Elisenda Alamany (Sabadell, 1983), tiene desde diciembre pasado una doble responsabilidad, ya que tiene que compaginar el cargo de secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya con el de presidenta del grupo municipal de esta formación en el Ayuntamiento de Barcelona, cargo que heredó con la retirada de Ernest Maragall en noviembre de 2023. Esquerra, tercera fuerza en el Parlament de Catalunya y cuarta en la Casa Gran, tiene una nueva dirección que ha tomado como rol el "de obligar al Partido Socialista, desde su debilidad en Barcelona, Catalunya y el Estado, a que entienda que Catalunya debe ser escuchada" a partir de una política que la misma Alamany define como la de "la Esquerra desacomplejada".

En el ámbito municipal, Alamany, que está "predispuesta" a liderar la candidatura de ERC en 2027, considera que el balance de dos años de mandato de Jaume Collboni "se basa en propuestas que han sido posibles porque el Govern de la Generalitat o bien Esquerra Republicana desde el Ayuntamiento de Barcelona las han hecho posibles" y por eso reivindica "el orgullo de que solo con cinco concejales hayamos sido capaces de ser tan relevantes en la vida política barcelonesa". Al mismo tiempo, en el ámbito nacional, la también portavoz de ERC saca pecho de ser el único partido capaz de hacer crecer el independentismo en el área metropolitana y defiende que la formación se centre en este momento desde la oposición en "sacar dependencia del Estado a Catalunya", con cuestiones clave como Rodalies o la financiación singular, a la espera de la propuesta del Govern. También tiene un mensaje para los socialistas, advirtiéndoles que, si no cumplen, no podrán contar con ERC para nuevos pactos. 

Foto: Carlos Baglietto

Señora Alamany, ¿que le pareció el balance, digamos triunfalista, de dos años de mandato del alcalde Collboni?
Casi todo lo que dijo eran propuestas que han sido posibles porque el Govern de la Generalitat o bien Esquerra Republicana desde el Ayuntamiento de Barcelona las han hecho posibles. Es decir, cuando se habla de la posibilidad de eliminar pisos turísticos en 2028, porque es evidente que la presión que tenemos del turismo afecta al hecho de que la gente pueda vivir en Barcelona, esta es una regulación que hizo posible Esquerra Republicana, de la misma manera que hemos regulado los alquileres de temporada, estos alquileres que son cortos y que se quieren saltar el tope de la regulación de los precios del alquiler, que también hizo posible Esquerra Republicana. La cuestión de la gobernanza del turismo, de este equilibrio que hemos perdido en la ciudad de cómo distribuimos los costes y los beneficios de esta actividad económica con la tasa turística, por ejemplo, también es una propuesta de Esquerra Republicana que, de hecho en 2020 impulsamos. Por lo tanto, un balance de cosas que ya han pasado, que las hizo posible Esquerra Republicana y, por lo tanto, con muy poca ambición por parte del gobierno municipal. Y se olvidó una cuestión fundamental y que preocupa a una gran mayoría de barceloneses y también de catalanes porque no nos olvidemos de que Barcelona es la capital del país y lo tenemos que seguir reivindicando así, que es la cuestión de la emergencia lingüística.

Foto: Carlos Baglietto

¿Si ERC ha intervenido tanto en todas estas propuestas, por qué finalmente han decidido no entrar en el gobierno municipal?
Nosotros tuvimos hace un año un debate de cómo queríamos influir sobre el trabajo que hacía el PSC, que hay que recordar que Collboni es alcalde porque los comunes y el Partido Popular así lo quisieron. Lo digo porque veo muchas lamentaciones, pero es evidente que alguien colocó a este alcalde al frente de la capital del país, y nosotros lo que hemos intentado hacer con estos cinco concejales que teníamos era intentar influir al máximo. El debate hace un año era el de si queríamos influir desde el gobierno o desde la oposición. Un año después, esta pregunta no tiene sentido, hemos conseguido condicionar e influir mucho la tarea del gobierno municipal, lo seguiremos haciendo y ahora lo que nos toca y lo que tenemos por delante es velar para que haya el hub digital del catalán, esta industria cultural que hace falta en la capital del país para que nazcan más creadores de contenido en catalán, para que haya una oficina en la lengua catalana, para seguir gobernando el turismo, para que haya una política de rehabilitación en la capital del país, porque la ciudad ya no tiene por dónde crecer. Todo eso tiene que ser una realidad antes de 2027. Y esto es a lo que dedicaremos todos nuestros esfuerzos desde Esquerra Republicana para que sea una realidad.

