Junts ha permitido que una ley impulsada por el Partido Popular para despolitizar el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) haya superado su primer examen parlamentario en el Congreso de los Diputados. Con 178 votos a favor y 167 en contra, la norma ha pasado el primer filtro, la toma en consideración, y ahora empieza su tramitación en la Cámara Baja. Sin embargo, el PSOE y Sumar, que tienen la mayoría en la Mesa, pueden congelar su recorrido alargando el trámite de enmiendas y dejarla en papel mojado. “Es una iniciativa de salud y regeneración democrática para que el CIS deje de ser un instrumento más al servicio de la propaganda del Gobierno”, ha defendido el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro. Por su lado, Junts ha denunciado que el uso actual del CIS es equivalente a “malversar fondos públicos por intereses particulares” y ERC ha sostenido que el objetivo debería ser transformarlo para que “nadie lo pueda manipular más”. Además, los partidos independentistas han denunciado que hace años que el CIS no se atreve a preguntar sobre la monarquía. Concretamente, la proposición de ley del PP quiere introducir tres principales novedades:
- Que la presidencia del CIS solo pueda ser ocupada por un catedrático o profesional de reconocido prestigio del ámbito de la Sociología o las Ciencias Políticas que no haya estado vinculado a ningún partido político en los últimos cinco años. Desde 2018, está presidido por José Félix Tezanos, que previamente había sido miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.
- Que el nombramiento no recaiga únicamente en el Consejo de Ministros, sino que el candidato propuesto pase por el Congreso para someterse a un examen de idoneidad que requiera la mayoría absoluta.
- Que no se pueda realizar “ninguna encuesta” de carácter electoral durante una campaña (actualmente, el CIS publica un estudio electoral previo a los quince días de campaña y un segundo sondeo flash una semana antes de las elecciones).
Junts compara la encuesta flash después de la carta de Sánchez con la guerra sucia
El apoyo de Junts es la que ha permitido que la ley supere el primer filtro. El discurso de Josep Pagès ha sido muy crítico con la “instrumentalización política” y la “falta de neutralidad” del CIS. Ha reprochado que se haya convertido en una “herramienta prospectiva de propaganda política” que quiere “influir en el debate público, cambiar la intención de voto de los ciudadanos y distorsionar la realidad sociológica” con “cuestionarios tendenciosos que buscan explotar los sesgos y las polarizaciones que le interesan al PSOE y esconder lo que no le interesa”, dado que “no pregunta por la monarquía, ni por los negocios del rey emérito, ni por la guerra sucia contra el independentismo”. “Niega la realidad sociológica y territorial del Estado para ponerse al servicio del relato de una España homogénea que no se corresponde con la realidad plurinacional. Se asignan muestras estadísticamente irrelevantes a las formaciones políticas no estatales”, ha añadido. Y, aunque ha asegurado que los juntaires no tienen “ninguna confianza” en la iniciativa del PP y ha reprobado la “hipocresía política” de los populares, ha reconocido que el CIS “no cumple al mandato de servir con objetividad a los intereses generales”.
Asimismo, Josep Pagès ha cargado con dureza contra los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez a finales de abril, a las puertas de las elecciones catalanas. “Sánchez jugó sucio y utilizó todos los recursos en sus manos para interferir en el juego democrático en plena campaña. Fue un golpe político para desviar la atención de los temas que interesan a los ciudadanos de Catalunya”, ha denunciado. Y ha equiparado la encuesta flash que hizo el CIS con la policía patriótica: “Es guerra sucia que genere con el dinero de todos un efecto Sánchez para llegar allí donde no llegaba Salvador Illa. Y también es guerra sucia que el CIS rematara el trabajo con una encuesta flash para capitalizar este efecto electoralmente”.
