La Casa Blanca de Donald Trump proyecta un mensaje de optimismo casi inalterable sobre las negociaciones para poner fin a la guerra de Ucrania, pero fuentes ucranianas revelan que la distancia entre lo que Washington exige y lo que Kyiv puede aceptar continúa siendo profunda. A pesar de que Trump ha celebrado un “progreso enorme” y que su secretario de Estado, Marco Rubio, ha calificado las conversaciones en Ginebra de “muy positivas”, la realidad interna es mucho más compleja. Según un alto cargo ucraniano con acceso directo a las negociaciones, la idea de que solo quedan “unos pocos puntos menores” por resolver es, como mínimo, engañosa. La fuente, que habló con CNN desde la capital ucraniana, confirma que se ha alcanzado un “consenso” en la mayoría de los 28 puntos del plan filtrado la semana pasada. Pero remarca que hay tres cuestiones cruciales donde todavía no hay ningún acuerdo, y que pueden determinar el fracaso o el éxito de la propuesta de paz.

1. La cesión de territorios clave en el Dombás

El primer y más delicado punto es el futuro del Dombás, una región que Rusia ha anexionado de manera ilegal, pero que no controla completamente sobre el terreno. Estados Unidos ha sugerido que Ucrania ceda partes del territorio para convertirlas en una zona desmilitarizada administrada por Moscú. Aunque la fuente ucraniana reconoce "cierto progreso" en la discusión, insiste en que no hay ninguna formulación acordada en los borradores. Remarca que sería un "grave error" decir que Ucrania ya ha aceptado una versión concreta del punto territorial. El Dombás incluye ciudades fortificadas y líneas defensivas esenciales para la seguridad del país, y cederlo representa un riesgo político y militar enorme para Kyiv

2. El límite al número de soldados ucranianos

El segundo elemento en disputa es la propuesta estadounidense de reducir el ejército ucraniano a 600.000 efectivos. El plan de 28 puntos incluye esta cifra para minimizar las tensiones futuras con Rusia, pero Ucrania considera que defender un frente tan extenso con este límite sería inviable. La fuente señala que se está hablando de una cifra más alta, pero que Kyiv quiere garantías adicionales antes de aceptar cualquier limitación formal de su capacidad militar, especialmente mientras Rusia continúa movilizando tropas y manteniendo una postura agresiva.

3. Renunciar para siempre a la OTAN

El tercer punto es el más ideológico, y también un símbolo político de primer orden. Según la fuga de documentos, los EE.UU. presionan a Ucrania para renunciar definitivamente a su objetivo de entrar en la OTAN. La fuente ucraniana es taxativa: esta demanda es “inaceptable”. Argumenta que obligar a Ucrania a abandonar sus aspiraciones euroatlánticas crearía un “precedente desastroso” y otorgaría a Rusia un veto informal sobre la Alianza, a pesar de no formar parte de ella. Para muchos ucranianos, la OTAN es la garantía última de supervivencia ante la agresión rusa.

Tres puntos, tres líneas rojas

Es importante recordar que los tres puntos –territorio, desmilitarización y OTAN– coinciden exactamente con las exigencias centrales que el Kremlin esgrime desde 2022 para justificar la invasión. Aceptarlas implicaría que Ucrania asumiera, de facto, las condiciones de guerra de Moscú, mientras sacrifica partes fundamentales de su soberanía. En la práctica, son también tres cuestiones por las que decenas de miles de soldados ucranianos han muerto defendiendo el país. Ceder en cualquiera de ellas comportaría riesgos políticos extraordinarios para el gobierno de Kyiv

Por eso, a pesar del relato triunfalista de Washington, la realidad es que el camino hacia un acuerdo está lejos. Los “pequeños desacuerdos” que describe la administración Trump son, para Ucrania, tres abismos que aún no han sido cruzados. Cuando se habla de paz, el lenguaje diplomático puede suavizar tensiones. Pero, según las fuentes ucranianas, la distancia real es demasiado grande para disfrazarla de “avance inevitable”.