El partido está contento de tener una secretaria general que es presidenta del grupo municipal de Barcelona"

Pero en todo caso había habido un preacuerdo para entrar en el gobierno que finalmente la militancia no llegó a votar. ¿Con el cambio de pantalla que ha habido con el congreso de Esquerra sería incompatible que usted fuera secretaria general de ERC y al mismo tiempo teniente de alcaldía del gobierno Collboni?
Hoy estamos donde estamos. Y donde estamos es que el partido en Barcelona ha hecho una reflexión del hecho de que habrá que encarar las elecciones de 2027 todavía con más cohesión y mirando hacia el futuro. Y el futuro, como decía, es velar para que estos acuerdos que son tan importantes que conectan tanto con las preocupaciones del día a día de los barceloneses de hoy, sean una realidad. Y todo el partido se orienta hoy a esta tarea que nos toca dentro de dos años. Y, evidentemente el partido está contento también de tener una secretaria general que es presidenta del grupo municipal de Barcelona, porque creemos que es un momento que los partidos tienen que estar orientados a entender y a escuchar mejor las preocupaciones de la ciudadanía y como se hace mejor eso es desde la política de proximidad y, por lo tanto, la política municipal debe tener un gran peso en las organizaciones de los partidos políticos.

 

¿En qué se sustanciará el hecho de que ustedes sean socios prioritarios del gobierno municipal?
Yo le hago una enmienda sobre esta concepción. Nosotros estamos orgullosos de que solo con cinco concejales hayamos sido capaces de ser tan relevantes en la vida política barcelonesa. Y lo digo con un cierto pesar, porque otros han bajado los brazos o se han centrado más en la gesticulación. Y lo digo muchas veces, nosotros no somos de este talante que espera que lleguen las elecciones municipales para empezar a trabajar por Barcelona, ni hacemos cálculos con la calculadora de cuál será nuestra mejor posición con respecto a los otros partidos políticos. Nosotros hablamos de ciudad, tenemos propuestas para la ciudad, tenemos ideas también de una nueva generación de barceloneses de hacia donde tiene que ir Barcelona y no esperaremos a las elecciones. Lo que hace falta ahora es velar para que haya un seguimiento de estos acuerdos que hicimos en 2024 y en 2025 con el gobierno municipal donde, de hecho, otras fuerzas políticas también han participado pero nosotros nos encaramos hacia dibujar la Barcelona que queremos. Esquerra Republicana tiene un proyecto para Barcelona como capital del país que es y seguiremos fiscalizando y haciendo hincapié sobre las cuestiones que le he comentado: el catalán, como gobernamos el turismo y este desequilibrio que existe en la ciudad y esta sensación también de que Barcelona no tiene que poder estar en venta y hoy hay la sensación de que Barcelona está en venta, que Barcelona está orientada a souvenirs, a tiendas de uñas y a supermercados 24 horas orientados solo a turistas y eso tiene que cambiar.

 

