El juez Leopoldo Puente, que está investigando la presunta trama de corrupción que pagaba comisiones ilegales a cambio de obras públicas, ha accedido a la petición de Santos Cerdán (que continúa en la cárcel de Soto del Real) para estudiar si los audios que grabó Koldo García (el asesor de José Luis Ábalos como ministro de Transportes y también investigado en la causa) y que están en la base del informe de la Guardia Civil que es la principal clave incriminatoria contra el exnúmero 3 del PSOE fueron manipulados. Concretamente, el magistrado ha acordado la práctica de una pericia para determinar “si las conversaciones fueron grabadas directamente en los referidos terminales o si pudieran proceder de otros archivos de audio después grabados en aquellos” y si los archivos de audio “resultan formalmente auténticos o han podido ser objeto de alguna clase de manipulación, corte o edición”. Del análisis se encargará el Departamento de Ingeniería Digital del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.

Son los audios que se encontraron en distintos dispositivos electrónicos de Koldo García en el registro en su casa en febrero de 2024. Concretamente, la información del informe de la UCO procede de tres teléfonos móviles de la marca Iphone y una grabadora de la marca Philips. En este punto, el juez revela que el total de la información que se está analizando supera los diez terabytes. Un terabyte (TB) son mil gigabytes (GB). “En términos aproximados y con el propósito de contextualizar la pretensión formulada, ello permitiría albergar, si la totalidad de la información contenida en los dispositivos intervenidos se concretara en textos, aproximadamente 65 millones de páginas”, precisa. “Esto explica que, a la fecha, no se haya completado el análisis de la totalidad de la información que se alberga en los referidos dispositivos”, justifica el magistrado.

Ante esta realidad, frente a la petición del abogado de Cerdán, Benet Salellas, de recibir una copia de la “totalidad de las grabaciones” que había en los dispositivos de Koldo García y “no solo a aquellas que han sido seleccionadas previamente por la Policía Judicial”, el juez contesta que “no es posible, ni procedente en este momento, facilitar una copia íntegra, en la medida en que se desconoce aún su completo contenido”, que “no ha sido incorporado a la causa ni tomado en cuenta en ningún sentido por el instructor”. “Ello sin contar con que los dispositivos podrían albergar información enteramente ajena al presente procedimiento, acaso vinculada a extremos que pudieran concernir a la intimidad de terceros y que, en su momento, deberían ser expurgados de este procedimiento”, justifica. Eso sí, como “no se han aportado la totalidad de los audios contenidos” en los cuatro dispositivos, sí que se entregará una copia completa de la totalidad de los archivos de audio para que su defensa pueda “ponderar la eventual trascendencia de los archivos”.

 

Los “caminos paralelos, ajenos o irrelevantes” de la supuesta colaboración de Koldo García con la Guardia Civil

Ahora bien, por otro lado, el magistrado ha cerrado la puerta a indagar si Koldo García fue colaborador de la Guardia Civil. “Este instructor no haya razón alguna por la cual haya de iniciarse una suerte de causa paralela en el presente procedimiento que tuviera por objeto determinar extremos que claramente exceden el objeto (ya de por sí muy considerable) de esta causa especial”, argumenta el magistrado en un auto. “De resultar abierto ese inútil portillo, ninguna razón habría para desestimar después cuántas diligencias pudieran proponer para seguir dibujando los perfiles de esa, irrelevante aquí, posible colaboración dando de este modo lugar a una suerte de instrucción especular o innecesario seguimiento de conductas que, en este momento del proceso, carecen de interés o relevancia alguna aquí”, justifica.

“El derecho de todas las partes a que el procedimiento discurra y se desarrolle sin indebidas dilaciones mucho tiene que ver con la necesidad de evitar que el objeto de este se inflame, engrose o distorsione sin fundamento sustantivo o material alguno, discurriendo por caminos paralelos, ajenos o irrelevantes”, esgrime el juez. “En nada contribuirá a la determinación de dicho objeto conocer el número de oportunidades en las que Koldo García hubiera podido realizar cualquiera clase de colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (en particular, con la Guardia Civil), en relación con qué concretos asuntos (siendo claro que no con respecto al que ahora importa) y protagonizando qué particulares conductas”, reitera.

Fue la defensa de Santos Cerdán la que aseguró que Koldo García es un “agente encubierto de la Guardia Civil”. Sin embargo, desde el primer momento Leopoldo Puente rechazó de plano esta teoría: “No hay elemento alguno, de mínima consistencia, que permita considerar como hipótesis mínimamente factible que Koldo García tuviera la condición de agente encubierto o provocador”, replicó en el auto en el que decretó la prisión provisional de Santos Cerdán. Y ahora ha vuelto a descartarlo.