La situación del servicio de Rodalies de Catalunya, operado por la española Renfe, llena portadas y los quebraderos de cabeza de muchos catalanes debido a sus deficiencias crónicas, la falta de inversión y la falta de mejoras palpables por parte de sus usuarios. El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha querido usar los últimos datos de cumplimiento de los horarios y de retrasos para señalar la carencia de mejoras reales y de inversiones, que a su parecer se concentran en Madrid en perjuicio de la red catalana: "Cataluña a la cola y preferencia por Madrid", afirma Carles Puigdemont en un tuit.

"Un ciudadano de Madrid no solo disfruta de muchas más inversiones del Estado, sino que, si utiliza el tren, tiene más posibilidades de llegar, y de llegar a la hora que un catalán que usa los trenes de cercanías de Barcelona", afirma el president en el exilio. En el mismo tuit, aprovecha para cargar contra el gobierno de la Generalitat, liderado por el socialista Salvador Illa, a quien acusa de llenar "el país de propaganda y anuncios" para no despertar al pueblo catalán de la anestesia y poder terminar "el trabajo". El debate sobre la gestión de Rodalies y la falta de inversiones lleva años cociéndose en la política catalana. En este sentido, el traspaso de Rodalies a la Generalitat se concretó en una empresa mixta participada mayoritariamente por la Generalitat y donde participa el Estado, que deberá asumir la gestión del servicio a partir del 1 de enero del año que viene.

Cataluña, a la cola de la ejecución presupuestaria

La formación liderada por Carles Puigdemont blandía el argumento de la ejecución presupuestaria como una de sus demandas en la negociación presupuestaria antes de la ruptura definitiva de Junts per Catalunya con el PSOE y el gobierno español de Pedro Sánchez esta semana. Los últimos datos publicados por la Intervención General del Estado llegan hasta el 30 de junio de 2022 y apuntan a que la Administración General del Estado, es decir, la española, solo habría ejecutado el 60% de las inversiones previstas entre 2015 y 2022. Míriam Nogueras, la portavoz de Junts en el Congreso, cifraba en 6.255 millones de euros los incumplimientos desde aquella fecha. Recientemente, el ministro de Transportes, Óscar Puente, presumía de las últimas obras realizadas en Catalunya con valor de millones de euros, pero la formación independentista reprocha que se materializan ahora los incumplimientos de décadas anteriores.