Y como secretaria general del partido, si Esquerra ahora tiene esta relación de socio prioritario, que es una etiqueta que se puso hace pocos días con respecto a Jaume Collboni, ¿también se sienten socios prioritarios del Govern de Salvador Illa?
Nuestra sensación es que hay mucha gente que ha renunciado a hacer política, que básicamente se ha centrado en la gesticulación o en una cierta desorientación. Tenemos al Partido Socialista gobernando en Barcelona, el Partido Socialista gobernando en Catalunya, el Partido Socialista gobernando en el Estado. ¿Y quién pondrá la ambición nacional, quién les dirá hacia dónde tienen que ir? ¿O es mejor que vayan haciendo y deshaciendo con esta pasividad entendiendo que Catalunya es una comunidad autónoma más, que Barcelona es la capital de una comunidad autónoma? No, Esquerra Republicana pondrá la ambición le dirá al Partido Socialista que aquí ha habido un procés independentista, un procés soberanista, que hay cuestiones todavía no resueltas. Una de las cuales es, por ejemplo la financiación singular. Otra es que queremos que nuestra movilidad, nuestros trenes, se gestionen desde la proximidad. Por lo tanto, traspaso de Rodalies. Y todas estas cuestiones hechas desde la máxima ambición y desde la fiscalización. El Partido Socialista tiene que cumplir, y tiene que cumplir con Catalunya y si no cumple porque tiene tentaciones, porque mira más hacia el partido que hacia el país, pues allí estará Esquerra Republicana para recordarselo. Si los otros se han borrado de esta ecuación, que hagan lo que quieran. Ahora, nosotros tenemos muy claro cuál es nuestro rol, y es el de obligar al Partido Socialista desde su fragilidad, desde su debilidad en Barcelona, en Catalunya y en el Estado, a que entienda que Catalunya debe ser escuchada, que los intereses de los catalanes y las catalanas son importantes y que durante demasiado tiempo han estado a la cola del resto de los ciudadanos del Estado español.

Hubo un momento en que se debatió y, de hecho, estaban a favor de entrar en el gobierno municipal de Jaume Collboni. ¿Esta pantalla ya se ha pasado, pero no sé si cree que el partido también se debería que plantear por los mismos motivos de hace un año sobre la entrada en el Ayuntamiento, la entrada en el Govern, o no son situaciones comparables?
No es comparable, nosotros ya tomamos una decisión de la misma manera que se ha acordado en Barcelona, que el papel de Esquerra Republicana era el de estar en la oposición y exigir que todos los acuerdos que hay pendientes se cumplan y, por lo tanto, este será nuestro papel.

Estoy muy contenta de que gracias a la insistencia de Esquerra Republicana exista la necesidad de que haya una figura como es el comisionado del catalán"

Volviendo al lado mar de la plaza Sant Jaume, el gobierno Collboni se ha reformado hace cuatro días. ¿Hasta qué punto estos cambios que ha habido en el seno del gobierno municipal tienen que ver con que Esquerra haya aclarado ya su rol para lo que queda de mandato?
Las remodelaciones de gobierno son de gobierno. Lo que sí que estoy muy contenta es que gracias a la insistencia de Esquerra Republicana y no solo de Esquerra Republicana, hay otros partidos que también han insistido, exista la necesidad de que haya una figura como es el comisionado del catalán y que se dedique a impulsar proyectos como la Oficina de la Llengua Catalana, o el hub de los creadores de contenido en catalán, un hub que debería crear un ecosistema industrial que se preocupe también de la relación entre tecnología y lengua, incluso que la capital de nuestro país sea referente para otras lenguas minorizadas, un proyecto de país, un proyecto que Barcelona tiene que sacar adelante porque es responsabilidad suya y, por lo tanto, en este sentido contenta. Sobre el resto, los comisionados los pone el gobierno, sin embargo, evidentemente tendremos que fiscalizar los acuerdos que cuelguen de estos comisionados.

Precisamente, el comisionado de lengua, ¿será de alguna manera un comisionado de Esquerra?
No. Los comisionados de gobierno son de gobierno, los nombra el gobierno. Lo que sí que haremos es cargarlos de trabajo. Eso por descontado, porque antes de 2027, más allá de discursos, tiene que haber apuestas y propuestas políticas y la Oficina de la Llengua Catalana y el Hub Digital tiene que poder levantar la persiana y en 2027 tenemos que llegar con la sensación de que hemos mejorado en alguna cosa con la emergencia lingüística en la capital del país.

