El Ford Focus parecía tener los días contados. Tras más de 25 años de historia y millones de unidades vendidas en todo el mundo, el icónico compacto tenía marcada su despedida para noviembre de 2025, coincidiendo con el cierre de la planta de Saarlouis, en Alemania. Sin embargo, la marca del óvalo azul ha decidido no enterrar del todo este nombre histórico. En lugar de desaparecer para siempre, el Focus regresará en 2027 con una nueva identidad.

El plan de la compañía pasa por transformar al Focus en un SUV de tamaño medio, una decisión que refleja la evolución del mercado global. La apuesta por los crossovers es evidente: los clientes demandan mayor versatilidad, una posición de conducción más alta y tecnologías de última generación. Así, lo que en el pasado fue un referente entre los compactos, ahora se prepara para renacer en un segmento con mucho más potencial de ventas.

Ford Focus ST

Ford mantendrá con vida la nomenclatura ‘Focus’

La jugada tiene sentido si se analizan las cifras actuales. Aunque algunos consideran al Focus un modelo obsoleto, lo cierto es que, junto con el Ford Kuga, sigue siendo uno de los pilares de la marca en Europa. En cambio, las furgonetas convertidas en monovolúmenes no terminan de conquistar al público, y los eléctricos tampoco alcanzan las previsiones de ventas. Ford necesita un producto con mayor atractivo, y el Focus SUV puede convertirse en esa solución.

El nuevo modelo se fabricará en la planta de Valencia, España, con capacidad para producir hasta 300.000 unidades al año. Esta decisión no solo asegura empleo en una de las fábricas clave de la compañía, sino que también refuerza el papel de España como centro de producción de vehículos electrificados dentro del grupo. Será, además, un movimiento estratégico para responder a la creciente competencia de fabricantes europeos y asiáticos en el segmento de los crossovers.

Ford Focus

El nuevo Focus será un SUV y llegará en 2027

En cuanto a dimensiones, el futuro Focus SUV tendrá un tamaño similar al del Ford Kuga, aunque no lo sustituirá. Ambos modelos coexistirán en el mercado, ampliando la oferta y permitiendo a la marca cubrir un abanico más amplio de clientes. La clave estará en la diferenciación: el Kuga mantendrá su enfoque familiar, mientras que el Focus SUV apostará por una imagen más dinámica, heredando parte del espíritu juvenil que siempre caracterizó al compacto.

La base técnica será la plataforma C2 de Ford, la misma que ya utilizan el Bronco Sport, el Maverick y el propio Kuga. Gracias a ella, el nuevo Focus podrá ofrecer una estrategia “multi-energy”, con versiones MHEV, PHEV y un modelo 100% eléctrico. Esta diversidad permitirá adaptarse a las distintas normativas y preferencias de cada mercado. Aunque aún no está confirmado, es probable que el Focus SUV comparta sistemas híbridos con el Kuga, uno de los vehículos más exitosos de la marca en Europa.