puntos programáticos en el Congreso de los Diputados para decir "sí, nos comprometemos a esto". Con Junts, también el PNV y, obviamente, las izquierdas soberanistas. "El futuro es de frente amplio (...) Hay gente en el Estado que quiere votar un proyecto como el de ERC o EH Bildu. Se tiene que permitir que eso pase", ha dicho, sobre aquella propuesta de un posible espacio de izquierdas. Ahora bien, no ha querido detallar cómo llevaría adelante la idea.
Entre otras cuestiones que ha tratado el republicano, destaca el auge de Aliança Catalana. Hablando sobre la llegada "inevitable" de la extrema derecha al poder, ha dicho que "ser facha está de moda". "Mire la Sílvia Orriols. (...) La extrema derecha será una gripe que pasará, pero nos la comeremos", ha dicho. En este contexto, ha considerado que acusar a Aliança Catalana de ser un producto del CNI, como había sugerido Oriol Junqueras, es inútil: "Es como Ciudadanos. Era igual que dijeras que era de derechas y que era un artefacto del CNI. Con Orriols igual". "¿Qué hay que decirles? Que no son patriotas, no puedes serlo odiando a la mitad de tu patria. Que no son valientes. Meterse con el débil, por muy delincuente que sea, no es de ser valiente. Métete con el ruso multimillonario y narcotraficante que compra pisos en Barcelona para alquilarlos a 2.000 euros al mes. Eso no lo oirás decir", ha apuntado. Y, para acabar, ha llamado la atención esta idea que tiene de la alcaldesa de Ripoll: "Es más fascista que Isabel Díaz Ayuso".