Foto: Carlos Baglietto

Uno de los grandes problemas que tiene Barcelona es el de la vivienda. ¿Esquerra qué posicionamiento tiene sobre la reformulación de la reserva del 30%?
Nosotros no estamos en ninguna negociación sobre esta cuestión. Siempre hemos dicho que estábamos de acuerdo con la reserva del 30%, que compartíamos el objetivo, pero es verdad que los resultados no han sido los que esperábamos. Ahora bien, lo que plantea hoy el Partido Socialista todavía no lo sabemos exactamente, porque me da la sensación de que lo está hablando más bien con Junts, y por lo tanto nosotros, de momento, estamos donde estábamos. Tenemos una propuesta propia, creemos que no es posible construir mucho más en la ciudad de Barcelona y lo que sí que hace falta es una apuesta decidida por la rehabilitación. Una rehabilitación que la tiene que hacer la administración pública, siempre en colaboración con quién haga falta, pero si no la hace la administración, si no la hacen las instituciones, la harán los fondos buitre por especular. Hay que blindar bien para quien hacemos esta rehabilitación, qué condiciones tiene esta rehabilitación, porqueclaro, si damos fondes públicos a alguien para que rehabilite el piso y después lo alquila o lo vende a expats, pues ya me dirá qué negocio hemos hecho, ¿verdad? Entonces, nosotros planteamos el plan Barcelona més viva, intentando actualizar un poco el Barcelona posa't guapa de décadas anteriores pero que fue muy ambicioso y que ayudó a transformar la ciudad.

Otro gran problema que tiene la ciudad es la seguridad. El alcalde defiende que la ciudad tiene más guardias urbanos que nunca y que se están pidiendo cambios en la política sobre los reincidentes. En estas cuestiones tiene pleno apoyo tanto del Partido Popular como de Junts per Barcelona. ¿Qué posicionamiento tiene Esquerra?
Nosotros creemos que el orden es de izquierdas, evidentemente, porque si nosotros no tenemos unos cuerpos policiales que sirvan a la ciudadanía, la gente que tiene muchos recursos ya se los puede pagar, ya se puede pagar seguridad en su casa, ya se puede pagar seguridad personal, pero los cuerpos policiales, que tienen que ser policía democrática, están al servicio de la ciudadanía. Siempre que hemos tenido oportunidad y siempre que se ha enquistado algún problema, como por ejemplo en los barrios del Besòs, siempre hemos pedido e incluso en un acuerdo de presupuesto, más efectivos policiales en el Besòs. Ahora bien, la seguridad la da la policía, pero también la dan los mediadores, los agentes cívicos, que eso a veces no se dice tanto, pero sobre todo también la seguridad de poder vivir en un edificio que conozcas a tus vecinos y vecinas. Que no entre gente con una caja con unos números, con maletas arriba y abajo mientras tú entras con tu hija y no sabes quién es aquel vecino o vecina, qué viene a hacer, qué fiestas montarán y qué suciedad generarán... Eso también es seguridad. Por lo tanto, seguridad es policía, es agente cívico, es mediador, pero también la seguridad de que puedo vivir en una ciudad donde conozco a mis vecinos, donde hay comercio de proximidad, un comercio con quien puedo hablar de las cosas del barrio, que está arraigado que está comprometido con la ciudad. Todo eso también es seguridad. Cuanto más despersonalizada está la ciudad también es más insegura. Por lo tanto, todo es seguridad. 

¿Y con respecto a la política interna de ERC en Barcelona, qué sintonía tiene con la nueva dirección de la Federación de Barcelona de Esquerra y la nueva presidenta, Creu Camacho?
Pues muy buena. Yo creo que es una federación que tiene muchas ganas de hacer cosas y la gente a veces se hace un enredo y no sabe qué es la federación y qué es el grupo municipal, porque todo es Esquerra Barcelona, ¿verdad? Pues sí, todo es Esquerra Barcelona y, por lo tanto, tenemos unos concejales que en el Ayuntamiento hacen política, propuestas y atender a los vecinos y vecinas y después está el partido que acompaña la acción política y también toma decisiones sobre como tenemos que explicar las cosas por toda la ciudad, y me he encontrado una federación con ganas de hacer eso, con ganas de entender que tenemos que mirar hacia adelante y que somos, pues eso, todos Esquerra Barcelona.

Pero en todo caso no ha salido la presidencia que ustedes esperaban.
Ha salido la que ha votado democráticamente toda la militancia y por lo tanto yo creo que esta presidenta está comprometida con el trabajo que tenemos que hacer en estos dos años, que será dura e intensa y por lo tanto con la voluntad de mirar adelante, de mirar a las elecciones de 2027, de hacer un buen papel, que la gente entienda cuál es el rol que tenemos que tener y he encontrado muy buena sintonía y muchas ganas de trabajar.

