Los diarios de este sábado son de dos tipos. Unos explican que el Presidente Torra ha ordenado al Departament d'Interior que presente un plan de revisión de los protocolos internos de los Mossos d'Esquadra a raíz de su actuación en Girona y Terrassa. Torra también espera que Miquel Buch, el conseller de la cosa, haga cambios en el departamento —es decir destituciones, relevos, llámale B. El resto de diarios son los que explican lo que acabas de leer con la palabra purga.
Purgar es "Limpiar, purificar algo, quitándole lo innecesario, inconveniente o superfluo", según el DRAE. "Purga" es también el nombre con que se popularizaron las campañas de represión orquestadas por Stalin en la Unión Soviética entre 1937 y 1938 —técnicamente se conocen como el Gran Terror (Большо́й терро́р en ruso). Bien. Así queda explicado qué pretenden los diarios que usan esta palabra en los titulares. A buen, pocas.
Es cuestión de sensibilidad y de sentido histórico. Los británicos llaman massacre a la carga de la caballería voluntaria de Manchester y Salford y del 15º regimiento de húsares de Su Majestad sobre los 60.000-80.000 reunidos en Saint Peter's Field, en las afueras de Manchester, el 16 de agosto de 1819. Convocadas por la Patriotic Union, reclamaban la reforma de la representación parlamentaria. Murieron quince personas y entre 400 y 700 resultaron heridas.
El pueblo, con picardía, llamó Peterloo al incidente, para compararlo irónicamente con Waterloo (vaya), la batalla en que Wellington y Blücher derrotaron a Napoleón en 1815. Los historiadores actuales consideran Peterloo "la peor masacre en tiempo de paz de la historia" de su país. Un diplomático francés de la época, en cambio, escribió a París explicando con sarcasmo indiferente que "sólo en Inglaterra llaman a esto una masacre".
Aquí pasa algo parecido. Un líder cupero ha calificado como "acto de tortura" las cargas de los Mossos. Los partidos del 155 –disculpa la simplificación– aprecian que los agentes sólo cumplían su deber. Así las cosas, la perspectiva del President y del conseller cae más o menos entre unos y otros. Aquellos piden la dimisión del conseller y sus altos cargos. Otros critican al Presidente por descalificar a la policía catalana. En medio queda la revisión de los protocolos internos. No se sabe a ciencia cierta quién tiene razón, quién acierta más. Pero es seguro que no son los que desorbitan los hechos y retuercen la realidad con hipérboles y exageraciones. Lo hacen por algún motivo, claro, pero quizás no sea el de explicar la verdad.
Eso sí, de la huelga de hambre de Jordi Sànchez, Jordi Turull (ocho días), Josep Rull y Joaquim Forn (cinco días), nadie habla en portada. Cuestión de sensibilidad.
PD: El laureado director británico Mike Leigh está a punto de estrenar Peterloo, una película de dos horas y media sobre la cosa. Aquí tienes el teaser: