Rodeado de las banderas con las barras y estrellas, pancartas de apoyo, gorras rojas y blancas con el lema de la MAGA, Donald Trump se dio un baño de masas por celebrar sus primeros cien días de mandato, mientras en los medios de comunicación se constataba el resultado de las encuestas que desaprueban su gestión. Lo hizo en un mitin multitudinario celebrado al condado de Macomb (Michigan), una zona emblemática parael republicano, con una mayoría de base electoral favorable, y para la industria automotriz de los Estados Unidos, que da a comida a miles de familias y donde tienen presencia las tres grandes grupos automovilísticos norteamericanos, General Motors, Ford y Stellantis. Trump reunió a unos dos mil seguidores (aunque el recinto tiene capacidad para 4.000) en el acto más importante que ha celebrado desde su retorno a la Casa Blanca.
El cambio más profundo en Washington
Durante el mitin, Trump adoptó un tono triunfalista y electoral, elogiando la gestión y proclamando que su administración ha llevado a cabo "el cambio más profundo en Washington en cerca de 100 años", en solo cien días desde la toma de posesión, el pasado 20 de enero. "Estamos aquí para celebrar los primeros 100 días más exitosos de cualquier administración", dijo Trump, que presumió de éxitos como la imposición de aranceles, las deportaciones masivas y la defensa de los trabajadores norteamericanos, especialmente a la industria del motor. Prometió poner fin a la inmigración ilegal, proteger los trabajos y recortar el despilfarro gubernamental, asegurando que solo acabamos de empezar y que la población "todavía no ha visto nada" de lo que planea implementar.
En un discurso cargado de sus frases superlativas habituales, el líder republicano consideró que su administración "está frenando el adoctrinamiento" de los niños, "recortando miles y miles de millones de dólares en despilfarro, fraude y abuso, y sobre todo, salvando el sueño americano". El presidente puso énfasis en su hoja de ruta para hacer realidad la MAGA (Make America Great Again). "Estamos haciendo que los Estados Unidos vuelvan a ser grandes y lo estamos haciendo rápidamente", dijo en el miting que supone su primer viaje de trabajo oficial dentro del país desde su llegada al cargo.
Críticas a la administración Biden
Trump insistió en que está entregando los Estados Unidos "de una clase política perversa que se ha enriquecido", "vendió" el país y "lo desangró". "No permitiremos que eso vuelva a pasar. Tuvimos cuatro años excelentes con la mejor economía de la historia de nuestro país. La bolsa subió un 88%; nos fue muy bien y ahora nos irá mejor", dijo en referencia a su primera etapa en la Casa Blanca (2017-2021). Después de años en que otros líderes norteamericanos "enviaron su dinero para defender las fronteras de naciones extranjeras lejanas" y que los Estados Unidos lucharan por otros países y no para sí mismos, "por fin hay un presidente que defiende nuestras fronteras y nuestra nación", recalcó el republicano.
El presidente se encontró en su salsa, y se creció, adoptando su retórica habitual, con burlas a sus rivales políticos, referencias a su programa televisivo ("¡Están despedidos"!)" y promesas de una "era dorada" para los Estados Unidos. Trump también cargó contra los jueces federales, que han bloqueado sus decretos para considerarlas ilegales o anticonstitucionales. Los denunció como "comunistas" y los acusó de torpedear la democracia. "Los jueces están tratando de sacarle el poder que se le dio al presidente".
Macomb, en las afueras de Detroit, es un escenario muy representativo para el presidente Trump, ya que a las tres elecciones en que ha participado les ha sacado siempre más de 10 puntos a los candidatos demócratas. El presidente actuó como si todavía estuviera en campaña, rodeado de una atmósfera triunfalista, con pancartas en las cuales se podía leer "100 días de grandeza" y gritos de "USA, USA." Trump les dijo lo que querían escuchar. "Después de décadas de burócratas que destruyeron Detroit para beneficiar a los chinos, pusimos los EE.UU. primero", añadió. Pero la realidad es que este martes tuvo que revertir algunos de los aranceles que perjudicaban la industria automotriz, porque según las mismas empresas norteamericanas las reducía las ganancias y les encarecía el producto.