Mi compromiso es con Barcelona y estoy cien por cien predispuesta y motivada para estar aquí"

No podemos acabar este bloque municipal y menos ahora que usted habla de las elecciones de 2027 sin preguntarle si usted será candidata de Esquerra el año 2027.
Yo hace seis años que estoy en Barcelona. Mi compromiso es con Barcelona y estoy cien por cien predispuesta y motivada para estar aquí, de donde no me he movido estos seis años, y mira que han pasado cosas. Pero yo creo que es muy importante el mensaje que Esquerra Republicana se toma seriamente el proyecto de la capital de su país. Esta es una de las razones por las cuales también acepté ser secretaria general, porque creo que un partido independentista tiene que tener un proyecto fuerte, sólido y reconocible en la capital del país. Yo soy ciudadana de Barcelona, amo esta ciudad, me preocupa muchas de las cosas que veo. Evidentemente, cuando una es madre le preocupa más el futuro, cuál es la ciudad que dejaremos a mis hijas y cuál es la Barcelona que creo que una gran mayoría de barceloneses y barcelonesas querrá ver en las próximas décadas. Y, por lo tanto, mi misión es construirla.

¿Eso es un sí a ser candidata o un sí a querer ser candidata?
Cien por cien predispuesta y a seguir todos los pasos, evidentemente que el partido tiene sus procedimientos y ya llegará.

Existe un proyecto independentista si somos capaces de convencer a la área metropolitana. Y hoy ERC es el único partido capaz de hacerlo

Usted, cuando entró en el ayuntamiento, no era militante de ERC. Empezó en junio del 2023. Solo un año y medio más tarde era escogida secretaria general cuando el partido pasaba por un momento complicado tras una guerra interna. ¿Cómo es la experiencia?
Ostras. Muy honrada por el hecho de poder ser secretaria general de un partido con 93 años de historia y sobre todo que pueda serlo la concejala de una ciudad. La lectura del partido es, como decía antes, poner personas en la dirección que hagan de antena de las preocupaciones de hoy. Siempre he pensado que el independentismo crecería si era capaz de tener la visión de la capital detrás. Evidentemente también de todo el país, pero es muy importante la dimensión urbana para un proyecto independentista. Existe proyecto independentista si somos capaces de convencer el área metropolitana. Y hoy ERC es el único partido capaz de hacerlo. Tengo esta voluntad y esta misión. Salimos de un Congreso Nacional que no ha sido fácil, pero también es verdad que ya ha terminado. Hay gente que nos dice "ostras, estáis muy bien". Y la verdad es que sí. Después de todo ello, la gente tiene ganas de construir. Ser secretaria general y concejal en Barcelona es un gran reto. A mí siempre me han gustado, nunca escojo el camino más sencillo, pero creo que la vida es para los valientes y para la gente que se arriesga. Decía Mercè Rodoreda "siempre me ha gustado vivir arriesgadamente". En política se tiene que arriesgar y lo haremos.

Antes de ser concejal en el Ayuntamiento, usted fue portavoz del grupo parlamentario de lo que ahora son los comunes. Entre los dos partidos ha habido algunas diferencias que se han hecho públicas, por ejemplo, por el tema de la tasa turística, pero la vez hay voces de Esquerra Republicana como Joan Tardà, que reclaman un acercamiento e incluso colaboraciones electorales. ¿Usted, que conoce bien a los dos partidos, lo ve posible?
Coincidimos en muchas cuestiones, no siempre en las maneras de hacer, y podemos seguir haciéndolo con elementos que tienen que ver con la vivienda o con el turismo. Ahora bien, somos dos espacios diferenciados. Esquerra Republicana tiene un componente de impugnación y en el eje nacional no compartimos la propuesta. Somos un partido independentista de izquierdas y las veces que se ha intentado hacer algún tipo de acuerdo, no ha sido posible. En 2019 los comunes escogieron gobernar (en Barcelona) con el partido socialista y con los votos de Manuel Valls y en 2023 evitaron que el independentismo tuviera la alcaldía, poniendo Collboni como alcalde con los votos del PP. Y todavía más, hicieron caer un Govern de la Generalitat por un Hard Rock que era de los socialistas y cuando fue el momento de investirlos, no le pusieron ningún condicionante. Siempre que han podido escoger, han escogido partido socialista. Ahora pueden hacer mucha sobregesticulación, pero durante 8 años en esta ciudad han gobernado juntos. Si ahora se han dado cuenta de que son tan terribles... eso no es creíble y la gente lo empieza a ver.

