No es nada fácil, pero cuando lo consigues es una satisfacción descomunal. Hablo de repetir la fórmula del éxito, una tarea ardua y la cual mucho poca gente la puede vivir en primera persona. Es el caso del Grupo Matas Arnalot que ha alcanzado con creces la repetición, por partida doble, de la victoria y el arrebato gastronómico. El restaurante Sofia by Picnic replica los ingredientes triunfales del famosíssim Pic Nic, de Sitges. El establecimiento Sofía se sitúa en escasos metros de su hermano, un poco más hacia atrás, pero igualmente a primera línea de mar.

Como si se tratara de una copia gemela, el Sofia by Picnic duplica la fórmula de éxito de su hermano mayor. El Grupo Matas Arnalot ha completado con notoriedad el trabajo de coordinar y gestionar dos restaurantes que se complementan, se fusionan y se potencian entre ellos. Tal como los miembros de esta familia. En lugar de restarse valor, espacio y perder clientela, se convierten en todo el contrario. Dos torres gemelas gastronómicas de alta calidad, de un nivel sublime, con un servicio muy correcto y atento y una carta muy amplia con platos realmente excelentes.

Como si se tratara de una copia gemela, el Sofía by Picnic duplica la fórmula de éxito de su hermano mayor, el Pic Nic. Han completado con notoriedad el trabajo de coordinar y gestionar dos restaurantes que se complementan, se fusionan y se potencian entre ellos. Tal como los miembros de la familia Matas Arnalot. En lugar de restarse valor, espacio y perder clientela, se convierten en todo el contrario

sofia by pícnic (3)
Bolas de panipuri crujientes de nuestro steak tartar con mostaza antigua y rábano raifort / Foto: Jordi Tubella

Toda la carta del Sofía by Picnic, al detalle

Contundencia y elegancia. Tal como el Pic Nic. ¿Por qué modificar la técnica cuando funciona? Por lo tanto, los adjetivos a la hora de describir y explicar la carta tampoco tienen que variar con respecto a la reseña de hace unos meses del Pic Nic. La carta consiste en cinco bloques bien cargados de platos exquisitos que te deleitarán después de un día de playa en una calurosa jornada estival.

sofia by pícnic (1)
Carpaccio de gamba acevichada con mayonesa de azafrán y tierra de su piel / Foto: Jordi Tubella

El primer bloque es el picoteo. Aquí se encuentran delicatessen como los "Sevillanos" con mayonesa de lima; ensalada rusa mediterránea trufada; buñuelos de bacalao con alioli de ajos asados; croquetas crujientes y caseras de pescado y marisco; croquetas caseras cremosas de chuletón madurado de raza Frisona; jamón ibérico de bellota; pan de coca tostado con tomate; mejillones del Delta del Ebro a la brasa con hierbas cítricas y vino de naranja; terrina de ternera, foie y pistacho al estilo Santi Santamaria.

El siguiente apartado es el de carpaccios y tartars. Toda una maravilla emplatada que combina de una manera sublime mientras te dejas acariciar por la brisa marina. Los platos son un carpaccio de gamba acevitxada con mayonesa de azafrán y tierra de su piel; tartar de fresón y tomate corazón de buey con mascarpone; tartar de salmón con mango y manzana Granny Smith; bolas de panipuri crujientes de nuestro steak tartar con mostaza antigua y rábano raifort.

sofia by pícnic (4)
Pulpo a la brasa con parmentier de patata roja y negro con chimichurri de algas / Foto: Jordi Tubella

El tomate corazón de buey con encurtidos y arbequinas o el bogavante en la formenterenca con patatas caseras y huevos fritos lideran y hacen gala de dos bloques de la carta como son las ensaladas y los arroces, respectivamente. Ahora bien, quiero adentrarme en la maravilla que viene a continuación: los especiales del chef. De verdad os digo que era poco hacen del pulpo. 'Era', en pasado. Después de probar el pulpo a la brasa con parmentier de patata roja y negro con chimichurri de algas, lo único que puedo hacer es aplaudir y pagar mil y una veces para probar mil y una veces esta excelencia gastronómica. Un pulpo hecho a la perfección, fácil de masticar y tragarse y acompañado de unos ingredientes que no molestan. Todo el contrario, alzan la exquisitez del plato y desconciertan los ojos que no saben a un mirar, mientras en la boca chorrea una baba difícil de frenar.