"Decidimos que no haríamos un acuerdo por la estabilidad de la legislatura. Por eso digo que en otoño quizás pasarán cosas que no habían pasado hasta ahora. Nosotros ya hemos dado bastante tiempo", este es uno de los fragmentos del president en el exilio, Carles Puigdemont, ha lanzado esta tarde en Prada, en la Catalunya Nord, durante su conferencia "Lliçó Fabra: «La lengua catalana y Europa»" en la Universitat Catalana d'Estiu. El líder de Junts per Catalunya ha vaticinado que este verano "pasarán cosas", sobre todo con respecto a las relaciones con el POSE y después de volver a advertirles que el Acuerdo de Bruselas no es un pacto de legislatura. Puigdemont ha centrado su intervención sobre el papel de Pompeu Fabra para la lengua y el nacionalismo catalán y, de esta forma, lo ha relacionado con su espíritu de lucha en el marco de las negociaciones de la oficialidad del catalán a las instituciones europeas entre el Gobierno y los Estados miembros de la UE. "Pompeu Fabra es de los que están en los primeros sitios de la lista al ser reconocidos y recordados. Sin él seguramente tampoco habríamos mantenido la pulsión lingüicida de los regímenes españoles y francés", ha dicho Puigdemont, que argumenta que la represión de entonces todavía afecta al estado del catalán en los Países Catalanes.

El president en el exilio, eso sí, ha evitado fijar una fecha límite para la oficialidad, ya que se trata de un proceso "lento" y ha pedido "paciencia", mientras ha dejado claro que "lo lucharán hasta el final, tal como hizo Pompeu Fabra". El líder juntaire también ha lamentado que el Gobierno "se haya puesto tarde", poniendo de ejemplo el cambio de gobierno que ha habido a Alemania. De hecho, los alemanes son uno de los estados reticentes a la oficialidad, después de las llamadas reconocidas por el Partido Popular -el gobierno alemán es de la familia conservadora. Por eso, el juntaire les ha enviado un mensaje: "Impedir que el catalán recupere la normalidad de que tendría que disfrutar es, por lo tanto, perpetuar la victoria de Franco sobre nuestra lengua", asegura Puigdemont, insistiendo en los efectos de la represión franquista y en el hecho de que, sin su victoria, el catalán "ya sería oficial" en la UE.

 

El anfiteatro estaba lleno hasta los topes para escuchar la "lección" del president en el exilio, hasta el punto que la organización ha tenido que poner una pantalla fuera para seguir su intervención. Con el president, estaba toda la plana mayor de los juntaires, empezando por el secretario general juntaire, Jordi Turull; los vicepresidentes del partido Míriam Nogueras y Antoni Castellà; el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet; la secretaria de organización, Judith Toronjo; el portavoz del partido en el Senado, Eduard Pujol; el exconseller Lluís Puig; o los diputados en el Congreso, Josep Maria Cervera y Josep Pagès. De hecho, toda la plana llanura mayor ha acompañado al president a hacer una ofrenda floral en la tumba de Pompeu Fabra, en el cementerio de Prada.

Carles Puigdemont haciendo una ofrenda floral a Pompeu Fabra / UCE

Cómo afecta el cambio demográfico a la lengua

Durante su conferencia, el presidente de Junts ha destacado el papel de Pompeu Fabra para que el nacionalismo catalán no haya caído en los nacionalismos supremacistas europeos. "Situó a Catalunya más abierta el mundo que España", reivindica Puigdemont, con la cita de: "Si yo fallo, falla la lengua". "Entendió que la obra de salvar una lengua es tan mayor que no se puede abandonar, aunque en tu entorno las bombas caigan más cerca", ha asegurado. Por eso, cree que "mientras dure la situación de desigualdad, la lengua catalana tendría que ser una cuestión irrenunciable en toda negociación política con las fuerzas españolas y el conjunto de las fuerzas catalanas". "La obra fabriana contribuye a alejar la idea de nación del mito fundacional y las leyendas, y la vincula directamente a la cultura y la lengua", ha defendido.

Puigdemont ha culpado a varios elementos de la situación de retroceso de la lengua catalana. La primera es la represión del Estado español durante el franquismo; la segunda, el cambio demográfico y a la falta de herramientas para afrontarlo: "No se puede esperar que las personas que huyen de guerras podrán integrarse en una sociedad que en muchos casos les es ajena y en muchos casos hostiles", ha dicho Puigdemont, que ha culpado a "la extrema derecha y la extrema izquierda" de negar las competencias de inmigración para poder planificar. De hecho, sobre la cuestión migratoria, ha recordado que la reforma de la ley de extranjería ya prevé que los informes para renovar la residencia acrediten el conocimiento de la lengua de la comunidad autónoma. "Si alguien no sabe entender qué es un mal de panxa o un cafè amb llet, ningún funcionario tendría que poder aprobar los papeles", ha asegurado. Y es aquí donde ha cargado contra Podemos, por negarse a aprobar la delegación de las competencias a la Generalitat.

Puigdemont durante su conferencia en el UCE / Cedida

Puigdemont reivindica los hitos alcanzados

Otro de los elementos que ha puesto sobre la mesa es que la situación legislativa del catalán no es igual en la del castellano. "Se ha aceptado que es bilingüismo, pero no lo es, como sí que pasa en Bruselas, donde las lenguas son tratadas de forma igualitaria. El catalán no tiene el mismo grado de amparo legal que el castellano", ha dicho Puigdemont, que por eso trabajan por la oficialidad del catalán en la UE.

Delante de eso, el president en el exilio ha reivindicado que hayan conseguido la oficialidad del catalán en el Congreso de los Diputados, que el Gobierno defienda la oficialidad del catalán en la UE o que el curso 2026/2027 el catalán sea oficial en las escuelas extranjeras de la UE. "No hay ninguna razón económica y jurídica para impedir la propuesta de España y la gran mayoría han avalado la medida. Europa se tiene que construir sobre su diversidad, de lenguas y culturas desde la época de Carlomagno," ha dicho Puigdemont, haciendo un llamamiento a la UE a reinventarse ante la desafección de los más jóvenes.

En su discurso, también ha lamentado que "desgraciadamente, choquemos con la agenda desnacionalitzadora del gobierno de la Generalitat y con PP y Vox que siguen utilizando la catalanofobia como arma política". Finalmente, ha denunciado las vulneraciones que sufren los catalanohablantes y ha criticado la banalización de esta realidad: "La catalanofobia ha existido siempre, es estructural en una parte de la sociedad española. Y el odio hacia un conjunto de personas, una cultura, una etnia, me parece uno de los problemas más graves que puede existir en una sociedad", ha dicho.