Rusia pena con veinte años de prisión los militares desertores que dejen las filas rusas y se cambien al bando ucraniano. El parlamento ruso ha aprobado en la primera de tres lecturas una serie de enmiendas al código penal para castigar y perseguir más severamente la colaboración con organizaciones extranjeras "en contra de los intereses nacionales" y cambiarse de bando a aquellas "acciones donde Rusia participe que implique el uso de armas". Según recoge ElPaís, con esta modificación los combatientes que se pasen en el lado ucraniano podrían enfrentarse hasta veinte años de prisión. Según explica uno de ellos a Interfax, la responsabilidad penal por la alta traición existía en las leyes soviéticas, pero "cuando redactaron el Código Penal de la Federación de Rusia, esta desapareció".

El cambio de legislación ruso también prevé entre doce y veinte años de prisión, y una multa de hasta medio millón de rublos, para los ciudadanos rusos que en "operaciones militares" participen en ellas "en contra de los intereses del país". Además del cambio de bando, será perseguido con entre dos y ocho años de prisión, y un millón de rublos, cualquier colaboración con organizaciones extranjeras, no solamente servicios de inteligencia, que estén dirigidas contra la Federación de Rusia. Una de las enmiendas amplía la responsabilidad penal a los ciudadanos rusos que apoyen a las organizaciones declaradas indeseables por el Kremlin no solamente dentro del país, sino también fuera de sus fronteras.

La guerra por los alimentos

Rusia sigue saqueando Ucrania. Ahora, según recoge el portal Ukrinform a través del Telegram de Noticias de Melitopol, se habrían llevado 11 vagones de grano. "En el ascensor de Melitopol fueron cargados cerca de 11 vagones de grano y cereal, los cuales fueron robados de agricultores y empresas locales", se puede leer al mensaje. Tal como recoge el mismo portal, este grano se exporta a Crimea. En esta fábrica hay cerca de 30.000 toneladas de grano. El ejército ruso habría dado a los agricultores cuatro días para sacar el grano y llevárselo. Hace falta poner de manifiesto, sin embargo, que exportar a territorio ucraniano está prohibido.

Las autoridades de la región de Kherson, designadas por Moscú, empezaron "la venta de grano" a Rusia de esta provincia controlada mayoritariamente por tropas del Kremlin. "Estamos vendiendo el grano porque esperamos una nueva cosecha. El 20 de junio empezará la plena campaña de recogida de cereales en el territorio de la región de Kherson", dijo Kiril Stremoúsov, vicejefe de la Administración Civil y Militar de Kherson. Según Stremoúsov, citado por la agencia RÍA Novosti, Kherson envía primero su producción a la península de Crimea, anexionada por Moscú en el 2014.

Las ventas de grano, destacó que tienen un objetivo claro: "aumentar el bienestar económico" de la región. Pero Ucrania no lo ve nada así. Y acusa a Rusia del robo del grano almacenado en graneros de las ciudades que controla. Según Kíiv, Moscú también utiliza los puertos de Crimea y, concretamente, la ciudad costera de Sebastopol, para exportar ilegalmente grano a terceros países. El Kremlin también ha nacionalizado barcos ucranianos, concretamente 34. Así lo notificó el asesor de la alcaldía de esta urbe ocupada, Petro Andriuxenko. De momento, sin embargo, Moscú no pierde el tiempo y ha ido directamente con barcos y exportaciones. En su cuenta de Telegram, Andriushchenko, leal al Gobierno de Kíiv calificó las intenciones de Putin con respecto a estos barcos de "secuestro de facto"