El convulso momento que vive Europa en términos de seguridad empieza a generar preocupación en muchas poblaciones, como en el caso de Alemania. El número de reclutas que se han alistado en las filas del ejército alemán ha aumentado a un ritmo frenético en los últimos años —con especial intensidad desde el inicio de la invasión rusa en el 2022— hecho que ha sido celebrado por el gobierno del democristiano Friedrich Merz. El canciller, que busca aumentar a 260.000 sus efectivos como aparte de la estrategia europea de rearme, ya ha puesto en marcha un nuevo servicio militar —en principio voluntario— para conseguirlo, asegurando que Alemania tendrá el "ejército más fuerte de Europa". El nuevo modelo, diseñado por el ministro de Defensa Boris Pistorius, del Partido Socialdemócrata, entrará en vigor a partir del próximo 27 de agosto. En los últimos años, las campañas publicitarias de las Fuerzas Armadas alemanas en búsqueda de nuevos reclutas se han intensificado notablemente, hecho que, sumado a la creciente percepción de inseguridad derivada de la amenaza de que supone Rusia, ha catalizado un gran interés en muchos jóvenes para enrolarse a las filas del ejército.

Según las autoridades alemanas, a lo largo de este año se han reclutado 13.750 nuevos soldados, un 28% más con respecto al mismo periodo del año anterior. El Ministerio de Defensa atribuye este cambio a su estrategia de captación de jóvenes, pero también a unas crecientes tensiones internacionales que han llevado al gobierno de Merz a decir que es "urgente" aumentar el número de efectivos. Este nuevo contingente se unirá a los cerca de 200.000 soldados que sirven en estos momentos en las Fuerzas Armadas. El interés creciente por servir al ejército también se ha visto demostrado en el aumento del número de solicitudes para entrar, un 8% más respeto al año pasado.

¿Un servicio militar obligatorio encubierto?

Merz ha hecho de su nuevo modelo de servicio militar todo un tema de debate político al país, en un momento en que Europa trata de forjar una nueva arquitectura de defensa ante el abandono de EE.UU. como garante de la seguridad del continente. Este nuevo servicio seguirá las huellas del modelo sueco, que es de naturaleza voluntaria. Sin embargo, Pistorius ha dejado claro que este carácter voluntario se puede revertir si no se consigue reclutar a suficientes soldados o se agrava la inseguridad en Europa, hecho que ha llevado a muchos críticos a tildar el programa de "servicio militar obligatorio encubierto".

En caso de que a finales de este mes se apruebe el proyecto de ley, todos los jóvenes alemanes recibirán un cuestionario una vez sean mayores de edad, aunque con ciertas diferencias de género: mientras que para las mujeres será voluntario rellenarlo, los hombres deberán dar una respuesta obligatoriamente, bajo amenaza de multa. Se pedirán datos como el nivel de estudios, intereses personales y aptitudes físicas, además de preguntar a los jóvenes si están dispuestos a realizar el servicio. La razón que explica esta disparidad es que, en el caso de los hombres, el servicio militar no se encuentra eliminado, solo suspendido —por lo tanto, puede ser reactivado en cualquier momento. Si el modelo sale adelante, Alemania examinará a unos 300.000 hombres cada año a partir de 2028, con el objetivo de valorar si la juventud del país se encuentra preparada para afrontar posibles escenarios de conflicto que exijan la reactivación del servicio militar obligatorio.

2.000 euros mensuales para todos los reclutas voluntarios

De momento, el Partido Socialdemócrata, socio de gobierno de Merz, ha mostrado reticencias con el plan del canciller, bloqueando cualquier intento de crear un mecanismo automático que permita reclutar candidatos aptos para el servicio militar en caso de que la naturaleza voluntaria no sea suficiente. De momento, para animar a los jóvenes a alistarse, las Fuerzas Armadas han anunciado que todos los reclutas voluntarios serán nombrados soldados temporales y, por lo tanto, disfrutarán de un sueldo de más de 2.000 euros mensuales, con una duración mínima de seis meses. Además, aquellos que estén más de un año podrán aspirar a una prima especial. Sea como sea, en un plazo de doce meses, los resultados de esta ambiciosa estrategia para ampliar las filas del ejército alemán permitirán valorar si el plan de Pistorius para dotar el país de un contingente de 460.000 soldados de cara al 2030 resulta viable o irreal.

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