El juez Juan Carlos Peinado ha accedido a la petición de Begoña Gómez y ha cambiado la fecha de su cuarta citación como investigada. Inicialmente, la convocó el jueves 11 de septiembre para declarar como investigada por malversación por la contratación de Cristina Álvarez, su asesora en la Moncloa. Ahora bien, su abogado, Antonio Camacho, pidió modificar el calendario aduciendo que aquel mismo día tiene un señalamiento de otra causa en Tenerife. Según ha podido saber ElNacional.cat, el magistrado lo ha aceptado y ha decidido citarla el miércoles 10 de septiembre a las doce de la mañana. Una hora antes declarará, precisamente, Cristina Álvarez, que también está investigada. A primera hora, a seis kilómetros de los Juzgados de Plaza de Castilla, se celebrará la primera sesión de control del curso político con el primer cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. De hecho, el Congreso ha concentrado el próximo pleno en dos días y ha dejado libre el jueves, que coincide con la Diada de Catalunya y se solapaba con la declaración de Begoña Gómez. Con el cambio de calendario, la mujer del presidente español declarará el mismo día que habrá una sesión maratoniana en la Cámara Baja.
El juez puso la lupa en Cristina Álvarez después de que se supiera que a inicios de 2024 hizo gestiones con un patrocinador a favor de la cátedra de Begoña Gómez. Un mes y medio después de testificar, el juez decidió imputarla por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Cuando volvió a declarar, negó que influyera a la Complutense o a ningún patrocinador antes de la creación de la cátedra. De hecho, Juan Carlos Peinado quiso estirar el hilo e intentó que el Supremo investigara al ministro Félix Bolaños, pero el Alto Tribunal le paró los pies. El magistrado aducía que los trabajos de Cristina Álvarez “no se han limitado a los de asistenta en las actividades” llevadas a cabo por la esposa del presidente del Gobierno en su “condición de tal, meramente protocolarias y sin ánimo de lucro o de carácter benéfico”, sino que también se ha dedicado a “atender las necesidades que ha llevado a cabo en actividades de carácter privado”.
Begoña Gómez está investigada por cinco delitos: tráfico de influencias y corrupción en los negocios por la cátedra que codirigía en la Universidad Complutense (así arrancó la causa a raíz de una querella de Manos Limpias), apropiación indebida e intrusismo laboral por el software de la cátedra (se amplió después de una querella de Hazte Oír) y malversación por la contratación de su asesora (un nuevo delito que le imputa desde hace dos semanas). Justo hoy, el juez ha pedido al Gobierno los correos electrónicos de Begoña Gómez desde 2018 y el nombre de las personas que han autorizado el pago del sueldo a Cristina Álvarez.
“Hay jueces haciendo política”
A mediados de agosto, después de conocerse la citación, el Gobierno salió a la carga contra la decisión del juez Peinado. “Los españoles son muy conscientes de que hay una deshumanización descarnada de la figura del presidente a través de la que se ha perdido ya la medida de todas las cosas”, verbalizó al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. En una entrevista en La Sexta, lo enmarcó en una “campaña de acoso” contra Pedro Sánchez. Por su parte, el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, sostuvo en una entrevista en RNE que se sentía “indignado” después de haber leído el auto y acusó al magistrado de continuar una investigación “prospectiva” y que “va mutando”. Hace dos días, en Televisión Española, Pedro Sánchez denunció que “hay jueces haciendo política”, en alusión a Juan Carlos Peinado y Beatriz Biedma (la jueza de Badajoz que ha instruido la causa de su hermano), y loe reprochó que “no cumplen la ley” y hacen un “inmenso daño” a la justicia. Hoy ha insistido en ello en una entrevista en The Guardian.
Las otras tres declaraciones de Begoña Gómez ante el juez: una suspensión, un silencio y una defensa
Será la cuarta vez que Begoña Gómez está cara a cara con el juez que hace más de un año que la investiga. La primera vez que estuvo citada fue el 5 de julio del año pasado. Ahora bien, en aquella ocasión, el juez acabó optando por suspender la declaración y volvió a citarla después de que ella argumentara que no conocía la causa por la que se la investigaba. Su defensa argumentó un defecto de forma (que el juez le había notificado la acusación de Manos Limpias, pero no la de Hazte Oír) y el juez consideró que había que programar otra citación después de haberle facilitado toda la documentación.
La segunda cita llegó dos semanas después, el 19 de julio. Fue entonces cuando la mujer de Pedro Sánchez se acogió a su derecho a no declarar. Su abogado alegó que “no tiene nada que esconder”, pero le recomendó hacer un acto de silencio al detectar ausencia de “garantías” procesales. “El procedimiento ya se ha quedado sin contenido”, esgrimió.
Finalmente, el 18 de diciembre rompió el silencio y negó irregularidades en la cátedra de la Complutense. “No intervino en ningún proceso de licitación pública, firmó un pliegue de prescripciones técnicas porque las normas de la Complutense así lo exigían y no se ha apropiado indebidamente de ninguna marca, porque las marcas nunca han pertenecido a la Complutense, sino que fueron inscritas por ella a efectos de ser utilizadas en las cátedras y a los másteres”, expresó Antonio Camacho a la salida.