No ha dejado a nadie contento. El exministro de Asuntos Exteriores, el popular José Manuel García-Margallo, ha criticado la manera en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "ha conseguido fastidiar al mismo tiempo a Marruecos, a Argelia y al Polisario". "Ningún Gobierno de la democracia lo había conseguido", ha señalado en una entrevista publicada este sábado en el diario El Mundo sobre la crisis diplomática entre el estado español y Argelia, a raíz del reconocimiento al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. En este sentido, ha añadido que "desde 1975 no ha existido un desastre diplomático como el que estamos asistiendo en estos momentos".

Margallo no se ha mordido la lengua y ha reprochado el hecho de que "Sánchez entra con muy mal pie en el Gobierno en su gestión diplomática". Y aquí, enumera algunos de los diferentes de los errores del presidente estatal: por una parte, participar "en una misión internacional en la cual criticó seriamente las reformas del gobierno marroquí para eludir la Primavera Árabe"; por otra, "no ir a Rabat como primera visita del presidente del Gobierno, cosa que todos los presidentes hicieron". Todo esto provocó que Marruecos permitiera que "la inmigración ilegal aumentara".

"La poca traza|maña de Sánchez"

Los errores del jefe del ejecutivo estatal no se acaban. "Lo más grave es que Argelia, viendo la frivolidad de Sánchez, también desconfía de este Gobierno y nos envía otra señal, suspende el funcionamiento del gasoducto que va por Marruecos", señala. El exministro del PP recuerda cómo "el Gobierno no es capaz de revertir esta situación" y entra "casi en un ritmo cinematográfico". "Trae al líder del Frente Polisario (Brahim Ghali) a curarse en España creyendo que Marruecos no se iba a enterar, demostrando una ingenuidad absoluta", dice. Después de enfadar de mala manera a Marruecos, el ejecutivo estatal no tiene mejor idea que dar "un volantazo en la política tradicional española que estaba inmersa en la fórmula clásica con la ONU", haciendo referencia al reconocimiento del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. "Provoca el enfado de Argelia (...). El problema no es España, es Sánchez. A partir de aquí era evidente que tomarían decisiones que iban a perjudicar nuestros intereses", apunta, refiriéndose a la suspensión del tratado de amistad entre ambos países (y sus consecuencias).

En este punto, Margallo habla de estas consecuencias y destaca el probable aumento de precios por mor del gas. "Los españoles ya no podrán creer que esto es solo cuestión de (Vladímir) Putin, esto es responsabilidad de la torpeza de Sánchez", dice. Asimismo, "con Argelia tenemos un problema de seguridad, de lucha contra el terrorismo. (...) Tendremos un problema de control de inmigración". Pero si las consecuencias serán tan malas... ¿Cómo es que Sánchez ha efectuado este volantazo? El exministro no lo sabe. "La pregunta es: ¿por qué Sánchez hace este cambio de política, por qué, qué ha ganado España?", se limita a decir.

"Saldremos mal"

En cualquier caso, el actual ministro de Asuntos Exterior, José Manuel Albares, no tiene que dimitir. Quien tiene que hacerlo es el jefe del ejecutivo estatal: "Las decisiones de este tipo, de esta gravedad corresponden al presidente del Gobierno". "En un escenario tan conflictivo para España y tan determinante no hay ministro de Exteriores al cual se le ocurra tomar una decisión sin hablar con el presidente del Gobierno", añade.

Finalmente, Margallo se muestra pesimista. "¿Y de este lío cómo sale?", pregunta el periodista. "Saldremos mal", responde el exministro del PP. La cuestión es que "todo lo que estamos haciendo en el norte de África nos hace quedar en una situación ridícula en la UE. Se le ha pedido ayuda a la UE". "España estaba en una situación privilegiada para ser el socio estratégico de Argelia en la exportación de reservas de gas que podían suplir las que venían de Rusia. Y quien se ha apresurado en eso ha sido Italia que se convertirá ahora en el socio estratégico de Argelia, en la fuente prioritaria del gas para la UE en lugar de nosotros. Es tal disparate...", concluye.