El Tribunal Supremo y Junts per Catalunya han hundido a Pedro Sánchez en un jueves negro; encarcelamientos por un lado y una importante derrota parlamentaria por el otro. La jornada ha arrancado con los independentistas haciendo efectivo su ruptura con el PSOE y tumbando en el Congreso de los Diputados la senda de déficit propuesta por el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero. Y todo ha terminado de oscurecerse cuando, a primera hora de la tarde, el juez Leopoldo Puente ha decidido cerrar provisionalmente en prisión al exministro y ex mano derecha del presidente del Gobierno, José Luis Ábalos, así como a su exasesor, Koldo García.
La primera de las bofetadas se daba por hecha. Junts anunció hace unas semanas que rompía sus relaciones con el PSOE y que se consolidaba en la oposición tras varios incumplimientos de los acuerdos de investidura de Sánchez y otros alcanzados en los primeros compases de la legislatura. Materializó la ruptura registrando una lluvia de enmiendas a la totalidad de leyes socialistas que están en trámite en el Congreso. Y este jueves la ha hecho efectiva: el grupo parlamentario de Míriam Nogueras ha sumado sus votos con los de PP y Vox y ha tumbado la senda de déficit propuesta por el ejecutivo. El presidente del Gobierno se ha quedado todavía más solo que de costumbre, porque Podemos y la diputada de Compromís Àgueda Micó se han abstenido. El marcador final ha sido de 164 votos a favor y 178 en contra.
La segunda bofetada también era de esperar, pero los socialistas tenían una pizca de esperanza de que este jueves podrían ahorrarse la imagen de otro secretario de Organización del PSOE (este al menos en condición de ex) entrando en prisión. La han tenido que volver a ver emitida por televisión. El Supremo considera que hay indicios más que suficientes de que Ábalos y Koldo formaban parte de una trama corrupta y considera que ahora mismo hay un “extremo” riesgo de fuga. Tanto el exministro como su exasesor se han presentado ante el juez instructor del alto tribunal con una mochila cada uno, con ropa dentro. Y han hecho bien porque este jueves pasarán su primera noche en Soto del Real, el centro penitenciario de donde salió hace una semana Santos Cerdán, ahora en libertad provisional.
Fuentes del PSOE consultadas por ElNacional.cat admiten el desgaste que provoca la imagen de Ábalos en prisión. Pero insisten en que no es comparable con la entrada en Soto del Real de Santos Cerdán la pasada primavera, cuando aún ostentaba el cargo de secretario de Organización del partido. Desde la sala de máquinas de Ferraz, por otra parte, insisten en el “respeto” al procedimiento judicial del Supremo, reivindican su “tolerancia cero” con la corrupción y sacan pecho de haber tomado, según ellos, medidas “contundentes desde el primer minuto”.

La tormenta judicial sobre Sánchez se intensifica
Si la semana pasada Álvaro García Ortiz se convertía en el primer fiscal general del Estado condenado —se le inhabilitó a dos años en el ejercicio del cargo al considerarlo responsable de la filtración de las confesiones delictivas de la pareja de Isabel Díaz Ayuso—, este jueves Ábalos se ha convertido en el primer diputado español en activo de la democracia que ingresa en una prisión. Aparte del caso del hermano del presidente del Gobierno, el exministro ha decidido enfangar aún más los casos de supuesta corrupción que acosan a Sánchez y ha concedido una entrevista a El Mundo antes de presentarse ante el Supremo. El periódico la ha publicado una vez se le ha encarcelado. Ábalos ha querido morir matando y ha disparado contra la esposa del máximo líder socialista: “Investigar a Air Europa implicaría destapar abrir el melón, y eso sería llegar a Begoña Gómez”.
Alberto Núñez Feijóo, paralelamente, continúa descartando la presentación de una moción de censura contra Sánchez, porque asume que Junts no participaría en una misma ecuación en la que también estuviera Vox. Pero el líder del PP sí que ha movido ficha y ha convocado para este próximo domingo la enésima movilización en Madrid encabezada por el PP para protestar contra la “corrupción” del PSOE.

¿Qué pasará ahora con Ábalos y su condición de diputado?
El reglamento es claro: un diputado será suspendido cuando “concedida por la cámara la autorización objeto de suplicatorio y firme el auto de procesamiento, se encontrase en situación de prisión preventiva y mientras dure esta”. El auto de procesamiento de Ábalos no es firme, porque está recurrido. Pero los socialistas quieren quitarse al exministro de encima y la presidencia del Congreso de los Diputados ya ha tirado por la calle del medio; ha iniciado los trámites para que la Mesa lo suspenda como parlamentario con la excusa de que en el caso del ex número tres del PSOE, se trata de un ‘procedimiento abreviado’. Esta suspensión no implica la pérdida de la condición de diputado, pero sí de su sueldo, el derecho a la asistencia a las sesiones de la cámara y poder votar. Tampoco tendrá acceso a una indemnización de unos 100.000 euros que le corresponderían el día que dejara de ser diputado después de haberlo sido durante siete legislaturas.
De hecho, los socialistas han estudiado la posibilidad de que, con Ábalos fuera de juego, se considere a partir de ahora que la mayoría absoluta se alcanza en este hemiciclo a partir de los 175 votos y no de los 176, como hasta ahora. El motivo es el siguiente: actualmente, si toda la mayoría de la investidura vota a favor y Junts se abstiene, una iniciativa prospera solo por un voto de diferencia. Si Ábalos desaparece de la ecuación, la abstención del grupo parlamentario de Míriam Nogueras produce un empate entre bloques, lo que se traduce en un ‘No’ de facto. El encarcelamiento del exnúmero tres del PSOE, por tanto, ahoga a Sánchez aún más aritméticamente, en un momento en que el partido de Carles Puigdemont ha decidido romper relaciones con él.