Siempre pienso que es una lástima el hecho de que no haya más restaurantes griegos en nuestra casa. Italia ha triunfado con pizzas de todo tipo, bocadillos y pastas, y la ciudad de Barcelona tiene grandes lugares donde hacer girar el tenedor sobre unos buenos espaguetis e, incluso, donde lamer un helado de óptima calidad. Ahora bien, con respecto a nuestro filohelenismo, todavía nos queda mucho para mejorar, y podemos empezar por dar el primer paso en el Mula Bar.

Mula Bar: aromas griegos en el barrio de Hostafrancs

El Mula Bar ocupa el sitio del histórico Petit Pau, del cocinero Pau Gascó (ahora en el Follia, en Sant Joan Despí), junto al Parque de la España Industrial del barrio de Sants, conserva su terraza y añade la barra, donde también se puede comer. Se identifica como un bar de vinos y dedica buena parte de la carta al vino griego, aunque las variedades catalanas y españolas también tienen una representación notable. Aquel día escogemos Lirondo 2024, un verdejo muy especial, de Isaac Cantalapiedra, refrescante, de buena acidez y ligeramente salino, características que engargolarán perfectamente con los platos que vendrían detrás.

Revithada de marisco Mula Bar / Foto: Rosa Molinero Trias
Revithada de marisco / Foto: Rosa Molinero Trias

Empezamos por la caballa ahumada, con puré de hinojo y ensalada fresca, también de hinojo, con unos dados de tomate. Todo lo que se podría esperar de este plato y todavía un poco más (siempre es aquel 'un poco más' que nos da que hace que cada bocado sea bueno): frescor, salinidad, un toque ahumado que no enmascara el pescado y el aroma puramente mediterráneo del hinojo en dos elaboraciones.

Conejo en el limón y hierbas sobre puré de patata Mula Bar / Foto: Rosa Molinero Trias
Conejo al limón y hierbas sobre puré de patata / Foto: Rosa Molinero Trias

La excusa de una noche un poco más fresca gracias a una sonora tormenta de verano hace que apostemos por un guiso de legumbres: la revithada es una delicia de canana y garbanzos que sería un calco de aquello que hace mi madre si no fuera por el puñado de eneldo que perfuma con acierto el plato. La canana, dun poco más potente, da sabor a unos garbanzos que se funden y que, definitivamente, pediría aunque a fuera se estuviera fundiendo el cielo.

Corvall con orzo Mula Bar / Foto: Rosa Molinero Trias
Corvina con orzo / Foto: Rosa Molinero Trias

El orzo es una pasta italiana que en Grecia hacen ir mejor que en el país vecino. Tenemos una muestra genial en el orzo con gambas del Margarit, el otro restaurante griego maravilloso que tenemos en la ciudad, y también en esta corvina con orzo del Mula Bar, donde el limón pone una nota refrescante que contrasta con la untuosidad del pescado.

Se revanaglorie con helado de yogur griego Mula Bar / Foto: Rosa Molinero Trias
Revani con helado de yogur griego / Foto: Rosa Molinero Trias

Aunque España era conocida por ser tierra de conejos (se suele decir que 'Hispania' quiere decir exactamente eso), en todo el arco mediterráneo se come, y Grecia no es una excepción. En el Mula Bar presentan el conejo marinado con limón y hierbas, guisado, y sobre un puré fino de patata. Las hojas de menta fresca acompañan muy bien al conjunto con un soplo balsámico que nos conduce hasta los postres: un corte de revani, un bizcocho griego a base de semolina, acompañado de helado de yogur griego, como todo el mundo esperaba.