Foto: Carlos Baglietto

 

 

En el discurso que pronunció usted como secretaria general en el congreso de Martorell dijo que se había acabado la Esquerra Republicana acomplejada. ¿A qué se refería? ¿Y en qué se traduce?

En no pedir perdón cuando estás haciendo bien las cosas. Por ejemplo, el traspaso de Rodalies. Será largo y habrá obstáculos. Ahora, es la única propuesta viable que tenemos para solucionar el problema y la pone Esquerra Republicana. No pediremos perdón por hacerlo, aunque haya cosas que a veces van mejores o peores. Nos pasó con la ley de amnistía, que también nos dijeron que no era posible y que Esquerra Republicana lo estaba haciendo fatal, pero la batallamos y la sudamos nosotros. ERC no tiene que ser tan permeable a las críticas que le puedan hacer otros partidos. Se han acabado los complejos en este sentido. Nosotros queremos ser la punta de lanza de la ambición nacional y no pediremos perdón a nadie, ni aguaremos nada de lo que conseguimos por si alguien nos quiere hacer temblar las piernas. Eso se ha acabado. Después, tenemos que hablar más claro. A veces hemos abusado de un lenguaje un poco envarado. El problema de la vivienda no es el problema de la vivienda. El problema es que tengo 35-40 años y tengo que compartir piso con dos personas para emanciparme. No es el problema de la inflación, es que la cesta de la compra cada vez me da para menos con lo que cobro. Entonces, desacomplejado quiere decir no tener miedo de ser quienes somos.

Esquerra no tiene que ser tan permeable a las críticas que le puedan hacer otros partidos, se han terminado los complejos

Uno de los conceptos que ha salido repetidamente en la entrevista y seguramente es el que habéis ido repitiendo más habitualmente desde el 15 de diciembre es que ahora ERC marca la "ambición nacional". ¿Cree que al Govern de Pere Aragonès le falto y eso le hizo perder votos?
Ese Govern hizo un gran trabajo. Cuando yo hago el balance del mandato de Jaume Collboni al frente del Ayuntamiento de Barcelona, la hoja de servicios es la del Govern: el decreto de alquileres de temporada, la limitación de pisos turísticos... eso es suyo. Sí que es verdad que, seguramente, en una situación muy difícil nos dedicamos mucho al peso de la gestión. Ahora estamos en otra etapa y lo que pone de relieve la nueva dirección es que el proceso hacia el cual ahora nos encaminamos es el de restar dependencia del Estado a Catalunya y, por lo tanto, de emanciparnos en aquellas cuestiones que consideramos estratégicas: financiación singular, traspaso de Rodalies, condonación de la deuda del FLA... Estos son los elementos que te permiten construir cada vez más una mayoría y unas estructuras, que, cuando miras atrás, si tienes que hacer el embate final, tienes una base sobre la cual construirlo. Pero si no gestionas ni el aeropuerto, ni tus trenes, ni eres autosuficiente económicamente... con eso no vayamos a ningún sitio. Es la ponencia política de Esquerra Republicana: colaboración y confrontación con los gobiernos de la Generalitat y del Estado para defender mejor los intereses de Catalunya. Este es el camino que nos hemos planteado con la nueva dirección, ahora que no tenemos poder institucional y que, por lo tanto, desde la oposición nos podemos permitir ciertos privilegios que cuando estás en un gobierno es más difícil.

Una de las decisiones que tomó la nueva dirección fue no entrar a negociar los presupuestos de la Generalitat para este 2025, pero habéis acordado tres decretos de prórroga presupuestaria.
Hemos sido bastante coherentes. Dijimos "hay unos grandes acuerdos a los que hemos llegado que entendemos que son estructurales y que no son pasar un inmueble del Estado en Catalunya". El traspaso de Rodalies es un paso irreversible. Esta es la otra cuestión. Cuando hablas de soberanía real, estás dando pasos irreversibles que, cuando cambien los gobiernos, no podrán detener. Y creo que tenemos que fomentar bien estos avances de manera tal que gobierne quien gobierne, la soberanía quede blindada. Y si no se ven avances, no se aprueban presupuestos. Este fue el camino que seguimos y forma parte de la nueva etapa de la coherencia: mientras vayan cumpliendo hablaremos. Pero en aquel momento era demasiado pronto para ver con toda la magnitud de las cuestiones que teníamos abiertas si se estaba cumpliendo o no. Estamos demasiado acostumbrados al hecho de que el partido socialista tenga tentaciones de no cumplir. En la medida en que se avance, iremos hablando. Cuando no se avanza, no se aprueba nada. Y no tenemos ningún vínculo porque estamos en la oposición. Tan sencillo como eso.