ERC carga contra el PP y el PSOE: “La cuestión no es quien lo manipula mejor, sino como lo transformamos para que nadie lo pueda manipular más”
Esquerra Republicana ha pronunciado un discurso cargando contra el PP y contra el PSOE. “Nos sorprende con una propuesta valiente, casi revolucionaria. Quieren que el CIS sea un mecanismo independiente. El PP, de sopetón, está preocupado por la independencia de los organismos públicos. Eso sí que es una novedad”, ha ironizado Etna Estrems al principio de su intervención. Y se ha dedicado a disparar a ambos lados del hemiciclo. Por un lado, aseguraba que no tenía ninguna duda de que, con el PP en la Moncloa, esta ley “nunca habría visto la luz”. Al mismo tiempo, reconocía que, en el fondo, los republicanos podrían “compartir el objetivo” de la propuesta, dado que el CIS “necesita una reforma” porque “hace tiempo que arrastra problemas graves”, como un “funcionamiento anticuado”, una “dirección demasiado dependiente del gobierno de turno” y una “metodología poco permeable”. Ahora bien, “la credibilidad del Partido Popular en estas cosas también necesita una buena reforma”, ha subrayado.
La diputada republicana ha recordado que cuando el PP gobernaba utilizó el CIS como un “aparato más de comunicación política” y ha lamentado que la iniciativa de los populares no quiera “mejorar el CIS, sino desgastar al PSOE”. “La cuestión aquí no es quien lo manipula mejor, sino como lo transformamos para que nadie lo pueda manipular más”, ha insistido. Y también ha cargado contra la ceguera del CIS sobre la Casa Real: “Hace años que evita preguntar sobre la monarquía. ¿Qué miedo tienen a preguntar sobre la monarquía? ¿Que gane de forma clara la opción republicana? ¿Que la Casa Real saque mala nota?”, se ha preguntado. “Hace como si la corona fuera invisible por miedo al resultado y por servilismo institucional. Hay que saber qué piensa el pueblo [del rey] y, si no se pregunta, es por qué saben que no les gustará la respuesta”, ha añadido. “Hacemos una reforma del CIS, pero hagámosla con cara y ojos, no solo para evitar lo que hace al gobierno actual, sino también para evitar lo que ustedes hicieron y volverían a hacer si gobernaran”, ha remachado.
El PP denuncia que el CIS se ha convertido en una “máquina de propaganda del sanchismo”
Durante el debate, el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro ha defendido que su propuesta es una “exigencia de salud democrática” frente al “fracaso de la gestión” de José Félix Tezanos, que ha llevado al CIS a una “crisis reputacional sin precedentes”. Los populares consideran que los socialistas han convertido el CIS en un “instrumento en manos” del Comité Federal del PSOE y en una “máquina de propaganda del sanchismo” con encuestas que son una “manipulación” y “pura ciencia ficción”. Asimismo, Bermúdez de Castro ha denunciado que las encuestas del CIS se caracterizan por la “tendenciosidad de sus cuestionarios”, la “parcialidad en sus encuestas electorales” y las preguntas “sesgadas que buscan predeterminar una respuesta a gusto del Gobierno”. “Naturalmente, el CIS nunca pregunta por ningún tema que incomode al gobierno. No ha preguntado la opinión de los españoles ni por la amnistía, ni por el cupo separatista, ni por el caso Ábalos, ni por la cesión de competencias de inmigración a la Generalitat, ni por la situación del fiscal general de Estado”, ha lamentado. Eso sí, no ha aludido a la ausencia de preguntas sobre la monarquía o el rey emérito.
El PSOE asegura que la ley del PP “choca con principios constitucionales”
Por parte del PSOE, Javier Rodríguez Palacios ha acusado al PP de impulsar la iniciativa no por “indignación” sino por “miedo” a que “ocurra lo que ocurrió en 2023”. “En julio de 2023, había un presidente demoscópico en España, que se llamaba Alberto Núñez Feijóo, pero pasaron las elecciones y ese presidente de demoscópico no pudo ser presidente del Gobierno de España y volvió a serlo Pedro Sánchez, que tiene la costumbre de ser presidente de Gobierno real”, ha relatado en alusión al hecho de que todas las encuestas daban por hecho que el PP y Vox llegarían a la mayoría absoluta. Asimismo, el diputado socialista ha esgrimido que la proposición “choca con principios constitucionales” porque quiere que la militancia política, sindical o empresarial “sea una suerte de antecedente penal”. “Pido sinceramente a todos los grupos políticos que no se sumen a esta pantomima”, ha concluido.