El exministro de Transportes y exnúmero dos del PSOE, José Luis Ábalos, fue cesado de sus altos cargos en 2021. El presidente, Pedro Sánchez, de quien había sido mano derecha durante varios años, le dijo explícitamente en julio de ese año que no contaba con él para la nueva etapa al frente del ejecutivo y del partido, sin darle explicaciones del motivo. En 2023 estalla el caso Koldo, la presunta trama por la que Ábalos y asesores y empresarios de su entorno están investigados por comisiones irregulares en la compraventa de mascarillas durante la pandemia del COVID. En febrero de 2024, la Guardia Civil registra la casa de Koldo García, mano derecha de Ábalos, y encuentra registros con las conversaciones de WhatsApp del exministro de 2020 y 2021, las que han ido saliendo a la luz en las últimas semanas de la mano de El Mundo.

El Gobierno habría sabido, unos meses después de estallar el caso, de la existencia de estos registro de las conversaciones privadas del exministro con Pedro Sánchez y otras figuras del ejecutivo, los whatsapps filtrados por una mano aún indeterminada, y parece ser que se revisaron todas las conversaciones con Ábalos de 2020 y 2021 previendo que pudieran salir a la luz algún día. Así lo han confirmado fuentes del Gobierno al citado diario que ha ido publicando los mensajes. Voces de la rama del PSOE del ejecutivo de Pedro Sánchez habrían escarbado en sus mensajes con Ábalos en 2020 y 2021 para corroborar que no había "nada incómodo", más allá de conservaciones "privadas".

Tras estallar el caso Koldo y las investigaciones judiciales contra Ábalos, "se comprobó que no había nada ni comprometedor ni mucho menos un escándalo", habrían confirmado fuentes socialistas al citado diario, tras una revisión individual de sus teléfonos móviles. "Cuando a tu ministro le sacan un caso así, miras tus conversaciones con él para ver si hay algo que te puedan descontextualizar, es humano", habrían aseverado las mismas fuentes del ejecutivo, que enaltecen esta previsión como una rapidez anticipatoria ante la más que posible "filtración" de las conversaciones.

Desde el Gobierno han apuntado estos días a que ha podido tratarse de una filtración por parte de la UCO de la Guardia Civil, lo que han calificado como "delito" y "muy grave", al tratarse de funcionarios públicos que han tenido acceso a esas conversaciones por estar investigando a Ábalos en el marco de un proceso judicial. José Luis Ábalos ha negado, por su parte, haber filtrado las conservaciones de 2020 y 2021, si bien ha sido ambiguo en sus declaraciones a la hora de responder a la prensa sobre quién ha podido ser.

Sánchez se lo toma "con deportividad"

Las mismas fuentes del ejecutivo socialista también han afirmado que Pedro Sánchez se tomó la filtración de sus conversaciones privadas con Ábalos "con deportividad" y con "resignación cristiana", si bien también dan fe de su malestar. Desde el Gobierno sostienen que el contenido de los mensajes no va más allá del cotilleo. "Casquería", en los términos usados por el propio Sánchez la semana pasada en el Congreso de los Diputados, si bien reiteran en señalar la gravedad de que se hayan filtrado.