Ahora mismo falta un mes y medio para que expire el plazo que se acordó en el pacto de investidura para que el Govern presente su nuevo modelo de financiación. ¿Hay algún avance? ¿Es posible cumplir los plazos?
Claro está que tendrá que haber avances, uno de los cuales es que la Agència Tributària tenga más músculo para poder hacer lo que nosotros pedimos. El primer paso es ver si realmente hay convocatorias públicas para engrasar, muscular, el ente para que pueda hacer la recaudación de tributos a Catalunya. Iremos viendo si eso avanza y en qué magnitud, porque esta es la pieza definitiva que nos permitirá ver si vamos o no hacia la recaudación, porque sin personal no se puede hacer. El traspaso de Rodalies es un tema mucho más avanzado, eso queda claro. Déjeme decirle que siempre tenemos un "escepticismo sano" sobre estas cuestiones. Veremos.

Hay ciertos acuerdos que tienen una fecha de plazo bastante simbólica

¿Si el 30 de junio no se ha explicado el modelo, qué pasa el 1 de julio? ¿Cambia su relación con el partido socialista?
Hay ciertos acuerdos que tienen una fecha de plazo bastante simbólica, casi les planteas cuándo hay una nueva negociación. Somos conscientes de que es una cuestión muy relevante. Si hay pasos en esta dirección, habrá nuevos acuerdos. Si no, no.

¿Si Catalunya no recauda el IRPF en el 2026, darán el pacto de investidura por roto?
Tenemos muchos frentes abiertos en este sentido. Tendremos que ver si no pasa, ¿por qué es? ¿Por qué el Govern de la Generalitat no quiere que pase? ¿Es por qué el gobierno del Estado no quiere que pase? ¿Es por qué no hay suficientes efectivos para que no pase? Creo que el debate es diferente. Una cosa es de voluntad política y de capacidad. Y, si es de capacidad, ¿qué está haciendo el Govern de la Generalitat para que mejore? Teniendo toda esta información, evidentemente Esquerra Republicana será libre de hacer lo que considere.

Cualquier paso que demos en Rodalies tiene que ser irreversible y tiene que haber la garantía de que, si aparece un gobierno del PP y de Vox, no haremos marcha atrás

ERC ya tiene los estatutos de la nueva empresa de Rodalies. ¿Qué valoración hacéis?
Lo que nosotros decíamos era una empresa en mayoría de la Generalitat del Consejo de Administración, que se nos tiene que garantizar calendario e inversiones. No se trata solo de tener las competencias, sino también de tener garantizadas las inversiones sobre el funcionamiento. Sabemos que es un tema complejo, insisto, traspasar Rodalies como pasó en su momento con el traspaso de los Mossos d'Esquadra, que no fue una cosa inmediata. Cualquier paso que damos tiene que ser irreversible y tiene que estar la garantía de que, si aparece un gobierno del Partido Popular y de Vox, no haremos marcha atrás. Y eso es lo que tenemos que asegurar ahora. Que la soberanía quede garantizada y blindada, venga quien venga, para Catalunya. Y estos son pasos que se tienen que dar en firme. 

