El jurista Josep Costa, exvicepresidente del Parlament, ha asegurado que la parte más positiva del escándalo de Pegasus es confirmar que antes del 1-O el Estado ya lo utilizaba y a pesar de todo no fueron capaces de encontrar ninguna urna para intentar impedir las elecciones. Para Costa, este hecho es una auténtica satisfacción saber que "cuando vamos de cara a barraca tampoco no tienen bastantes espías para detenernos". ¿En un tuit en su cuenta de Twitter, Costa ha hecho referencia a la polémica de la semana, las declaraciones de Margarita Robles en el Congreso de los Diputados, asegurando "La cual tiene que hacer un Estado cuando alguien vulnera la Constitución? ¿Qué tiene que hacer cuando se declara la independencia o anima desórdenes públicos? Qué tiene que hacer cuando tiene contactas con quién ha invadido Ucrania"?.
Costa esta semana también ha manifestado que el presidente español, Pedro Sánchez, no escogió a Margarita Robles como ministra de Defensa, sino que lo hizo el rey Felipe VI. A su entender, es una práctica habitual en España y por eso cree un error centrar las peticiones de dimisión en la ministra. "Pedir la dimisión de la ministra de Defensa no tiene mucho sentido. En España quien escoge el ministro de la guerra (y que nos hace la guerra sucia) es la monarquía, que controla el negocio de las armas y las alcantarillas. Quien tiene que dimitir es el rey. Lo que hace falta es la República catalana", ha señalado.
Imprescindible la negociación
El presidente del Gobierno, Pere Aragonès, ve "imprescindible" que el proceso de negociación aparejado a la investidura de Pedro Sánchez "pueda continuar", pero reclama "unas condiciones mínimas" después del CatalanGate. En una entrevista en Eldiario.es, señala que hay que restaurar las condiciones mínimas de confianza para que se pueda llegar a acuerdos. "Negociar cuando has sido espiado no invita a avanzar en acuerdos", admite el jefe del ejecutivo, que dice que nunca se levantarán de la mesa de negociación. También advierte que "la estabilidad parlamentaria es muy difícil, que pueda continuar si no se asumen responsabilidades", y que hace falta "una investigación real". Aragonès trabaja con los equipos jurídicos para llevar su espionaje a la justicia.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, se ha preguntado si el independentismo "quiere utilizar" el 'Catalangate' como "un instrumento de presión para el Gobierno o para provocar una dimisión o un cese". ¿"Alguien tiene ganas de desestabilizar al ejecutivo"?, se ha cuestionado. El dirigente socialista cree que si se toman seriamente las informaciones sobre el espionaje, "lo que se tiene que hacer es aclarar qué ha pasado". Illa ha defendido que la Moncloa "hace lo que tiene que hacer": "Ha abierto canales por poder averiguar los cuales ha pasado". Una vez aclarado veremos si se tiene que pedir alguna responsabilidad", ha dicho. También ha puesto en valor la investigación del Defensor del Pueblo, las investigaciones judiciales que puedan abrirse a raíz de las querellas anunciadas por los afectados –"están en su derecho", ha dicho- y la "investigación interna del CNI". Y ha reiterado que da "toda la credibilidad en que se ha actuado dentro del estado de derecho". También ha afirmado que el gobierno de Pedro Sánchez "tiene fortaleza para poder llegar a finales de la legislatura" y que eso es lo que conviene.