En 2018, dos hombres polacos que vivían en Alemania se casaron en Berlín. Uno de ellos tenía la nacionalidad alemana. Su idea era casarse en este país para después volver a vivir a su país de origen como un matrimonio, ya que allí no están permitidos los casamientos de dos personas del mismo sexo. Cuando solicitaron la transcripción del certificado de registro civil polaco, se les denegó, ya que la administración consideraba que se violaban los principios fundamentales del ordenamiento jurídico. Los dos hombres recurrieron ante el Tribunal Supremo polaco, que lo elevó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha dado la razón a la pareja. Este martes, la justicia europea ha determinado que los Estados miembros que no permiten el matrimonio homosexual, están obligadas a reconocer las parejas del mismo sexo casadas en otro país de la Unión, un cambio sustancial. En la práctica esto no implica que ahora Polonia esté obligada a introducir el matrimonio homosexual en su derecho interno, pero sí que deben reconocer las que se hayan casado en otros países para respetar su derecho a la libre circulación y residencia, así como su derecho fundamental a la vida privada y familiar.
En la sentencia publicada este martes, el TJUE avisa que la negativa de Polonia puede provocar “graves inconvenientes administrativos, profesionales y privados” obligando a los cónyuges a vivir como solteros en su país de origen, a pesar de estar casados. Así, desde el tribunal reconocen que las normas sobre el matrimonio son competencia de los Estados miembros, pero también recuerda que estos deben respetar el derecho de la Unión "al ejercitar esta competencia". Esta obligación de reconocer los matrimonios homosexuales registrados en otros países "no atenta contra la identidad nacional ni amenaza el orden público del estado miembro de origen de los cónyuges, ya que no implica que este estado tenga que contemplar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo en su derecho nacional".
Diez países que no reconocen el matrimonio homosexual
De los 27 estados miembro de la Unión Europea, solo 17 reconocen el matrimonio homosexual, mientras que los diez restantes ofrecen o bien posibilidades alternativas o, en el peor de los casos, ponen trabas a su reconocimiento. Los países donde no está reconocido, aparte de Polonia, son: Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Italia, Rumanía y la República Checa. El primer país de la Unión Europea en legalizarlo fue Países Bajos, en 2001, y hoy su primer ministro está casado con otro hombre. El Estado español también forma parte de los países pioneros, ya que fue el segundo en reconocer este derecho al colectivo, en 2005.