Ante todos los problemas que ha habido recientemente en el servicio de Rodalies, entiendo que el objetivo es que la ciudadanía note este cambio cuando se pueda producir. Una persona que coge el tren para trabajar, ¿cuándo notará que la gestión ha cambiado de manos?
A mí me gustaría que la gente dijera "Rodalies funciona igual que los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya". ¿Cómo puede ser que los Ferrocarrils vayan tan bien y en Rodalies no lo consigan? ¿Tienen una varita mágica en FGC para que los trenes vuelen? Pues se llama profesionalidad, eficiencia, mantenimiento, inversiones. Al día siguiente del apagón, los Ferrocarrils funcionaban la mar de bien, los trenes de Madrid también, y aquí en Catalunya no. Eso es una puñetera vergüenza. No lo podemos aceptar, parece hecho a propósito. Los ciudadanos de Catalunya se merecen el mejor servicio, que tiene afectaciones a la salud mental de la gente que se queda atrapada en los vagones, que no sabe si llegará a sus entrevistas de trabajo, a sus revisiones de médicos. Eso es insostenible. Si FGC funciona bien, no fastidiamos, Rodalies también lo tiene que hacer. Por lo tanto, el día en que Rodalies pase a manos catalanas, evidentemente tendrá que ser tan pulcra y tan excelente como lo es Ferrocarrils de Generalitat de Catalunya. Y eso es a lo que aspiramos.

Antes de que acabe la legislatura Rodalies tiene que haber pasado en manos catalanas

¿Pero tienen una previsión temporal para que eso pase? Ya ha dicho un par de veces que es una cosa muy compleja, que no es de un día para otro.
Hombre, esperamos que antes de acabar la legislatura lo veamos, porque vete a saber cómo estaremos en el 2027, entonces ¿estaría bien, no, que en estos años, lo hayamos resuelto? Los acuerdos son para una legislatura, no para décadas. Entonces, yo creo que han tenido mucho tiempo para ponerle remedio y no ha sido fácil decirle al Estado que se ha acabado, que ya no es un tema de inversiones, ya no es un tema de si esta línea tiene que llegar hasta aquí o allí, es de la gestión. Hemos llegado a la conclusión de que se gestiona desde la proximidad y desde la transparencia de que es lo que está pasando, o no saldremos adelante. Por lo tanto, "chicos, dejadlo estar, sois unos ineptos, ya está. Pasádnoslo a nosotros, que estoy convencida de que lo haremos mucho mejor". Y este es el camino.

Hay una infraestructura que afecta tanto a Barcelona como al conjunto de Catalunya que es la ampliación del aeropuerto del Prat, que parece guardada en un cajón del presidente Illa. ¿Tiene vuestro apoyo o tendrá que hacerlo con otros partidos?
Con Esquerrano. Estamos igual que con Rodalies. El debate es quién decide y quién gestiona. Y lo tiene que gestionar Catalunya. Hoy El Prat subvenciona el resto de aeropuertos del Estado. Nos hemos cansado. Queremos saber cuál es la distribución de beneficios y de costes que tiene el aeropuerto,a qué necesidades responde y tiene que responder a las necesidades de los catalanes y de las catalanas y no a las de inversores y accionistas de AENA. AENA no nos tiene que poder decir cuál es el modelo de aeropuerto que tenemos que tener. Es una cuestión, nuevamente, de soberanía. Con nosotros, que no cuenten.

El Govern no ampliará el aeropuerto con el apoyo de ERC

 

¿Soberanía aparte, es también una cuestión de espacio natural?
Por descontado, sí. Pero en esta decisión, nuevamente, los ayuntamientos del país tienen mucho a decir. Nosotros planteábamos que tendría que haber un Consejo Rector Aeroportuario que hablara del sistema aeroportuario en conjunto del país, cuál es la distribución de unos y otros aeropuertos. Porque lo que quiere Madrid es concentrar todos los vuelos lowcost en el Prat. Y eso ya nos lo conocemos. Quieren tener un aeropuerto de segunda, fritura, con pocas inversiones. La terminal satélite, el señor Maurici Lucena, en 1999, ya dijo que la tendríamos en el 2026. Yo no he visto ni la primera valla. ¿Por qué es así? Porque lo deciden desde el Estado y, por lo tanto, nosotros lo queremos decidir desde Catalunya.

El alcalde de Barcelona, en cambio, sí que está alineado con este punto de vista.
Pues bien, fantástico y maravilloso. Pero tampoco decide nada el alcalde de Barcelona al respecto. Es que después nos hacemos ficciones. Me parece perfecto, pero hasta que no estemos en la gestión ya podemos hacer documentos. Muy bien el posicionamiento del alcalde, pero el de Esquerra Republicana es el que es.

Foto: Carlos Baglietto