El Banco de Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) no da su brazo a torcer y seguirá hasta el final con la opa hostil al Banc Sabadell. Por segunda ocasión, la entidad financiera que preside Carlos Torres ha decidido hacer frente a los augurios que vaticinaban que lo más inteligente era dejarlo correr. Como ya hizo cuando el Gobierno aprobó una serie de condiciones que, en la práctica, invitaban al BBVA a renunciar a la opa, ahora, a los pocos días de la venta de TSB por parte del Sabadell al Santander y el macrodividendo de 2.500 millones a los accionistas, el banco vasco ha hecho saber que, analizados los acuerdos de la entidad vallesana la semana pasada y teniendo también en cuenta los riesgos, continuarán con la operación.

Por tanto, la partida sigue y el final aún es incierto. Lo que hace el BBVA en pleno mes de agosto era, en parte, previsible. Sobre todo, porque eran muy pocos los que creían que la entidad presidida por Carlos Torres y dirigida por Onur Genç iba a desistir con los enormes esfuerzos realizados y los compromisos adquiridos. Habrá que esperar a septiembre para conocer si el banco sigue adelante en las condiciones que anunció hace quince meses o mejora las condiciones a los accionistas del Sabadell que quieran acudir a la opa. Lo primero parece improbable y, lo segundo, difícil, ya que obligaría al BBVA a desdecirse de todas sus manifestaciones al respecto.

Mucho tienen que cambiar las cosas y las condiciones para que el BBVA se salga con la suya

El banco actualizará y publicará toda la operación relevante una vez obtenga, presumiblemente a principios de septiembre, la aprobación del folleto por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Será entonces cuando haga público cuáles son las sinergias, después de que el gobierno español les haya vetado, el pasado mes de junio, una fusión durante tres años, que pueden llegar a ser cinco. El BBVA ha puesto como condición que al menos tire adelante con el 50,1% de aceptación por parte de los inversores del Sabadell, que, hoy por hoy, no parece que tengan un atractivo claro para acudir a la opa.

Mucho tienen que cambiar las cosas y las condiciones para que el BBVA se salga con la suya. El apoyo expresado a Josep Oliu, presidente del Sabadell, por parte de los accionistas en las dos juntas extraordinarias celebradas la pasada semana, fue importante por la unanimidad alcanzada y el respaldo que ello suponía. Pero también porque representaba alrededor del 70% del capital del banco, una circunstancia que no debería invitar al BBVA a ser muy optimista si no se acaban rascando el bolsillo y creando unas condiciones mejores para los accionistas que superen de manera decidida la prima negativa que tiene ahora la opa. 

En cualquier caso, la partida sigue y promete noticias importantes a partir de septiembre.