Reencontrarse con alguien siempre es bonito. Los sentimientos afloran, las lágrimas, la alegría, los abrazos... y la gastronomía no puede fallar. Es un aliciente importante que tiene que facilitar y acompañar un momento tierno y maravilloso. Eso significa, por lo tanto, que la elección del restaurante no puede fallar. Y, por suerte mía y de mis acompañantes, lo acertamos de lleno. De hecho, no solo me reencontré con una amistad de hacía meses, sino que tropecé con una cocina sencilla, afable y próxima. De rebote, pude reencontrarme.
Beerburg Factory: hamburguesas a gogó
Nadie desmiente que la gastronomía de lujo sea cómoda y atractiva. Todos la queremos probar. Y repetir, claro está. No obstante, es muy recomendable tocar de pies al suelo y experimentar una cocina sencilla, sin los adornos lujosos ni parafernalias. Porque, y una cosa que quede bien clara, la sencillez gastronómica no es sinónimo de menos calidad. Y el restaurante Beerburg Factory, en Argentona, me lo ha dejado bien claro.
Su especialidad son las hamburguesas. De hecho, elaboran hasta 14 diferentes. La Garrina, la Americana, la Plaça, la Drogada, la Cantu, la del Monte, la Domènech... y unas cuantas más. Especialmente, os recomiendo la 4K y la Drogada. Dos delicias para salivar toda la cena y volver a casa recordando la maravilla que has degustado. Tu estómago no podrá ser más feliz.
Desde la primera hasta la última patata te sorprenderás por su intenso sabor de boniato, calidad y única esencia.
Además, hay infinitas maneras de condimentar y combinar los elementos para crear tu hamburguesa perfecta. Para empezar, los tipos de carne a escoger: vaca vieja madurada, carne argentina, angus, jabalí o pollo. Sin olvidar las carnes vegetarianas: vegan crispy (no pollo) y no pare. Un aspecto muy importante, y que el servicio de este restaurante de Argentona siempre pregunta, es el punto de la carne: a la inglesa, poco hecha, al punto, hecha o muy hecha. Continuamos con las opciones, centrándose ahora en el tipo de pan en seleccionar: viena, cristal o sin gluten. El acompañante en una boda es primordial, como lo es acompañar acertadamente la hamburguesa. Las opciones son: patatas fritas en el estilo gofre o patatas de boniato. Desde la primera hasta la última patata te sorprenderás por su intenso sabor de boniato, calidad y única esencia.
Finalmente, la contundencia de la hamburguesa será determinada por los ingredientes a escoger. Lechuga, tomate, cebolla frita, cebolla crujiente, pimiento verde, pimiento rojo... y mucho, mucho más. Ah, me olvidaba. La oferta de las salsas es bien enriquecedora. Desde las clásicas como la barbacoa o miel y mostaza, hasta el alioli, salsa brava, roquefort, diablo, beerburg, que es la de la casa, mayonesa vegana o mayonesa fumada.
Tenemos que eludir las apariencias. Es la única manera para encontrar pequeñas maravillas que, si no evitamos los prejuicios, no podremos visualizar nunca. En este caso, una rotonda. Sí, exacto, el restaurante Beerburg Factory se ubica en la salida de una rotonda de esta villa del Maresme (c/ Dr. Samsó, 44). Con una terraza muy agradable para hacer comidas y un interior bien acogedor para cenar, se presenta como un lugar normal y corriente, en el que la gastronomía sobresale por la abundancia de su calidad.