General Motors y LG Energy Solution han anunciado una nueva etapa en su colaboración tecnológica con el desarrollo conjunto de una batería de nueva generación para vehículos eléctricos. El proyecto se centra en una celda prismática de litio rico en manganeso (LMR), un compuesto químico que permite reducir significativamente el coste de producción gracias a su menor dependencia de materiales críticos como el cobalto y el níquel. Esta tecnología apuesta por el manganeso, un recurso más abundante y económico, sin comprometer la densidad energética.
La estructura simplificada de estas baterías permite una reducción del 50 % en el número de componentes por celda, lo que facilita su fabricación a gran escala. Según los planes del consorcio, estas celdas LMR ofrecerán una densidad energética hasta un 33 % superior respecto a las actuales baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), alcanzando autonomías superiores a los 600 kilómetros dependiendo del tipo de vehículo. Esta mejora en eficiencia y coste se plantea como una vía directa para reducir el precio final de los modelos eléctricos.
La iniciativa se enmarca dentro del compromiso de General Motors de igualar los costes entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna. Para ello, la marca apuesta por una reducción drástica en los costes de las baterías, que siguen representando el componente más caro en un coche eléctrico. La colaboración con LG busca establecer un estándar industrial que facilite una transición masiva hacia la electrificación sin elevar los precios al consumidor.
Producción en Estados Unidos y objetivos a corto plazo
La fabricación de estas baterías correrá a cargo de Ultium Cells, la empresa conjunta entre GM y LG, que ya opera varias instalaciones en Estados Unidos. La fase de validación técnica está prevista para principios de 2027, mientras que la producción en serie comenzará en 2028. Las nuevas celdas LMR serán desarrolladas y testadas en el centro de investigación de GM en Warren, Michigan, reforzando el enfoque estratégico de producir baterías avanzadas dentro del mercado estadounidense.
Lo destacable en este caso es que este desarrollo no solo atiende a criterios económicos, sino también a la sostenibilidad en la cadena de suministro. Al reducir la necesidad de metales críticos, se minimiza la exposición a riesgos geopolíticos y se favorece un aprovisionamiento más estable y menos dependiente del mercado asiático.
Por todo ello, esta alianza reafirma el compromiso de General Motors y LG con una movilidad eléctrica accesible y sostenible. Las baterías LMR marcan un punto de inflexión en la carrera por democratizar el coche eléctrico, sin renunciar a las prestaciones que exige el mercado global.