Los primeros prisioneros palestinos liberados por Israel como parte del acuerdo de alto el fuego con Hamás en Gaza han comenzado a llegar poco antes de las 12 del mediodía a la plaza de Ramala, donde decenas de familiares y amigos les esperaban. En la plaza, frente al Palacio de la Cultura de la capital de Cisjordania ocupada, se han vivido escenas de alegría cuando los ya exreclusos han bajado de los dos autobuses que los habían transportado desde la prisión israelí de Ofer, situada a pocos kilómetros de allí. Israel liberará este lunes, a cambio de los rehenes entregados por el grupo islamista Hamás, 1.968 presos palestinos, de los cuales 154 serán deportados fuera del país, han anunciado las principales asociaciones que representan a los presos tanto por parte de Hamás como de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

"250 presos (con cadena perpetua) serán liberados como parte del acuerdo hoy, lunes, incluyendo 154 deportados y 96 no deportados, entre los cuales hay ocho destinados a Gaza y 88 que serán liberados en Cisjordania y Jerusalén", han informado la Autoridad de Presos y el Club de Presos Palestinos, asociaciones vinculadas a la ANP, que gobierna en algunos enclaves de Cisjordania ocupada. Asra (“Presos” en árabe), la asociación vinculada a Hamás, ha añadido que 1.718 reclusos de Gaza serán puestos en libertad dentro de la Franja. En el caso de los más de 1.700 que serán liberados en Gaza, el grupo incluye personas detenidas en el enclave en los últimos dos años, muchas de ellas sin cargos formales bajo el régimen de “detención administrativa” durante las operaciones del Ejército israelí en la zona.

Las familias esperan impacientes

Decenas de familias palestinas esperaban de buena mañana frente al Palacio de Cultura de Ramala la liberación de sus seres queridos de las prisiones israelíes, en el marco del acuerdo de alto el fuego y tras la puesta en libertad de 20 rehenes israelíes vivos de la Franja de Gaza. "Estamos muy felices, gracias a Dios. Siempre he querido que salieran los presos que tienen condenas muy largas, condenas a cadena perpetua, que no han visto la luz, que no han visto el sol", explica a EFE la madre del preso Musab Khawazeh, condenado a 30 años de prisión y originario de Tulkarem, en el norte de Cisjordania ocupada y punto caliente de la resistencia palestina.

Un fuerte dispositivo policial de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna algunos enclaves de Cisjordania bajo ocupación israelí, espera también la llegada de los presos, en un ambiente alegre, pero tenso, ya que Israel prohíbe a los palestinos hacer celebraciones o mostrar signos de alegría. "Los servicios de inteligencia de Israel se pusieron en contacto con nosotros para decirnos que mi hermano, si Dios quiere, volverá a casa. Nos dijeron que está prohibido hacer celebraciones según la ley. Así que seguimos las normas, no hay problema", explica a EFE Riad Imran, cuyo hermano fue condenado a 24 años de prisión.