Dinamarca ha decidido retirar una escultura de sirena por considerarla "pornográfica". No es ninguna broma. Se trata de La gran sirena, obra de Peter Bech, una escultura de seis metros de altura y catorce toneladas de metal que ha recibido calificativos como "vulgar", "indeseable" y "poco poética".

La Agencia Danesa de Palacios y Cultura ha pedido sacarla del Fuerte Dragor porque no se alinea con el patrimonio del sitio, mientras que el municipio ha rechazado la oferta del artista para donarla. Ya había sido retirada una vez antes, en 2018, por vecinos que no la encontraban muy inspiradora y la calificaban de "sirena falsa y vulgar".

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La sirena obra de Peter Bech que será retirada en Copenhague por ser considerada "pornográfica"

Entre los detractores, el crítico de arte Mathias Kryger la ha tildado de "fea y pornográfica", y la periodista Sorine Gorfredsen ha denunciado que la pieza representa "el sueño erótico de un hombre", y que llenar el espacio público de cuerpos ideales solo contribuye a la asfixia estética colectiva. El autor, por su parte, defiende que los pechos de la sirena son "de un tamaño proporcional" y que no entiende el alboroto.

En Copenhague, la sirenita original —pequeña, melancólica y casi invisible— sigue en su lugar. Su prima gigantesca y exuberante, en cambio, ha tenido un final trágico. Quizás demasiado pornográfica. Quizás demasiado indeseable. Quizás demasiado poco poética. O quizás solo con unos pechos desproporcionados.