La fábrica de coches más importante que ha existido en Inglaterra está en Longbridge, un arrabal situado en las cercanías de Birmingham. Allí, entre 1906 y el aciago 2005, se produjeron coches Austin, Morris, British Leyland, Nash Metropolitan y MG Rover. La quiebra de este último grupo llevó a la fábrica al cierre y, hoy, allí sigue sin producir un solo coche. La marca es hoy propiedad del grupo chino SAIC, que en 2013 intentó retomar la producción de vehículos en Longbridge pero, hoy, sólo mantiene en Inglaterra la sede y un estudio de diseño- De ese estudio de diseño, ha salido en parte el coche que nos ocupa: un sensacional SUV que se comercializa al precio del Dacia Sandero. Sí, nos referimos al MG ZS.

MG ZS
MG ZS

 

¿Británico o chino?

El MG ZS, pese a su aspecto, se fabrica en China, aunque nadie lo diría. Sus formas elegantes, su porte y, especialmente, su precio, han hecho de él un objeto codiciado. Cuesta, en su versión de acceso, 12.950 euros, justo 160 euros más que los 12.790 que se piden, según el portal de ofertas quecochemecompro.com, por un Dacia Sandero. 12.950 euros nos parecería, seguro, un precio elevado para un coche chino de marca desconocida que se nos presenta con motores térmicos de gasolina con 106 y 111 CV, pero si el radiador colocamos un emblema histórico y conocido como el de MG, la cosa cambia. Y es que los chinos, cuando se trata de vender, son unos genios. Es un coche chino, sí, pero con alma británica. O al revés; pero, tanto da: el caso es que triunfa.

¿Cómo es?

Nominalmente, se trata de un SUV pequeño, pero sus 4,32 metros lo posicionan muy cerca de algunos SUV medianos. Un Qashqai, por ejemplo, mide sólo diez centímetros más y un Jeep Compass se queda en 4,39. El maletero tiene buenas dimensiones: 448 litros y los consumos no son una maravilla: 7 litros para el 111 CV y 6 para el 106 CV. El equipamiento es correcto e incluye todo lo imprescindible actualmente, faros Bi-LED incluidos y sistema multimedia con pantalla enorme, también. Y todo, por menos de 13.000 euros. Para ser todavía mejor, sólo le falta una cosa: que se fabrique en Longbridge. No sabemos si en Birmingham, la ciudad de los Peaky Blinders, queda algún descendiente de Thomas Shelby, pero no estaría de más que, si sigue vivo alguno, el gobierno británico hable con ellos y les invite a hacer una visita a los señores de SAIC Motors para hablar amigablemente sobre MG, Birmingham y Longbridge.