Esta legislatura el Parlament de Catalunya ha vivido todo tipo de situaciones. Incluso un debate de investidura truncado por la detención del candidato —Jordi Turull—, o sencillamente suspendido en el último momento por orden del TC porque el candidato estaba en el exilio —Carles Puigdemont—. Lo que todavía no había vivido el Parlament es un debate de política general, como el que empieza este miércoles, que se interrumpe el segundo día para que el president, Quim Torra, pueda ir a Madrid al Tribunal Supremo para intentar frenar la inhabilitación a que le condenó el TSJC por haberse negado a descolgar un cartel de apoyo a los presos políticos durante las elecciones generales de marzo del 2019. Todo, además, en medio de una pandemia que obliga a celebrar los plenos con el hemiciclo prácticamente vacío, con sólo una veintena de los 135 diputados.

Torra se presentará este miércoles a las 9 de la mañana ante el pleno del Parlament medio vacío con la voluntad, según fuentes del Govern, que su intervención quede marcada por la emergencia sanitaria, social y económica provocada por el coronavirus, pero también por la trascendencia de la decisión del Supremo, que por primera vez podría inhabilitar a un president en ejercicio del cargo.

Solidaridad antirepresiva

Así lo ha asegurado la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, donde ha mostrado la confianza en que el Parlament exprese su "solidaridad antirepresiva". De hecho, Budó ha destacado que durante el Consell Executiu de este martes "se ha verbalizado y se ha pedido que constara en acta el apoyo de todos los miembros del Govern al president Torra".

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La consellera de Presidència, Meritxell Budó, en la rueda de prensa del Govern / Sergi Alcàzar

No obstante, y más allá de esta declaración planteada entre las paredes del Saló Daurat, la tensión entre JxCat y ERC por cuál tiene que ser la respuesta del Govern en caso de que el Supremo ratifique la sentencia de inhabilitación del TSJC, ha sido constante las últimas semanas. Y también hoy, en que las conversaciones entre las dos formaciones no han conseguido cerrar un acuerdo al respecto.

ERC: pactar calendario

Los republicanos mantienen la reclamación de fijar una fecha electoral antes de una posible sentencia condenatoria. Por la mañana, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha advertido en declaraciones a la SER que el país necesita un gobierno fuerte. Por la tarde, ha sido el vicepresident, Pere Aragonès, quien ha insistido desde Sant Pere de Vilamajor en la necesidad de acordar una respuesta entre todos los partidos del Govern.

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El vicepresident, Pere Aragonès, durante las declaraciones en Sant Pere de Vilamajor / ACN

Sin embargo, JxCat no cede. Budó ha reprochado en la rueda de prensa del Govern que prever un escenario de inhabilitación de Torra equivale a "normalizar la represión", en una afirmación que se ha interpretado como un mensaje directo a ERC y la CUP. Desde el Parlament, el presidente de JxCat, Albert Batet, ha remachado que la unidad no se puede basar únicamente en acordar la fecha de las elecciones.

Por su parte, la CUP, que propone mantener a Torra en una presidencia simbólica, ha expresado a través de la diputada Maria Sirvent la protesta por el hecho de que no han recibido ninguna propuesta sobre la respuesta a dar ante una posible inhabilitación y ha expresado el malestar por la indirecta de Budó.

Estrategia de defensa de Torra

Más allá de las estrategias de los partidos, el equipo que se encarga de la defensa de Torra, con Isabel Elbal y Gonzalo Boye, ha querido poner el acento en el último tramo de este procedimiento en la solidez de sus argumentos en contra de la inhabilitación y rechazan dar por hecho cualquier planteamiento que parta de la inevitablidad de la condena.

De momento, el president abrirá esta mañana el debate sin un acuerdo entre los dos socios de Govern y con una intervención sin límites que, según recuerdan los servicios de prensa del Parlament, en 2018 duró una hora y en 2019, dos. Acto seguido será el turno de los grupos, a los cuales puede responder en bloque —como ha hecho en las anteriores ocasiones— o uno a uno. El debate acabará el viernes después del paréntesis abierto el jueves para que el presidente vaya al Supremo. En Madrid, además, antes de volver a Catalunya Torra tiene previsto pronunciar una declaración institucional en el Centre Cultural Blanquerna.